Para poder comunicarse efectivamente con otra persona, saber escuchar es una de las habilidades más importantes. Afortunadamente, es una habilidad que se puede practicar y mejorar con compromiso y dedicación. Hablamos de ello en este artículo.
Última actualización: 10 agosto 2021
Aprender a escuchar es una habilidad que se puede cultivar y potenciar, especialmente si quieres interactuar auténticamente con quienes te rodean. ¿A quién no le gusta que le escuchen con atención e interés?
Uno de nuestros mayores defectos es que tendemos a pasar más tiempo hablando que escuchando. El problema es que no nos damos cuenta de los efectos que puede tener en nuestras relaciones con los demás.
Escuchar de verdad, con atención, es una virtud que nos permite captar lo que nos llega, analizar la información recibida, tomar decisiones y opinar. Es fundamental establecer una buena comunicación y enriquecer nuestras relaciones interpersonales.
“Se necesita coraje para ponerse de pie y hablar. Pero mucho más para sentarse a escuchar”.
-Winston Churchill-
Escuchar: participación y empatía
Hoy en día es fundamental tener un cierto grado de habilidades comunicativas, habilidades que no sólo atañen a hablar, sino sobre todo a saber escuchar a quienes nos rodean. Pero algo que parece tan simple, a veces puede no serlo.
En general, saber escuchar implica establecer una conexión con otra persona y prestar mucha atención a la información que decide revelarnos. En otras palabras, escuchar necesita empatía.. Por esta razón es una habilidad que requiere tiempo, práctica y dedicación.
La mayoría de las personas no se consideran aisladas en sentido estricto, pero a veces sucede que una comunicación profunda y auténtica deja paso a otra más práctica y funcional, en la que el peso de los sentimientos es menor y el interlocutor tiende a ser menos escuchado. .
5 maneras de aprender a escuchar
El psicólogo Daniel Goleman dice que saber escuchar es una de las principales habilidades en las personas con inteligencia emocional. Por eso es crucial manejar las relaciones con los demás.
Si quieres desarrollar el arte de aprender a escuchar activamente, más allá del significado literal de las palabras, toma nota de los siguientes consejos:
Trate de evitar las distracciones
Estamos constantemente expuestos a múltiples fuentes de distracción, desde ruidos externos, como los sonidos de nuestros dispositivos electrónicos, hasta ruidos internos, como nuestros pensamientos en forma de preocupaciones.
Para escuchar correctamente es importante evitar cualquier tipo de distracción y centrar nuestra atención en lo que el otro nos está transmitiendo. Es decir, se trata de centrarnos en el aquí y ahora, en el momento presente, en lo que estamos haciendo.
Hacer preguntas abiertas y honestas
Una pregunta abierta invita a la otra persona a contar su historia, ya que la incita a responder con más de un monosílabo sí o no.
Estas preguntas son capaces de crear un espacio para una respuesta más amplia, así como comunicar que somos empáticos con los demás y que nos interesa todo lo que nos dicen.
Hacer preguntas abiertas a nuestro interlocutor es una buena técnica para aprender a escuchar, ya que le animamos a que responda con no pocas palabras.
No interrumpas para aprender a escuchar
Si te resulta difícil evitar interrumpir la conversación e introducir nuevos temas, debes tener cuidado, porque si solo te preocupas por ti, la otra persona pasa a un segundo plano. Por lo tanto, percibirá que no estás interesado.
Por esta es importante aprender a escuchar con atención y empatía, tratando de no cortar el hilo de la conversación. Esta es la única manera de transmitir al otro que queremos saber lo que está diciendo.
Saber respetar el turno, pero sobre todo prestar atención a lo que nos dicen son trucos imprescindibles para comunicarnos con los demás y evitar los monólogos.
Practica la escucha activa
A veces puede resultar paradójico que la falta de comunicación y el aislamiento que muchas personas experimentan hoy en día se deban en gran parte a una escucha inadecuada.
Más allá de eso, muchos están convencidos de que escuchar es un proceso automático. La escucha activa implica esencialmente:
- Presta atención al interlocutor.
- Haz un esfuerzo por captar el mensaje.
- Demostrar la capacidad de descifrarlo con precisión.
La escucha activa se refiere a la capacidad de escuchar no solo a la persona que está hablando, sino también para descifrar sus sentimientos, ideas y pensamientos que subyacen a lo que está diciendo.
Este tipo de escucha requiere más esfuerzo que el que haces cuando hablas y también el que haces cuando escuchas sin interpretar lo que estás escuchando.
Dejar de lado los prejuicios para aprender a escuchar
Es importante ser consciente de que cuando tenemos una persona frente a nosotros, no está exenta de recibir juicios y opiniones por nuestra parte, independientemente del tema que estemos tratando en la conversación.
Hacer juicios de valor hacia el interlocutor puede desplazar la atención hacia la persona más que hacia el discurso, que está claramente influido por ello. Es importante evitar juzgar al otro. o al menos entrar en una dinámica negativa de prejuicios y críticas.
Para concluir, hablar y escuchar son mecanismos implícitos en todo acto de comunicación. Como hemos visto, saber escuchar nos define como personas y dice mucho de nosotros.
Es una demostración de interés y preocupación por el otro, además de ser un verdadero acto de generosidad.