Última actualización: 01 de abril de 2020
El estrés es uno de los grandes males de nuestro tiempo, especialmente en los países más desarrollados. No es fácil mantener la calma en un mundo que corre a una velocidad de vértigo, sobre todo gracias a las nuevas tecnologías. Tampoco es fácil tolerar los altos niveles de ruido y hostilidad en las grandes ciudades. Si bien muchas personas han desarrollado una gran capacidad de adaptación, el manejo del estrés sigue siendo una tarea difícil.
A medio y largo plazo, el estrés causa graves daños tanto mentales como físicos. Muchas dolencias físicas son el resultado de este estado psicofísico enfermizo. Asimismo, el estrés nos bloquea, no nos permite pensar con claridad y puede tener repercusiones en nuestras relaciones.
Si no se trata de un caso demasiado grave, que requiera la intervención de un psicólogo, es posible aprender a gestionar el estrés mediante unos sencillos trucos. A veces basta con hacer una pausa y poner en práctica los hábitos saludables que te presentamos a continuación.
"Relax. Una tierra que ha descansado produce una cosecha abundante.”
-Ovidio-
Trucos para manejar el estrés
1. Identifique cuándo se establece el estrés
Reconocer el estrés no es tan fácil como puede parecer a primera vista. Muchas veces solo podemos identificarlo cuando alcanza niveles altos. El estrés se manifiesta a nivel físico y emocional. Puede tener una intensidad creciente o permanecer latente.
Una pista física del estrés es la tensión muscular, especialmente en la zona de la mandíbula, el cuello y los hombros. También hay algo de tensión en la cara y, a menudo, tendemos a apretar los labios. Emocionalmente, experimentamos una sensación de irritación mezclada con ansiedad. Estos sentimientos nos dicen que es hora de tomar un descanso.
2. Practica técnicas de respiración
La respiración es una herramienta poderosa para todos y fácil de usar en cualquier momento o situación para controlar el estrés.. Es una forma extraordinaria de recuperar la serenidad. Se ha demostrado que la respiración lenta y regular activa el nervio vago, que es responsable de moderar la respuesta al estrés.
Simplemente póngase en una posición lo más cómoda posible y comience a inhalar muy profundamente. Trate de concentrarse en la sensación de los pulmones llenándose de aire. Luego exhala muy lentamente. En tan solo dos o tres minutos, habrás reducido tus niveles de estrés.
3. Distraer la atención
El estrés está asociado con una respuesta de lucha o huida. Debido a esto, cuando estamos bajo estrés, nuestra atención se centra tanto como sea posible en el objeto que originó el estado de tensión. Si continúa enfocándose en la fuente de inquietud, la sensación de estrés solo aumentará.
Por ello, es importante que hagas un esfuerzo por desviar la atención. Observa un objeto que esté cerca de ti. Trata de describirlo mentalmente con el mayor detalle posible.. Luego repite el mismo ejercicio con otros dos objetos. Este sencillo truco te ayudará a gestionar el estrés regulando tus impulsos y ampliando de inmediato tu panorama emocional.
4. Mira una imagen relajante
Las imágenes transmiten sensaciones que quedan impresas en el observador. Por eso es bueno tener siempre a mano una fotografía o imagen que nos de tranquilidad. Las más adecuadas son las imágenes de paisajes, sobre todo si son lugares aislados, con clima frío, mucho verde o mucha agua.
Cuando te sientas muy estresado, mirar estas imágenes te ayudará a relajarte.. También es una forma útil de centrar la atención en algo agradable, lo que ayuda a disminuir la sensación de ansiedad.
5. Reinterpretar la experiencia
A veces saber que estamos estresados aumenta el estrés que sentimos. Nos damos cuenta de que estamos angustiados y queremos deshacernos de ese sentimiento lo antes posible. Pero, como no siempre es fácil, esta toma de conciencia, en lugar de calmarnos, nos preocupa aún más. Una vez que se identifica y acepta el estrés, es importante poner en marcha una serie de mecanismos para reducirlo. No hay necesidad de aplicar estrategias complicadas y frustrantes que solo lo elevarán.
Trate de reconocer todas las formas en que el estrés se manifiesta en usted. ¿En qué estado se encuentra tu cuerpo? ¿Qué posición has adoptado? ¿Cómo late tu corazón? ¿Qué tipo de pensamientos se producen en tu mente? Esta y otras preguntas similares te ayudarán a reinterpretar lo que sientes. De esta manera, la sensación de tensión se irá desvaneciendo gradualmente.
6. Adopta una postura corporal antiestrés
Debes saber que existen posiciones corporales estresantes y otras posiciones corporales antiestrés. Los primeros son, por ejemplo, sentarse con las piernas cruzadas o mover una pierna, o ambas, a un ritmo rápido y constante. Tu espalda estará más arqueada y los músculos de tu cara muy tensos.
Al contrario, estar de pie, con la espalda recta y hacer muecas con la cara te ayudará a manejar el estrés. Es una posición que nos da confianza y seguridad. Según un estudio publicado en Health Psychology, esta posición también inhibe la producción de cortisol.
7. Haz un ejercicio de mano sencillo
Se ha demostrado quey cerrar con fuerza los puños de ambas manos y luego abrirlos es un ejercicio que ayuda a reducir el estrés. Es un gesto agresivo, y por ello ayuda a liberar tensiones en momentos de fuerte inquietud.
Todos estos pequeños trucos pueden ser muy efectivos para manejar el estrés. Es normal sentirse un poco tenso en un mundo como el actual, sobre todo si vivimos en una gran ciudad. Lo importante es no dejarnos invadir por el estrés y aplicar las herramientas necesarias para controlarlo cuando aparece.