¿Cuántas veces hemos escuchado a otros decir que tenemos que aceptar la situación? Asume que tenemos que aceptar los errores de los demás y los nuestros, la impotencia para cambiar muchas cosas que nos gustaría diferentes, el hecho de que tenemos límites ... En fin, siempre habrá alguien que nos recuerde que tenemos que Aceptar algo, incluso en ocasiones, según el tono con el que nos llega el mensaje, se nos hace comprender que no solo debemos resignarnos sino que también debemos estar satisfechos con lo sucedido. Algo que, por supuesto, es un completo disparate para nosotros.
En este sentido, la definición deaceptación
de Romano Guardini quien dice que no se trata de aguantar todo de forma débil y pasiva, sino de observar la realidad y prepararse para afrontarla con actitud combativa, dispuesta a luchar por ella. lo cual está mal hecho, para la mediocridad y el conformismo, pero lo cierto es que aceptar algo (pase lo que pase) es un acto de valentía que implica que por fin hemos entendido la realidad y decidimos afrontarla. Aceptar una situación implica no solo comprender una idea cognitivamente, sino también compartirla emocionalmente, por lo que la aceptación radical presupone aceptar las cosas por lo que son pero también por lo que no son. Y esta frase no es un simple juego de palabras, sino que contiene un significado profundo, ya que normalmente aceptamos un fenómeno porque nos sentimos incapaces de cambiarlo pero este acto también implica que asumimos una actitud pasiva en la que no estamos del todo satisfechos con al contrario, cuando aceptamos una realidad, con todas las implicaciones que tiene para nosotros, estamos asumiendo una actitud activa ante la vida. De esta manera, la aceptación genuina nos ofrece la oportunidad de ver el mundo con otros ojos y tener un papel activo en el proceso. Cambia nuestra posición, de víctimas pasamos a ser protagonistas Obviamente, el proceso de aceptación suele ser largo y nada sencillo, porque muchas veces implica un cambio en nuestro esquema de valores, en esas creencias que damos por sentado y que dieron un orden lógico para nuestra vida. Sin embargo, siempre según las palabras de Guardini: “El principio de cualquier propósito y logro moral radica en reconocer lo que es; incluyendo errores y defectos. Sólo si me decido honestamente a asumir el peso de mis defectos puedo ponerme serio, y sólo en una segunda vez puedo comenzar el trabajo que me permita superarme a mí mismo ”.