Si desperdicias este precioso tiempo en disculparte, contar una anécdota divertida o señalar algunos detalles técnicos, estás perdiendo una oportunidad de oro para demostrar tu profesionalismo, dar una buena primera impresión y, por cierto, fascinar a tu audiencia.
1. Empiece con una historia interesante. Las bromas son un recurso trivial pero las buenas historias siempre logran cautivarnos sacando a la luz nuestro lado más infantil y estimulando nuestra atención. No importa si se trata de directivos, profesores o trabajadores, las buenas historias seducen a todos, por eso seguimos leyendo novelas y viendo películas.
Por supuesto, ninguna historia es correcta. Lo ideal sería una historia con tintes personales, de esta forma le demostrarás al público que confías en ellos y les apasionará el tema. También es posible elegir la historia de otra persona, pero siempre que incluya una enseñanza profunda. Sin embargo, no te excedas porque de lo contrario resultará aburrido, la historia no debe durar más de dos minutos en promedio.
2. Haga una pregunta retórica y provocativa. Las preguntas involucran inmediatamente a la audiencia, los alienta a reflexionar y a concentrarse en la presentación. Si es una pregunta inesperada y un poco provocadora, es incluso mejor. Recuerda que no debes esperar una respuesta de la audiencia, la pregunta solo los convencerá y llamará su atención. No te limites a una simple pregunta cuya respuesta solo requiera un sí o un no, sino ve más allá y, si es posible, toca los límites de la ética. Este es un truco que siempre funciona.
3. Utilice una estadística alarmante. A todos, unos más y otros menos, les gustan las estadísticas, e incluso los profesionales de las ciencias sociales no escapan a su influencia. Las estadísticas resumen rápidamente una tendencia y nos permiten centrarnos en el problema en cuestión. Por supuesto, no tiene que elegir los números que todos conocen, pero investigue y comience su presentación con algo que sorprenda o incluso impacte a su audiencia. Generar cierto grado de alarma y angustia es una forma segura de llamar la atención. Sin embargo, no use demasiados datos, seleccione solo los más importantes.
4. Elija una fotografía. Seguro que has oído que "una imagen vale más que mil palabras" y suele ser así. La información que nos llega del aparato visual tiene un impacto mucho más fuerte y memorable. Al elegir una foto, asegúrese de que despierte emociones, o al menos curiosidad. La foto debe servir para crear la atmósfera adecuada. Por supuesto, no elijas una pintura que sea demasiado obvia porque obtendrás el efecto contrario, usa algo irreverente que estimule la reflexión.
5. Utilice una pista visual original. Las señales visuales ayudan a despertar la curiosidad y a mantener la atención en su mensaje. Por ejemplo, en la película "Up in the Air", George Clooney usó una mochila como señal visual para comenzar la conferencia. De cualquier manera, puedes recurrir a cualquier cosa que sea relevante para tu mensaje, algo que sea visible y original, un objeto que nadie espera ver allí.