La ansiedad no es agradable. No te deja vivir. Si sufre de ansiedad, es probable que experimente una inquietud generalizada. Te sentirás perpetuamente en anticipación, como si algo negativo estuviera a punto de suceder en cualquier momento, y eso te mantiene en un estado de alarma permanente que te impide relajarte. ¿Cómo curar la ansiedad? será la pregunta que te atormenta a cualquier hora del día o de la noche.
Sin embargo, no puede explicar por qué se siente así, no puede encontrar la causa de la ansiedad. También es probable que seas consciente de que este estado de hiperactivación no tiene sentido, pero no encuentras las estrategias adecuadas para tratar la ansiedad y eliminarla de una vez por todas. El primer paso es comprender la ansiedad.
Ansiedad: trate esta condición determinando primero qué tipo de ansiedad sufre
En general, podemos hablar de dos tipos principales de ansiedad: ansiedad rasgo y ansiedad estado. Distinguir qué tipo de ansiedad tiene es importante porque le permitirá comprender mejor el problema y tomar las medidas necesarias para tratar la ansiedad.
- Estirar la ansiedad indica una persona que ha experimentado ansiedad desde una etapa muy temprana de la vida, quizás desde la niñez o la adolescencia. Estas personas suelen tener un temperamento que les lleva a reaccionar de forma inmediata ante las situaciones más diversas, son fácilmente susceptibles y les cuesta relajarse. De hecho, dado que han tenido que luchar contra la ansiedad durante la mayor parte de su vida, no saben lo que es vivir de manera diferente. Para estas personas, la ansiedad ha sido un compañero de viaje de por vida.
- Estado de ansiedadpor el contrario, se desencadena por algún evento específico (o conjunto de eventos). Ante esta situación, una persona que nunca ha estado particularmente nerviosa responde con ansiedad. En definitiva, sucede que la persona no dispone de las herramientas psicológicas necesarias para afrontar el problema, por lo que su cuerpo y mente responden con un estado de activación "excepcional".
Por supuesto, ambos tipos de ansiedad pueden coexistir. Una persona ansiosa notará que su nivel de ansiedad aumenta ante determinadas exigencias ambientales. Asimismo, alguien que nunca ha estado ansioso puede comenzar a responder con ansiedad a las situaciones más diversas, ya que no puede recuperar el control de su vida emocional.
La buena noticia es que los síntomas de ansiedad se pueden neutralizar sin tener que recurrir a ansiolíticos. De hecho, no debe olvidarse que los medicamentos para la ansiedad no están exentos de efectos adversos y no son una solución a largo plazo. Por el contrario, existen varias estrategias científicamente probadas y fáciles de poner en práctica que son curas naturales para la ansiedad.
Ansiedad: ¿cómo curarla de forma natural?
1. Acepte la ansiedad, sea un observador imparcial
La ansiedad es dañina, lo sabemos y por eso queremos eliminarla. Por tanto, es normal que nuestro primer impulso sea negarlo y rechazarlo. Pero la paradoja es que cuanto más intentamos combatir la ansiedad, más abrumados nos sentimos. Cuando negamos una emoción o un sentimiento, crece.
De hecho, la mente de una persona ansiosa no está llena de preocupaciones sobre los hechos de su vida diaria, sino de metapreocupaciones. Es decir, le importa porque le importa. Esta persona activa su crítico interior, una voz que le dice constantemente que la ansiedad es intolerable, que es incapaz de mantener el control o que su existencia es miserable.
Hacerlo desencadena un círculo vicioso que solo sirve para aumentar la ansiedad. Por tanto, no intentes negar la ansiedad que sientes, pero sé consciente de su existencia. Cuando no huye de una emoción, y mucho menos la etiqueta como "negativa", puede tomar una distancia emocional del problema y recuperar el control de sí mismo. Entonces, la primera respuesta a la pregunta: ¿cómo curar la ansiedad? está aprendiendo a aceptarlo.
2. Elimina las prisas de tu vida
La mayoría de las personas ansiosas se mueven constantemente de un lugar a otro, comen de pie, sin sentarse a la mesa y realizan varias actividades al mismo tiempo. La pantalla de su computadora, por ejemplo, suele ser un desastre formado por varias ventanas y programas abiertos. Y lo que expresamos hacia afuera no es más que el reflejo de nuestra mente.
Sin embargo, cuando asumimos las actividades diarias desde este punto de vista apresurado y caótico, estamos enviando retroalimentación negativa al cerebro, porque es como si le dijéramos que tiene que trabajar aún más rápido porque las cosas están fuera de control. Como resultado, el cerebro responde aumentando aún más los niveles de cortisol y adrenalina, lo que genera aún más ansiedad.
La solución está en romper ese círculo vicioso. Reduce el ritmo y, sobre todo, ordena las actividades que necesitas realizar durante el día priorizando las más importantes. Obligado a reducir la velocidad, verá que podrá hacer mucho más, con menos estrés.
3. No dejes ninguna actividad pendiente
Una de las cosas que más aumenta la ansiedad es saber que tenemos actividades pendientes. En realidad, no son las actividades en sí mismas las que nos desgastan, sino el recuerdo mental constante que les hacemos.
Los expertos en productividad personal aseguran que para solucionar este problema es recomendable aplicar la regla de los 2 minutos. Básicamente, cuando surge una tarea, si no te lleva más de 2 minutos, hazla de inmediato ya que posponerla y recordarla consumirá más energía que hacerlo. Si el negocio tarda más y no lo tiene, pregúntese si realmente importa. Si es así, busque un espacio en su agenda.
Recuerda que la forma en que organices tu día afectará tu estado mental. Por lo tanto, no dejes que la tarea se acumule porque si la dejas para el último momento, solo contribuirá a tu nivel de ansiedad. Aprender a organizar tu vida te permitirá eliminar una gran fuente de ansiedad: las tareas pendientes y aquellas que te quitan energía sin darte nada a cambio.
4. Dedique al menos una hora al día para usted
En la sociedad en la que vivimos, se recompensa hacer en lugar de ser. Por eso, nos sentimos obligados a correr, no a tomarnos un minuto de descanso porque es sinónimo de pereza, es la antítesis de los valores que promueve la cultura occidental.
Efectivamente, no es extraño que las personas ansiosas estén siempre sobrecargadas de trabajo y proyectos pendientes, no pueden ni siquiera dedicar unos minutos al día a sí mismos. Inmersos en ese estado de tensión constante, no permiten que su cerebro se "desconecte", como resultado, los niveles de ansiedad aumentan.
Pero desconectarse y estar solo consigo mismo es tan importante como ser proactivo. Aunque las personas ansiosas a menudo tienen dificultades para sentarse con los brazos cruzados, una excelente alternativa es dedicar al menos una hora al día a una actividad que realmente les guste. De esta forma, el cerebro comienza a liberar una serie de neurotransmisores como las endorfinas, que generan un estado de bienestar y relajación.
5. Cuestiona tus pensamientos negativos recurrentes
La mente de una persona ansiosa es su peor enemigo. De hecho, la ansiedad crece debido a los pensamientos poco realistas que desarrolla la persona. Por tanto, es fundamental que aprendas a detectarlos y a detener su curso.
La situación más común es que la persona ansiosa responda en exceso a situaciones de la vida cotidiana. Hace una "tormenta en un vaso de agua", piensa que un simple error tendrá consecuencias desastrosas. De esa manera, solo agrega tensión innecesaria.
Por eso, es importante empezar a cuestionar esos pensamientos catastróficos que no se ajustan a la realidad. Pregúntese: ¿Es realista esta preocupación? ¿Qué tan probable es que suceda? ¿Que es lo peor que puede pasar? ¿Cómo podría manejarlo?
6. Toma otra perspectiva
La ansiedad está provocada, en gran parte, por el significado que le damos a determinadas situaciones. Por lo tanto, una de las estrategias más efectivas para tratar la ansiedad es cambiar la forma en que pensamos sobre los factores estresantes.
Un estudio realizado en la Universidad de Yale mostró a algunos gerentes un video que transmitía la idea de que el estrés era un potenciador, ya que algunas personas rinden al máximo cuando están bajo presión. Durante las siguientes dos semanas, estas personas no solo mejoraron su desempeño laboral, sino que también reportaron menos problemas psicológicos y su nivel de cortisol, la hormona del estrés, disminuyó. Estos cambios no fueron apreciados en el grupo que todavía creía que el estrés era malo.
Por ejemplo, hacer una presentación en público es estresante y genera ansiedad pero, por otro lado, también es una oportunidad para poner a prueba nuestras habilidades y ampliar nuestra red de contactos profesionales. En este sentido, será de gran ayuda utilizar el "sin embargo" con más frecuencia. Cuando descubra esos pensamientos irracionales, intente cambiarlos usando este término. Por ejemplo, si cuando estás estudiando piensas: “no podré aprobar ese examen”, reestructura ese pensamiento de manera positiva: “quizás no aprobaré el examen; sin embargo, me esforzaré por dar lo mejor de mí ".
7. Vive en el "aquí y ahora"
La persona ansiosa tiende a vivir entre el pasado y el futuro. Se culpa a sí misma por lo que pasó y está preocupada o asustada por lo que pueda pasar. De esta manera llena su presente de ansiedad. De hecho, la ansiedad a menudo surge precisamente de las preocupaciones sobre el futuro. La persona ansiosa sufre una especie de obsesión por el futuro que le hace enfocarse en todos los desastres que podrían suceder.
Pero para eliminar la ansiedad, es importante aprender a concentrarse en el presente. Respire, mire a su alrededor y observe que no está sucediendo nada malo en este momento. Disfruta este momento. Practicar la meditación de atención plena puede ayudarte a lograr este objetivo. Ni siquiera necesitas meditar, solo tienes que aprender a concentrarte en el aquí y ahora, en la experiencia que estás teniendo, sin criticarla y sin dejar que tu mente vaya hacia el futuro.
Dado que probablemente te resultará difícil soltar todas tus preocupaciones de una vez, puedes establecer lo que en Psicología se llama: “período de preocupaciones”. Se trata de posponer esos pensamientos hasta que consigas esos 30 minutos diarios en los que te permites preocuparte por todo lo que quieres. Pero una vez que hayan terminado, si le vienen a la mente otros pensamientos ansiosos, tendrá que posponerlos para la próxima sesión.
8. Maneja mejor tus emociones
Durante muchas décadas, se ha alentado a las personas a reprimir sus sentimientos y emociones. Posteriormente se les dijo que lo mejor era expresarlos ya que de esta forma se podían aliviar estados como la ira y la ansiedad. Sin embargo, ahora se ha demostrado que la ventilación de las emociones no necesariamente ayuda a manejarlas, ni disminuye su intensidad.
Los psicólogos de la Universidad Estatal de Iowa pidieron a algunas personas que escribieran un ensayo y luego hicieron juicios muy negativos al respecto, con el objetivo de generar enojo. A algunas personas se les ofreció la oportunidad de descargar su agresión con un par de guantes de boxeo golpeando un saco de boxeo con la fotografía del examinador. Otros tendrán que esperar sentados en silencio en una habitación. Finalmente, se evaluó su nivel de frustración e ira. Curiosamente, aquellos que "desahogaron" sus emociones fueron más agresivos.
Esto no significa que tengas que reprimir las emociones, pero tienes que encontrar la forma correcta de expresarlas. Golpear una almohada, gritar o desahogar la ira verbal contra alguien puede aumentar los sentimientos negativos. Esto se debe a que ciertas actividades activan tu sistema nervioso, en lugar de calmarlo, que es lo que necesitas. Por eso, para superar la ansiedad, lo mejor es optar por actividades que te permitan relajarte de verdad.
9. Ejercicio
Una de las mejores estrategias para combatir la ansiedad y el estrés es hacer ejercicio. No es necesario que le dediques mucho tiempo, solo media hora al día será suficiente. Aunque se recomienda que sean ejercicios intensos, que es lo que permite liberar una gran cantidad de endorfinas.
De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Princeton encontró que la actividad física regular hace que el cerebro sea más resistente a la embestida del estrés, porque se produce una reestructuración funcional. En la práctica, el deporte detiene la actividad de las neuronas del hipocampo ventral, que son las principales responsables de activar las áreas del cerebro vinculadas a la respuesta al estrés y la ansiedad.
Por lo tanto, es recomendable que se tome un tiempo para hacer ejercicio al menos cinco veces a la semana. No solo notarás una mejora a nivel psicológico, tu salud física también te lo agradecerá.
10. Relájate y respira
Las técnicas de relajación son muy efectivas para tratar la ansiedad. Existen varias técnicas, una de las más comunes es estirar cada grupo de músculos y luego relajarlo suavemente. De hecho, si sufre de ansiedad, es probable que su cuerpo esté muy tenso, especialmente en la espalda y la frente.
También existen técnicas de visualización, que ofrecen excelentes resultados a quienes tienen una imaginación fértil. Una de las más sencillas es cerrar los ojos e imaginar que estás en un lugar tranquilo que te gusta y en el que te sientes cómodo. Imagínese todo con el mayor detalle posible y luego déjese abrumar por los sentimientos positivos que está experimentando.
Estas técnicas deben ir acompañadas de una buena respiración. De hecho, incluso si no somos conscientes de ello, la respiración es un proceso muy importante a través del cual la mente recibe retroalimentación sobre nuestro estado. Cuando respiramos rápida y superficialmente, nuestro cerebro comprende que algo anda mal y que podríamos estar en peligro, aumentando así el nivel de ansiedad. Cuando respiramos profunda y lentamente, todas las funciones corporales, incluida la frecuencia cardíaca, se armonizan y es más fácil relajarse.
Si no averigua las causas, le resultará difícil curar la ansiedad.
Recuerda que para eliminar este problema de una vez por todas, es vital que averigües qué te provoca la ansiedad y aprendas a evitarlas, o al menos a manejarlas de forma más adecuada. Entonces, si te sigues preguntando: ¿Cómo curar la ansiedad? debes saber que en este “Programa para curar la ansiedad” se analizan las principales situaciones estresantes que afrontamos a diario y se ofrecen técnicas prácticas, explicadas paso a paso, para combatir la ansiedad.