A menudo asumimos que ver a la policía en las calles nos hace sentir más seguros. De hecho, muchas veces las fuerzas policiales de varios países toman este principio como válido y por eso siempre se les ve por las ciudades.
Pero ahora un nuevo estudio cuestiona este punto de vista. Un grupo de psicólogos de Amsterdam entrevistó a 200 personas que salían de un centro comercial. En algunos casos, dejó que los participantes vieran a dos policías caminando cerca, en otros casos, no se percibió a la policía en las inmediaciones. Curiosamente, las personas que vieron a la policía dijeron sentirse menos seguras que otras.
Los investigadores no se rindieron y continuaron con el experimento. Esta vez reclutando 124 estudiantes y mostrándoles fotos de diferentes calles, luego preguntándoles cómo se sentirían caminando por estas calles a pie. Evidentemente, aparecieron policías en algunas de las fotos. Esta vez apareció un resultado curioso: la presencia de la policía ejerció un poder tranquilizador cuando apareció un muro con grafitis, pero el efecto fue contrario a algunas calles residenciales.
¿Qué nos dicen estos resultados?
Que asociamos la presencia de la policía con una posible señal de peligro inminente. Es decir, pensamos que si la policía está cerca es porque ha pasado algo o podría pasar algo. En realidad esta es una creencia errónea, pero aparentemente es una idea que está bien arraigada en el imaginario popular. Después de todo, la asociación de la imagen policial con el crimen y la violencia no es tan absurda.
Por supuesto, cuando percibimos carteles (como graffitis) que pueden significar posibles actos vandálicos, la presencia de la policía es más tranquilizadora. Creemos que si la policía está cerca, probablemente no habrá ningún acto violento.
En realidad sucede lo mismo cuando viajamos a un país extranjero que no conocemos bien. En áreas residenciales, la presencia de la policía puede asustarnos, dándonos una señal de advertencia a nivel subconsciente de que algo podría salir mal. Sin embargo, en los barrios más difíciles, la policía tiene un efecto calmante.
