Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
La teoría del pequeño éxito nos dice que la vida siempre es mejor si aprendemos a simplificarla. Los problemas más grandes y aparentemente irresolubles encontrarán solución si los desintegramos en piezas más elementales.
Nada es más catártico para nuestra autoestima que acumular varias pequeñas victorias, éxitos diarios sobre los que avanzar. Los antropólogos dicen que la capacidad de avanzar es natural en el ser humano.
El progreso tecnológico, social y cultural es casi imparable. A tal punto que no tardaremos en tener nuevas generaciones dispuestas a explorar nuevos planetas o a dar un cambio cualitativo y cuantitativo al mundo de la medicina para erradicar enfermedades que hoy son crónicas o mortales. Descubre con nosotros la teoría de los pequeños éxitos.
Camino despacio, pero nunca hacia atrás.
-Abraham Lincoln-
Podemos subrayar una idea central: los éxitos, por pequeños que sean, son muy complicados de conseguir si no estimulamos la motivación y el interés por ellos; si no creemos en nuestras posibilidades. Esto le permite dar espacio a hombres y mujeres que confían en sus capacidades, que tienen una imagen positiva de sí mismos y una fuerte autoestima.
Por ejemplo, el afamado biólogo James Watson, uno de los descubridores de la estructura molecular del ADN, señala en sus escritos que nadie está acostumbrado a explicar cómo funciona la motivación o cómo se gestionan las fases marcadas por la profunda oscuridad y el derrotismo personal.
Los doctores Watson y Francis Crick han fracasado en múltiples ocasiones en su intento de descifrar el ADN y durante varios años han pensado que su modelo no valdría la pena y les daría risa.
Sin embargo, ambos decidieron corregir su enfoque mental y emocional y aplicar lo que hoy conocemos como la teoría de los pequeños éxitos. Porque es mejor ir poco a poco, para adquirir más seguridad, confianza y certeza... Y triunfo.
La teoría de los pequeños éxitos para mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos
No podemos esperar que un niño corra si antes no ha aprendido a caminar. Así como no es posible construir el techo de una casa si antes no se han puesto los cimientos. La vida requiere calma, habilidad y sobre todo una inteligencia que sepa alimentarse de lo más delicado. pazienza. Sin embargo, en nuestra vida cotidiana, no hay lugar suficiente para la prudencia de los que deciden ir más despacio, de los que prefieren pequeños intentos, de los que prefieren contar hasta 100 antes de dar un paso.
La mayoría de nosotros nos movemos a un extremo donde todo se magnifica. Tenemos grandes sueños, deseos ambiciosos y problemas relevantes. Todo nos abruma, todo parece salirse de nuestro control la mayor parte del tiempo, hasta el punto de que pensamos que no tenemos escapatorias, que ya hemos perdido todos nuestros trenes. Estas percepciones socavan nuestra autoestima e inhiben por completo cualquier motivación que nos impulse a buscar el éxito.
Un nombre en el mundo de la psicología merece todo nuestro reconocimiento por sus aportes al campo de la motivación humana. Teresa Amabile, profesora de Harvard y experta en creatividad, productividad y felicidad en el trabajo. A ella le debemos la teoría de que para alcanzar grandes metas o resolver problemas más complejos, lo mejor es dividir todo el camino en pequeños pasos.
Las pequeñas revoluciones de la vida cotidiana.
Karl Weick es un reconocido psicólogo social que también es un experto en el campo de la motivación. En su opinión, la mayoría de las sociedades modernas son ineficaces para hacer frente a sus problemas más graves, como el desempleo, el fracaso escolar o la delincuencia. Los actores sociales y las esferas políticas siempre terminan proponiendo invertir grandes sumas de dinero para ofrecer, según ellos, "grandes soluciones".
Sin embargo, las grandes soluciones son siempre y sólo el humo, letra muerta; vienen con la mejor de las intenciones de alejarse de donde vinieron. Porque la verdadera clave está contenida en la teoría de los pequeños éxitos, en las pequeñas revoluciones de la vida cotidiana. En detectar lo que no funciona, en ser un microcirujano habilidoso y paciente capaz de reconocer el verdadero problema.
Es necesario crear planes simples y modestos a nivel local, estar cerca de las personas, diseñar estructuras accesibles con las que ir cambiando de mentalidad poco a poco.
“Haz las cosas difíciles cuando son fáciles y comienza las cosas grandes cuando son pequeñas. Un viaje de mil millas debe comenzar con un solo paso".
-Lao Tse-
Metas más pequeñas para mejorar nuestra autoestima
No importa cuán grande sea el problema o desafío en el horizonte. Solo córtalo, divídelo en pedazos pequeños, para que sea mucho más manejable. La teoría del pequeño éxito nos dice que para mantener el nuestra salud emocional, necesitamos ganancias diarias y, para alcanzarlos, nada mejor que fijarse objetivos sencillos todos los días.
Poco a poco nuestra autoestima mejorará y seremos capaces de adoptar cambios cada vez más grandes, para dar pasos más largos y seguros. Mirar hacia arriba y ver ese pico un poco más cerca, día tras día. Invertimos nuestra fuerza en este enfoque simple y humilde, para subir un poco el listón de nuestros límites.