Sin duda elemail es una herramienta muy potente, rápida y eficaz, con la que podemos mantenernos en contacto con muchas personas incluso a grandes distancias. Sin embargo, dado que nada en esta vida es completamente en blanco o negro, el correo electrónico también tiene sus desventajas. Estos estudios psicológicos nos lo recuerdan.
1. El 59% de las personas revisan su correo electrónico mientras están en el baño. Sabemos que consultar el correo electrónico es un hábito como muchos otros, pero que algunos pueden optimizar su tiempo o están tan ansiosos que no pueden esperar a saber quién los escribió es realmente asombroso. Estos datos provienen de los resultados de una entrevista realizada en 2010 por AOL, que nos brindó otra información como que el 25% de las personas reconoce que no puede estar sin correo electrónico por más de tres días consecutivos, el 60% de las personas consulta los correos electrónicos de trabajo entrantes durante las vacaciones y el 19% opta por tomar vacaciones de acuerdo con la capacidad. para acceder a la carpeta de correo electrónico. 2. Revisamos los correos electrónicos con más frecuencia de lo que creemos. Un curioso estudio desarrollado por Renaud revela que generalmente revisamos nuestra bandeja de entrada con más frecuencia de lo que reconocemos. Las personas entrevistadas por este académico afirmaron que revisaban sus correos electrónicos al menos una vez por hora. Sin embargo, cuando se probaron se pudo comprobar que lo hacían cada 5 minutos. Así, en realidad no somos conscientes de cuántas veces abrimos la carpeta de correo y, finalmente, ni siquiera somos conscientes del grado de improductividad que esto puede producir. 3. La lectura de correos electrónicos ocupa una cuarta parte de la jornada laboral. Puede parecer una cifra un poco exagerada pero al menos estos fueron los resultados que obtuvo Czerwinski cuando en 2004 estudió el caso de varios profesionales. La verificación continuó durante una semana durante la cual se pudo constatar que estas personas pasaban el 23% de la jornada laboral inmersas en sus correos electrónicos. 4. Recuperarnos de la distracción provocada por el correo electrónico que acaba de leer nos lleva 64 segundos de media. Normalmente respondemos casi instantáneamente a un correo electrónico, como si estuviera contestando el teléfono o alguien que toca el timbre, pero todo parece indicar que no podemos recuperar la atención tan rápido después de habernos distraído al contestar. Un estudio realizado por Jackson mostró que el 70% de los correos electrónicos producen una reacción en los 6 segundos siguientes a la recepción, mientras que el 85% produce una reacción en los siguientes 2 minutos. Sin embargo, las personas tardan un promedio de 64 segundos en recuperar su atención y volver a su actividad. 5. El correo electrónico no es la forma correcta de hacer negocios. Aunque actualmente muchas personas prefieren negociar vía e-mail, lo cierto es que cuando no conoces personalmente al interlocutor, sería mejor hacerlo cara a cara. Al menos eso es lo que afirma el estudio de Naquin, que nos advierte que las personas son menos cooperativas cuando envían correos electrónicos que cuando conversan personalmente. 6. El correo electrónico reduce la comunicación emocional. Mucha gente sobreestima el poder comunicativo del correo electrónico, asegurándose de que el destinatario no solo ha recibido el mensaje sino también su estado de ánimo. Sin embargo, un estudio realizado por Kruger en 2005 nos permite saber que hay algunas emociones como el sarcasmo que no se pueden entender adecuadamente a través del correo electrónico. Además, afirma que el 80% de las personas cree haber comunicado su estado de ánimo mientras que solo el 56% lo recibe con certeza. 7. En los correos electrónicos, tenemos la tendencia a mentir con más confianza. Este tema ya se ha tratado en el artículo: “mentimos más en los correos electrónicos”. ¿Por qué pasó esto?