¿Cómo hacer una crítica constructiva?

¿Cómo hacer una crítica constructiva?

Winston Churchill dijo que "la crítica no será agradable, pero es necesaria". Sin embargo, criticar es fácil, la crítica constructiva es un arte que pocos dominan. Criticar para criticar puede ser extremadamente dañino. La crítica constructiva, por otro lado, puede convertirse en un punto de apoyo para el crecimiento y la mejora.

Pero el principal problema de la crítica es que desafía nuestro sentido de valía. La crítica generalmente implica juicio, y todos evitamos sentirnos juzgados. Por lo tanto, a menudo tomamos las críticas como ataques o amenazas a nuestro ego. Y cuando nos sentimos "forzados" a defender nuestro valor, nuestra capacidad para absorber y aceptar lo que nos dicen disminuye. Mantenernos a la defensiva nos impide reflexionar sobre el posible valor de la crítica porque solo pensamos en organizar nuestro contraataque.



Al mismo tiempo, necesitamos retroalimentación para corregir nuestras acciones y pensamientos. Sin esta retroalimentación, corremos el riesgo de encerrarnos en una visión psicótica. La solución a la aparente dicotomía entre el deseo de evitar la crítica y la necesidad de retroalimentación radica en la crítica constructiva.

¿Cómo es la crítica constructiva?

Una crítica positiva - o constructiva - es aquella que llama la atención sobre un aspecto que ignoramos o descuidamos y que podríamos mejorar. Su principal objetivo es orientarnos o darnos un marco de referencia para mejorar nuestro comportamiento o forma de pensar.

Esto significa que para que una crítica sea positiva o constructiva, es necesario combinar dos elementos:

Ofrecer posibilidades de comportamiento, dejando a la persona libre para decidir. Una crítica que simplemente señala la falla o el error no es constructiva porque no proporciona pautas para cambiar lo que se critica. La crítica constructiva debe contener al menos un comportamiento alternativo, una sugerencia de mejora.



• Posibilidad real de mejora. Para que una crítica sea constructiva no basta con tener buenas intenciones, es necesario ponerse en la piel de quienes son criticados y preguntarse si esa crítica realmente les hará bien. Es decir, si criticas algo que no se puede cambiar, la crítica solo generará más angustia y confusión en la persona, y esta es una crítica destructiva.

Los 3 errores que cometemos cuando criticamos

1. No entender que la forma en que decimos las cosas es tan importante como lo que decimos. Un mensaje precioso puede perderse en el vacío o incluso causar daño si se expresa de manera inapropiada. El tono y las palabras correctos, por otro lado, pueden predisponer positivamente a la persona criticada y hacerla más receptiva al mensaje.

2. No consideres a la otra persona. Incluso las críticas hechas con las mejores intenciones pueden herir o percibirse como un ataque. Criticar sin tener en cuenta la perspectiva, las circunstancias y los recursos de la otra persona puede hacer más daño que bien.

3. Pensando que tienes razón. Criticar el pensamiento de que nuestra posición y visión de las cosas es la única posible es un gran error que cometemos a menudo. Debemos partir del hecho de que nuestra historia no es necesariamente verdadera o más valiosa, sino que es solo una interpretación, una opinión o una sugerencia. No tenemos la verdad absoluta. Nadie lo tiene.

¿Cómo hacer una crítica constructiva?

1. Sea autocrítico: antes de apuntar la mota en el ojo de alguien, asegúrese de no tener una viga en su


En primer lugar, es difícil aceptar críticas "constructivas" de quienes no han "construido" nada. Por lo tanto, antes de dar un consejo, debemos pensar si estamos calificados para hacerlo. No podemos criticar a una persona con sobrepeso y explicarle cómo adelgazar si nosotros mismos somos obesos. Simplemente no seremos creíbles.


Por tanto, antes de criticar, debemos preguntarnos: ¿estamos criticando un error que nos estamos cometiendo? ¿Le estamos sugiriendo a una persona que sea más flexible cuando nosotros no lo somos? La crítica suele aceptarse con agrado cuando proviene de una persona madura y confiable. Esto significa que no podemos criticar partiendo de la idea: “haz lo que digo, pero no lo que hago”.

2. Critica los resultados y los comportamientos, no a las personas

"La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofender sino a la libertad de juicio", escribió Fernando Sánchez Dragó. Debemos entender que la crítica no es un juicio, es una opinión. Y también debemos entender que el hecho de que alguien haya hecho algo mal o se haya equivocado, desde nuestro punto de vista, no significa que sea incompetente.

Si queremos que la crítica sea constructiva, debemos asegurarnos de que no genere una reacción defensiva, y para ello debemos centrarnos en el comportamiento o los resultados, no cuestionar a la persona en su conjunto haciendo juicios de valor.

3. Use el tono correcto: sugiera, no imponga

El objetivo fundamental de la crítica constructiva es producir un cambio positivo en beneficio de todos, por lo que no se trata de ganar, sino de convencer. Por lo tanto, la intimidación intelectual y la arrogancia no funcionan.


Por el contrario, debemos adoptar un tono más amable y cercano para que nuestras palabras no se perciban como un ataque. Tiene más sentido ofrecer retroalimentación partiendo de la humildad intelectual en lugar de intentar imponer una idea, prefiriendo el diálogo al monólogo y la curiosidad a la certeza absoluta.

4. Sea específico: profundice, profundice, profundice

Cuanto más contextualizada esté la crítica, más probabilidades habrá de que produzca resultados positivos. Generalizar no suele ayudar, es mejor saber exactamente a qué nos referimos y expresarlo de forma concisa y clara.


Cuanto más específicos seamos, mejor, porque es menos probable que la persona se sienta atacada. Por ejemplo, juzgar a alguien "incompetente" no es una crítica, es una ofensa en toda regla. Por el contrario, señalar en qué se equivocó y explicar las razones puede ayudarlo a mejorar. Por lo tanto, debemos evitar generalizaciones como "siempre te comportas así" y ser más específicos.

5. Sea empático: antes de criticar, debe comprender

“No juzgues a una persona hasta que hayas caminado dos lunas en sus mocasines”, dice una de las frases motivacionales de los nativos americanos. Desafortunadamente, aplicamos muy poco de esa sabiduría ancestral. En cambio, criticamos desde nuestro propio punto de vista, independientemente de las necesidades, problemas o habilidades de la otra persona.

Por eso, antes de hablar, es conveniente detenernos a pensar cómo nos sentiríamos si alguien nos dijera lo que vamos a decir. Antes de criticar, debemos abrir nuestras mentes y preguntarnos si esa crítica realmente puede aportar algo valioso a la otra persona y si esa persona realmente tiene los recursos para hacer lo que sugerimos. De lo contrario, la crítica positiva se vuelve destructiva.

6. Encuentra el momento adecuado: las palabras adecuadas en el momento adecuado hacen maravillas

“La crítica debe hacerse a tiempo; hay que deshacerse del mal hábito de criticar más tarde ”, dijo Mao Tse-Tung. Desafortunadamente, en la mayoría de los casos la crítica llega una vez que se ha cometido el error, por lo que es solo un inútil "llorar por la leche derramada". Lo ideal, sin embargo, es que la crítica tenga un carácter preventivo.

Si esto no es posible, porque los hechos ya han sucedido, al menos debemos asegurarnos de que nuestras palabras lleguen en el momento adecuado. Si la persona ya cometió un error, por ejemplo, y se siente culpable, otra crítica solo puede agravar la situación. Si notamos que la persona está abrumada por las emociones, no es el momento de criticarla porque no puede reflexionar racionalmente sobre nuestras palabras. Por tanto, para que la crítica caiga en terreno fértil, es fundamental que llegue en el momento oportuno.

7. Ofrezca consejos y apoyo: no cierre puertas sin abrir nuevas posibilidades.

Si queremos hacer una crítica constructiva, no solo debemos centrarnos en lo que "NO" se debe hacer, sino también en lo que creemos que se puede hacer con "SÍ". Cuando señalamos lo que está mal, pero no señalamos una ruta alternativa, causamos decepción y ansiedad, por lo que la persona criticada puede sentirse perdida.

Para cambiar el comportamiento, la gente necesita saber qué podría funcionar y qué no. Si la crítica se refiere solo a un aspecto, ignorando el otro, proporciona información incompleta, que no es muy útil para orientar la acción. En caso de que no tengamos ninguna solución a mano, al menos podemos ofrecer nuestro apoyo para encontrar una solución juntos.

Frank A. Clark resumió perfectamente el secreto de la crítica constructiva: "la crítica, como la lluvia, debe ser lo suficientemente amable para nutrir el crecimiento de un hombre sin destruir sus raíces".

  • 182-
Añade un comentario de ¿Cómo hacer una crítica constructiva?
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.