En medio del estruendo, cálmate. En medio del miedo y el zumbido de la incertidumbre y el pánico, cálmate. Solo un enfoque mental tranquilo y relajado puede ayudarnos a aprovechar nuestra fuerza psicológica. Es hora de despertarlo y hacer uso de él.
Última actualización: 05 de junio de 2020
No es fácil encontrar la calma en medio del caos.. No es fácil mantener el equilibrio cuando uno se siente abrumado, cuando el viento sopla sobre su cabello susurrando mensajes de miedo que saben a incertidumbre en nuestros oídos.
Tendemos a adelantarnos, a responder al pánico que nos asalta de forma precipitada, con la mente y las emociones. En estas situaciones, lo ideal es encontrar la calma.
La palabra "miedo" tiene raíces mucho más profundas que un malestar momentáneo. En sí contiene todo el caleidoscopio de sensaciones que van desde el fantasma de la conducta más irracional hasta nuestras respuestas más integrales. Porque reconocer el miedo y afrontarlo de forma proactiva, para encontrar una solución al problema, es posible.
Como señaló el psiquiatra Karl Augustus Menninger, es posible educar los medios para aprender a dar pasos más firmes. Por fácil que se diga, es quizás el acto más complejo y traumático para un ser humano.
Porque cuando el caos llama a la puerta y nos quita la calma, la mente corre el riesgo de perder el control. Y lo peor es que puede infectar la mente de los demás haciendo del miedo un enemigo común de dimensiones extraordinarias.
En estos contextos hay que encontrar la calma. Una dimensión que se puede entrenar para poder contener al monstruo del miedo, la ansiedad y el comportamiento irracional.
En medio del caos, debemos tener una mentalidad tranquila
Hay gente que ha enfermado (metafóricamente) por la avalancha de malas noticias que emiten las televisiones, en la radio y en las redes sociales. En parte porque los datos inquietantes, los hechos inquietantes y los mensajes negativos parecen empañar los positivos.
En promedio, las noticias negativas siempre se comparten antes que las noticias esperanzadoras. Y muchas veces lo hacemos sin asegurarnos de antemano de que la información compartida sea veraz o no.
Pues bien, la información es un medio de poder y es derecho de todos poder disponer de ella y estar en contacto con la realidad inmediata. Pero hay momentos en que las circunstancias y ciertos hechos se nos presentan agobiantes y despiertan en nosotros un único sentimiento: el de la impotencia.
No saber qué puede pasar mañana es sin duda una de las sensaciones que más nos asusta y limita. Somos criaturas acostumbradas a tener control sobre la realidad inmediata (o al menos a creerlo). Experimentar la repentina sensación de estar en medio del caos, de que lo que ayer dábamos por sentado ya no lo es, nos duele y nos trastorna. ¿Qué podemos hacer en estos casos?
Para encontrar la calma hay que aceptar que no se puede tener control sobre todo
Los contextos de incertidumbre fomentan la ansiedad. A esto se suma otro factor: el contexto, la información que recibimos, las personas que nos rodean, contagiarnos de sus emociones y miedos… Nada aumenta tanto la angustia como el no saber, como la incertidumbre.
Un ejemplo: es mucho peor no saber si perderemos el trabajo que estar seguros de haberlo perdido. El cerebro reacciona inesperadamente. Para ello, es fundamental aprender a tolerar la incertidumbre.
tenemos que aceptar eso aunque no tengamos control sobre ciertas cosas, siempre podremos controlar nuestras reacciones.
Actuar con calma es lo ideal. Representa el enfoque mental por el cual responder de la manera más correcta, razonable y segura dando lo mejor de nosotros.
Elimina los pensamientos catastróficos para despejar tu mente y encontrar la calma
En medio del caos, los pensamientos catastróficos solo nos hunden. Abrumada por las dificultades, en un escenario lleno de dudas y problemas, la mente debe ser nuestra aliada y no convertirse en un oponente que frena nuestros pasos.
Es absolutamente vital aprender a barrer de nuestro enfoque diario los sentimientos que adormecen, alimentan el miedo y aumentan los problemas en lugar de acercarse a la solución.
Necesitamos ser conscientes de esto y eliminar el diálogo interno negativo. La calma debe ser un faro capaz de guiarnos en la oscuridad.
En medio del caos... ¿quién elige ser?
En tiempos difíciles, responder a la pregunta “quién quieres ser” puede ayudarnos a salir del caos. ¿El héroe o la víctima? ¿Quién fue útil o quién empeoró la situación? ¿Una persona de la que estar orgulloso o una figura que ha elegido la quietud y el pánico?
Elegimos, decidimos cuál será la huella que dejaremos en esos días en los que nos vemos obligados a dar lo mejor de nosotros mismos.
En un escenario de crisis, la calma es una compañera capaz de trazar caminos serenos y seguros. Con él a nuestro lado, vemos las cosas más claras y esto nos permite reaccionar de manera proactiva y responsable.
Es hora de activarlo, es hora de actuar juntos con serenidad, inteligencia y tranquilidad en un presente de cambios e incertidumbres.