La creatividad no es un regalo, es una habilidad que se entrena y se desarrolla a lo largo de la vida. Todos tenemos la semilla de la creatividad, solo que a medida que crecemos, algunos la cultivan y la cuidan, mientras que otros simplemente la dejan morir.
Sin embargo, en tiempos de crisis, la creatividad es un gran aliado y puede marcar la diferencia entre el éxito más sensacional y el fracaso total.
La buena noticia es que nunca es demasiado tarde para desarrollar la creatividad. De hecho, un estudio realizado en Estados Unidos encontró que el prototipo del emprendedor exitoso no es el joven que abandona la carrera universitaria (aunque estos son los casos más publicitados), sino el 38% de las personas que han iniciado una exitosa carrera. proyecto original lo hicieron cuando tenían más de 40 años.
Hay muchos ejemplos, solo piense en Arianna Huffington, quien tenía 54 años cuando fundó el Huffington Post, o Carol Gardner, quien fundó Zelda Wisdom a los 52 años, una compañía que cotiza en más de $ 50 millones.
¿Qué diferencia a las personas creativas de las demás?
- Sueñan despiertos. Para las personas creativas soñar despierto no es una pérdida de tiempo, al contrario, son conscientes de la importancia de este proceso. Dejar que tu mente divague libremente, sin límites, es un excelente entrenamiento que te permite prepararte para el momento creativo y acostumbrarte a abandonar los patrones. Además, no es la primera vez que un "ensueño" lleva a la solución de un problema o genera una idea brillante, porque en esta etapa la imaginación se hace cargo.
- Son observadores cuidadosos. Al contrario de lo que muchos creen, las personas creativas no siempre están con la cabeza en las nubes, son observadores bastante atentos que constantemente miran los detalles y recopilan información con respeto. Nada escapa a su mirada atenta. Así, cuando se sumergen en el proceso creativo, pueden recurrir a distintas fuentes de información y utilizar los datos de forma original para dar forma a un proyecto interesante.
- Disfrutan de la soledad. Más allá del mito del artista atormentado o del genio incomprendido, lo cierto es que las personas creativas disfrutan de la soledad y la buscan. A solas consigo mismas, en esos momentos pueden dejar la mente libre, algo difícil de hacer cuando están constantemente rodeados de personas o conectados perpetuamente a través de la tecnología. La creatividad implica, sobre todo, ponernos en contacto con nosotros mismos, con nuestros pensamientos y emociones.
- Buscan constantemente nuevas experiencias.. Un cerebro que no se alimenta de nuevas experiencias simplemente languidece, sucumbe a los hábitos. Las nuevas experiencias estimulan la curiosidad intelectual, nos permiten vislumbrar nuevos aspectos de la realidad y nos animan a romper paradigmas. Las personas creativas son conscientes de esto y buscan diferentes formas de aumentar su inteligencia. También están acostumbrados a realizar cambios radicales en su vida, que los alejen de la monotonía.
- Aceptan problemas y desafíos. Si bien para la mayoría de las personas un problema es un obstáculo para los creativos, representa una oportunidad para poner a prueba sus habilidades, un desafío sin resolver. Este cambio de perspectiva les permite afrontar los retos con una actitud más positiva y sin dejarse cegar por las emociones negativas.
- Son persistentes. Las personas creativas saben que no todo funciona en el primer intento, pero no se rinden ante el primer error, vuelven a trabajar de inmediato. Aprenden a no tomarse los errores demasiado en serio y a perseverar. De hecho, mientras que para la mayoría de las personas un error es un motivo para abandonar el proyecto, para el creativo se convierte en un aliciente que le da fuerza.
- Asumen los riesgos. Creatividad significa crear algo diferente, algo que nadie se había atrevido a hacer antes. Por tanto, siempre asume un riesgo. Las personas creativas no suelen tener miedo a las críticas ni a los detractores, siguen asumiendo los riesgos necesarios simplemente porque creen en su trabajo.
- Se hacen preguntas importantes. A menudo, la clave no está en el resultado final, en el producto, sino al principio, en saber hacer las preguntas correctas. Las personas creativas cuestionan todos los aspectos de su vida y se preguntan constantemente si podrían mejorar o hacerlo de manera diferente. En muchos casos, identificar y hacer las preguntas correctas es la clave para encontrar las soluciones correctas.
- Se apasionan. La creatividad viene de dentro, de la pasión, del deseo de conocer e ir más allá de las convenciones. Las personas creativas a menudo no buscan reconocimiento social o recompensa porque su trabajo ya es lo suficientemente motivador. Por tanto, pueden dedicar gran parte de su vida a un proyecto sin desanimarse nunca.
- Saben combinar todas las prendas holgadas. Esta es probablemente una de las características más importantes de las personas creativas: su capacidad para conectar puntos aparentemente no relacionados entre sí y establecer nuevas relaciones donde nadie los había vislumbrado. De hecho, muchos argumentan que la creatividad no es más que poder conectar cosas que antes estaban desconectadas entre sí para crear algo diferente.