7 creencias falsas que te mantienen esclavizado

7 creencias falsas que te mantienen esclavizado"No te mantengas tan ocupado que te olvides de que tienes una vida". No recuerdo dónde leí esta frase, pero en estos tiempos, cuando el mundo parece cada vez más frenético y convulsivo, viene en nuestra ayuda. A veces estamos tan ocupados que nos olvidamos de vivir, las expectativas, las necesidades de los que nos rodean, el trabajo, los compromisos sociales y la tecnología ocupan gran parte de nuestra vida. Nos transformamos en verdaderos equilibristas para repartir el tiempo para que podamos hacer todo y satisfacer a todos, pero al final, hay una persona que siempre queda relegada a un segundo plano, que solo toca las migajas del tiempo que queda: nosotros mismos. Es extraño que pocas veces nos demos cuenta de esta contradicción, porque deberíamos ser los protagonistas de nuestra vida. No podemos estar satisfechos solos
El punto es que, mientras nos esforzamos por complacer a todos, nos olvidamos de vivir. Nos sobrecargamos de actividades que nos roban no solo nuestro tiempo, sino que también son perjudiciales para nuestro equilibrio mental. Nos convencemos de que estas actividades son importantes porque literalmente creemos en un conjunto de creencias falsas que la sociedad nos ha transmitido.

Las creencias erróneas que nos mantienen ocupados y nos impiden disfrutar de la vida

1. El reconocimiento social da satisfacción. Tendemos a creer que cuando los demás reconocen nuestro trabajo, nos sentimos satisfechos, felices y realizados. Sin embargo, el hecho es que el reconocimiento social genera una satisfacción muy fugaz, tan efímera que realmente no merece la pena dedicarle tanto tiempo y esfuerzo. Esto no significa que no tengamos que hacer cosas por la sociedad, pero la razón no tiene que ser el reconocimiento social, sino la satisfacción interior. Confucio solía decir: "Elige un trabajo que te guste y nunca más trabajarás un día de tu vida".
2. El dinero da felicidad. Nuestra sociedad alimenta el consumismo, lo necesita para sobrevivir. Por eso alimenta falsas necesidades haciéndonos creer que teniendo el coche más potente, la casa más grande y el último modelo de smartphone seremos más felices. Sin embargo, muchos estudios científicos han demostrado que el dinero no compra la felicidad, las relaciones humanas son nuestra principal fuente de satisfacción. Hacer todo exclusivamente por dinero nos aleja de la felicidad y nos quita la paz interior. Frank Clark no podría decirlo mejor: "El hombre moderno vive un viaje salvaje tratando de ganar lo suficiente para comprar cosas que no tiene tiempo para disfrutar".
3. No tengo otra alternativa. Muchas personas pasan décadas haciendo trabajos que no les gustan, viven en un lugar que no les gusta y pasan el rato con otras personas.
no tienen nada en común con ellos, simplemente porque piensan que no tienen otra opción. La verdad es que siempre hay buenas excusas para no salir
de nuestra zona de confort. Y siempre hay alternativas, solo a veces somos nosotros los que tenemos que construir el nuevo camino, no nos sirven
en bandeja de plata, pero debemos esforzarnos por intentar cambiar el curso de nuestra vida cuando no nos satisface.
4. Soy indispensable. Muchas personas viven en las garras del Síndrome de Superman, piensan que solo ellas son capaces de realizar determinadas actividades.
Es posible que debido a tu experiencia o habilidad seas más adepto y capaz que otros en algunas cosas, pero eso no significa que no las haya.
igualmente capaz. El día que te vayas el mundo seguirá girando, porque no eres indispensable. Cuando falta una pieza del
máquina, el resto de los engranajes se reposicionan para mantener el mecanismo en funcionamiento. Entonces, aprenda a delegar, para tener
más tiempo para ti y, de paso, al hacerlo, darás a los demás la oportunidad de aprender. Soy más productivo si tengo plazos que cumplir. Es cierto que algunas personas son más productivas trabajando contrarreloj, con plazos ajustados. Sin embargo, ¿sabes por qué? Porque bajo presión aumenta el nivel de estrés y nuestro cuerpo segrega una serie de hormonas que nos dan un extra de energía
necesario. Sin embargo, dentro de estas hormonas se encuentran el cortisol y la adrenalina, cuando sus niveles permanecen altos durante un largo período de tiempo el cuerpo
sufre y nos enfermamos. Entonces, si bien es cierto que al trabajar con poco tiempo disponible somos más productivos, esto no significa que hacerlo sea saludable.
6. Todo el mundo hace esto. Probablemente todos los que te rodean sigan el mismo estilo de vida y te reflejes en ellos como en un espejo. Sin embargo, cuando se trata de felicidad y satisfacción personal, el dicho "mil millones de moscas no pueden estar equivocadas" no se aplica. La felicidad es un viaje personal, si no estás satisfecho con lo que estás haciendo ahora mismo, no importa que todos los que te rodean lo hagan así, tienes que cambiar. Además, recuerde siempre que tendemos a sobrestimar la felicidad de los demás. Por lo tanto, no mire a su alrededor tratando de imitar lo que hace una persona que "cree" que es feliz, busque las respuestas dentro de usted.
7. La relajación es sinónimo de pereza. Algunas personas actúan siempre buscando el límite, se esfuerzan cada vez más, incluso cuando llega la fuerza.
menos, solo porque creen que no hacer nada es sinónimo de pereza. De hecho, el descanso y la relajación son fundamentales para ser más productivos y lograr un buen equilibrio psicológico. Seguir avanzando, no tomar nunca un descanso para reconsiderar nuestros objetivos, significa avanzar en la vida con los ojos vendados. En ocasiones es necesario detenerse, reflexionar y, si es necesario, cambiar de estilo de vida.
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