10 frases sobre la ansiedad para conocerla y superarla

La ansiedad es uno de los trastornos mentales más comunes y, lo peor de todo, está aumentando. La OMS ha determinado que el número de personas ansiosas casi se ha duplicado desde 1990. Sin embargo, detrás de cada número hay una persona que sufre un estado de angustia generalizado que no siempre puede explicar, pero que le causa un enorme malestar y afecta mucho a su calidad de vida.

Cuando sentimos que algo negativo está por suceder en cualquier momento es como si estuviéramos caminando por la cuerda floja sin poder relajarnos porque las preocupaciones ocupan nuestra mente, por lo que es difícil llevar una vida equilibrada y feliz. Estas frases sobre la ansiedad pueden ayudarnos a comprender mejor este estado, para que deje de dominar nuestras vidas.

Para eliminar la ansiedad, primero debes entenderla.

1. El miedo agudiza los sentidos. La ansiedad los paraliza - Kurt Goldstein

El miedo es una emoción que puede salvarnos la vida en un momento de peligro porque su función es precisamente prepararnos para escapar de la situación o afrontarla. La ansiedad, en cambio, no tiene una función adaptativa, sino que acaba paralizándonos, haciéndonos víctimas de preocupaciones incesantes.

1. Gran parte de la tensión que sienten las personas no proviene de tener demasiadas cosas que hacer, sino de no terminar lo que comenzaron - David Allen

A menudo somos nosotros los que alimentamos el estrés y la tensión adoptando malos hábitos. De hecho, la dilación puede convertirse en una gran limitación para nuestro bienestar emocional. El recordatorio constante de tareas pendientes o no terminadas suele ser más estresante que la actividad en sí, por lo que siempre es mejor abordar las tareas lo antes posible.

1. La intensidad de la angustia es proporcional al significado que tiene la situación para la persona afectada; aunque esencialmente ignora las razones de su ansiedad - Karen Horney

En la mayoría de los casos, la ansiedad se experimenta como un estado de expectativa generalizado, por lo que la persona no puede explicar las causas de esa ansiedad. Pero la intensidad de la angustia siempre será directamente proporcional a la importancia y significado que atribuimos a los hechos. Esto significa que depende de nosotros reducir la ansiedad, aprender a poner las cosas en perspectiva y tomar distancia psicológica de los acontecimientos.

1. Las amenazas a nuestra autoestima o nuestra idea de nosotros mismos a menudo causan mucha más ansiedad que las amenazas a nuestra integridad física - Sigmund Freud

El estrés es un mecanismo diseñado para activarse en situaciones específicas donde nuestra integridad física está en peligro. Después de eso, todo tiene que volver a la normalidad. Pero en la sociedad actual, los peligros físicos han disminuido, dando paso a otros peligros sociales que provocan una activación constante. Como resultado, vivimos en un estado de estrés permanente que genera ansiedad.

1. Ocultar o reprimir la ansiedad en realidad produce más ansiedad - Scott Stossel

Reprimir los estados emocionales no es una buena idea. Lo que intentamos reprimir no desaparece, se atasca y continúa causando daños. Además, para reprimir el contenido psicológico tenemos que utilizar una gran cantidad de energía, y esto finalmente genera fatiga y angustia. Si queremos solucionar un problema, el primer paso es reconocer su existencia. De hecho, la meditación mindfulness para la ansiedad se basa precisamente en reconocer su existencia pero no dejarse condicionar por ella.

1. No tienes que controlar tus pensamientos. Solo tienes que dejar de dejar que te controlen - Dan Millman

A menudo, la ansiedad proviene de nuestra obsesión por el control. Cuando queremos controlar todo y no dejar lugar a la incertidumbre y el caos, que son dos constantes en nuestra vida, reaccionamos con ansiedad. Lo mismo ocurre con los pensamientos, nos angustiamos cuando no podemos controlarlos y, en consecuencia, se activa el efecto rebote: cuanto más intentamos evitar un pensamiento, más fuerte se vuelve. La solución es dejarlo ir, reconocerlo sin darle demasiada importancia para permitir que nos haga daño.

1. La preocupación no elimina el dolor del mañana, elimina la fuerza del hoy - Corrie ten Boom

No somos plenamente conscientes del peso de nuestras preocupaciones. También hay quienes dicen que preocuparse ayuda a evitar problemas futuros. No es así, las preocupaciones son completamente inútiles, a menos que den paso a un plan de acción eficaz. Cuando las preocupaciones se convierten en pensamientos ansiosos y recurrentes, solo nos hacen sentir mal, quitándonos nuestra energía emocional.

1. La ansiedad es como una mecedora. Te da algo que hacer, pero no te lleva muy lejos - Jodi Picoult

La ansiedad mantiene la mente ocupada saltando de un pensamiento catastrófico a otro, de un desastre inminente a otro, pero estas preocupaciones no conducen a ninguna parte, sino que nos sumergen en un círculo vicioso que alimenta la ansiedad.

1. Nuestra ansiedad no proviene de pensar en el futuro, sino de querer controlarlo - Kahlil Gibran

Pensar en el futuro es necesario, debemos planificar nuestros próximos pasos, prever posibles obstáculos y anticiparlos. Este pensamiento reflexivo no genera ansiedad, lo que genera ansiedad es querer controlar cada detalle y no aceptar que puedan ocurrir percances que no habíamos previsto.

1. La carga de la ansiedad es mayor que el mal que causa - Daniel Defoe

La ansiedad es generalmente el resultado de una preocupación excesiva, es como una bola de nieve que va cuesta abajo haciéndose más y más grande. En consecuencia, las consecuencias psicológicas que provoca suelen ser mucho peores que la situación que lo originó.

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