Se ha demostrado que el contacto físico aumenta el poder de persuasión y simpatía; además de unir emocionalmente a las personas.
Última actualización: 19 de febrero de 2022
Existen innumerables estudios sobre los beneficios del contacto físico y casi todos llegan a la misma conclusión: el tacto esconde muchos secretos relacionados con el bienestar. No es casualidad que sea uno de los sentidos más desarrollados desde el nacimiento.
Lamentablemente, sin embargo, la sociedad actual nos lleva a hacer lo contrario, especialmente en las grandes ciudades, es decir, a evitar el contacto físico. El tacto se vuelve sospechoso o molesto. Preferimos estar en contacto con los demás a través de un dispositivo, a distancia.
Poco a poco estamos perdiendo los preciados beneficios del contacto físico, sin embargo, seguimos preguntándonos por qué el malestar psicológico es tan frecuente en el mundo.
"La caricia nos calma, y nos lleva a un lugar más cercano a la tierra, al silencio y al sueño, relajados, felices".
-Jorge Guillén-
La piel es una extensión del sistema nervioso. por eso las percepciones táctiles se traducen casi automáticamente en estados fisiológicos del cerebro. El contacto piel con piel afecta a nuestro bienestar y es una valiosa fuente de salud psicológica. Profundizamos en el tema en los siguientes párrafos.
La buena salud, uno de los beneficios del contacto físico
La ciencia ha demostrado que el contacto amistoso hace que la piel envíe una señal al cerebro. Este impulso provoca una disminución de los niveles de cortisol., la hormona del estrés, como efecto principal. Esto, a su vez, promueve la producción de linfocitos, que son la primera línea de defensa del sistema inmunitario.
Del mismo modo, se ha descubierto que el contacto físico aumenta la producción de serotonina, dopamina y oxitocina. Estas hormonas juegan un papel extremadamente importante en la promoción de la sensación de bienestar.
Para respaldar esto, hay un interesante estudio realizado en algunas mujeres que sufrían ataques de migraña recurrentes. Los que habían recibido un masaje informaron que el mero contacto físico había sido suficiente para aliviar su dolor.
Otra investigación involucró la administración de una descarga eléctrica a algunos voluntarios. Las mujeres que sujetaron con fuerza la mano de su pareja durante el experimento experimentaron una descarga menos intensa.
El contacto físico afecta la persuasión
El Dr. Nicolás Gueguen, de la Universidad de Bretaña Meridional, estudió en detalle los beneficios del contacto físico. A través de sus experimentos, pudo comprobar que un ligero toque en el brazo aumenta en gran medida la probabilidad de que alguien acepte las solicitudes de otra persona.
Por ejemplo, se ha encontrado que las camareras reciben propinas más generosas cuando tienen contacto físico con los clientes. Este fenómeno ha sido llamado "el toque del rey Midas".
De manera similar, otro estudio encontró que las personas están más dispuestas a ofrecer un cigarrillo a alguien que lo solicita si se les toca suavemente el brazo.
Otro estudio, por otro lado, involucró una encuesta falsa en la calle. Los resultados mostraron que, en ausencia de contacto físico, solo el 40% de los transeúntes expresaron interés en responder. En reversa, con la introducción de un toque suave, el porcentaje aumentó al 70%.
El vínculo con los demás se vuelve más cercano.
Otras investigaciones han demostrado que el contacto físico activa la corteza cerebral. Esta área controla los sentimientos de consentimiento y confianza. Los resultados indican que las personas que interactúan con otras a través del contacto físico son percibidas como más honestas y confiables.
Otro experimento verificó esto de manera diferente: después de arrojar basura deliberadamente en la calle, se pidió a los transeúntes que ayudaran a recogerla. El 63 % aceptó inicialmente, pero con la introducción de un gesto de contacto físico el porcentaje ha subido al 93 %. Las personas, por tanto, sienten más simpatía hacia quienes hacen contacto físico con ellas..
En Francia, los compradores de un producto calificaron mejor a los vendedores que les dieron la mano que a los que no lo hicieron. Por supuesto, las variables culturales pueden hacer que los resultados varíen significativamente.
Contacto físico con uno mismo
El sexólogo español Javier Sánchez ha estudiado en cambio las repercusiones del contacto físico sobre uno mismo. Llegó así a la conclusión de que Todavía existen fuertes tabúes, especialmente entre las mujeres, con respecto al contacto con sus genitales.. Esto afecta su vida adulta, llevándolos a percibir su sexualidad como ajena.
En el caso de los hombres, sin embargo, las familias suelen reprimir e incluso castigar el contacto físico. Son criados como "duros", y como tales no necesitan ser acariciados. De lo contrario, corren el riesgo de ser considerados frágiles y no masculinos; por eso también a muchos hombres les cuesta ser cariñosos.
Conclusiones
Los beneficios del contacto físico son tantos que incluso el mero hecho de acariciarse es positivo. Los primates, que tienen cerebros menos desarrollados que el nuestro, pasan el 20% de su tiempo tocándose unos a otros. Surge entonces espontáneamente la siguiente pregunta: ¿realmente sabemos comunicarnos con el tacto?
