Los ataques de pánico generalmente resultan en palpitaciones, dificultad para respirar y un miedo intenso a morir. Incluso si la persona no corre peligro, la intensidad de los síntomas es tal que la experiencia suele ser traumática.
La buena noticia es que existen varios tratamientos para superar los ataques de ansiedad y la mayoría de ellos son muy efectivos. Investigadores de la Universidad Metodista del Sur en Dallas y la Universidad de Vermont nos ofrecen otra opción para abordar este trastorno: el ejercicio.
En primer lugar, estos investigadores realizaron un análisis detallado de todos los datos disponibles y encontraron que la actividad física es una excelente alternativa para reducir la ansiedad y prevenir las dolencias asociadas a ella. Entonces, sin pensarlo dos veces, reclutaron a 145 personas que no habían sufrido ataques de pánico antes. Algunos practicaron actividad física regular y otros no.
Estas personas inhalaron una mezcla de aire y CO2 por lo que comenzaron a experimentar los síntomas clásicos de un ataque de pánico, como dificultad para respirar, mareos, palpitaciones y náuseas. Luego tuvieron que indicar su nivel de ansiedad y miedo.
De esta manera, los investigadores encontraron que las personas que hacían ejercicio con regularidad se veían menos afectadas y también mostraban menos ansiedad y miedo como resultado de los síntomas que estaban experimentando.
Los investigadores no están muy seguros de cuál es el mecanismo subyacente, pero se sabe que el ejercicio reduce la capacidad de respuesta a los factores de estrés ambientales y nos hace reaccionar con menos miedo ante situaciones que pueden considerarse potencialmente peligrosas. Probablemente esto se deba a un cambio en el equilibrio hormonal que genera una sensación de bienestar asociada al deporte.
Por supuesto, la actividad física no reemplaza la terapia psicológica, pero ciertamente ayuda a que los ataques de pánico sean menos frecuentes e intensos. Por tanto, se convierte en una excelente alternativa para complementar la psicoterapia o los medicamentos que se prescriben.