No todo el mundo es capaz de aprender de sus errores. Según la ciencia, esto podrÃa deberse a la falta de dos emociones: vergüenza y culpa. Sin embargo, existen factores igualmente sorprendentes, los analizamos en este artÃculo.
Última actualización: 09 de abril de 2022
Gente que no aprende de los errores., que tropiezan diez veces con la misma piedra, pero también se encariñan con ella y la llevan sobre sus hombros.
Es fácil pensar que este perfil exhibe poco más que algún tipo de ceguera de experiencia, torpeza cognitiva o inmadurez emocional que les lleva a cometer errores evidentes para los demás.
¿Quién no ha cometido el mismo error dos o tres veces? Es muy fácil encontrarse estableciendo una y otra vez el mismo tipo de relación, abrazando esos lazos que duelen y dejan huella. Asimismo, pasa por insistir en ciertas metas imposibles que solo nos han llevado al fracaso.
¿Es terco? A veces sÃ. ¿Es ingenuo? Quizás. Vale la pena recordar cómo Benjamin Franklin definió la estupidez humana: hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.
Nada es tan necesario para cada uno de nosotros como admitir esa "estupidez". Es decir, detectar el error, aprender de él y adoptar comportamientos alternativos para avanzar, crecer y mejorar en todo lo posible. Asà que tratemos de entender por qué a veces es tan difÃcil darse cuenta de tal obviedad.
Personas que no aprenden de los errores: ¿por qué?
Hay muchas razones por las que muchas personas no aprenden de los errores. Ante todo, hay que tener en cuenta que hay "errores y errores".
Puede estar mal confiar en las personas equivocadas una y otra vez. También podemos hablar de aquellos que se marcan metas y siempre fallan en el mismo punto, en los mismos aspectos.
Ma también existen otros tipos de errores, como los relativos a la ética y la moral. Piénsese, por ejemplo, en la población penitenciaria y en uno de los fines de las cárceles: reintegrarlos a la sociedad.
Para ello, los hombres y mujeres que han cometido un delito deben tomar conciencia de su culpa, de su error, arrepentirse y reinsertarse en la sociedad como los demás.
Aprender de los propios errores implica empatizar con el mal causado y poder defender otros valores, más humanos, más éticos y respetuosos.
Sin embargo, como todos sabemos, un buen porcentaje de ex delincuentes de corta o larga duración cometen un nuevo delito. P¿Por qué pasó esto? ¿Por qué hay personas que no aprenden de los errores?
Culpa y vergüenza de aprender de los errores
Cuando cometes un error, todos se sienten avergonzados. Si además de eso lastimas a otras personas, también es común sentir un fuerte sentimiento de culpa.
Estas emociones juegan un papel crucial en el comportamiento humano: hay ayudan a enmendarse, a querer resolver ciertas dinámicas para que estas sensaciones ya no se manifiesten. Además de esto, deseamos que una segunda vez todo sea mejor para nuestro bien y el de los demás.
Entonces, una de las razones por las que algunas personas no aprenden de sus errores es porque no sienten las emociones antes mencionadas. Asà lo demuestra un estudio realizado en 2014 en la Universidad George Mason sobre 500 convictos.
Los resultados indican dos perfiles. Por un lado, los que se han sentido culpables y han mejorado con la libertad condicional; por otro lado, aquellos que han eludido sus responsabilidades y concentrado la culpa en las circunstancias, en factores externos.
La mutación A1, otra razón por la que hay personas que no aprenden de los errores
Tilmann Klein y el Dr. Markus Ullsperger del Instituto Max Planck para el Cerebro Humano y las Ciencias Cognitivas en Leipzig, Alemania, dicen que saben por qué hay personas que no aprenden de los errores.
El origen serÃa genético y, en concreto, consecuencia de lo que llamaron la mutación A1. Esta mutación reduce la cantidad de receptores D2 en el cerebro, a los que se une la dopamina.
¿Cuáles son las implicaciones de esto? Primero debemos entender qué papel juega este neurotransmisor: promueve el aprendizaje, la motivación, la recompensa, la sensación de placer.
Si todas estas dimensiones fallan o son mÃnimas, el individuo no No sentirá ninguna motivación para corregir sus errores, mejorar o crecer.
Sin duda es un dato curioso que vale la pena considerar. En este caso, la incapacidad de aprender del fracaso tendrÃa un origen cerebral.
¡La culpa es de los demás!
Para entender qué lleva a ciertas personas a no admitir o corregir sus errores, no se puede descartar un hecho: demasiadas personas ignoran cualquier responsabilidad y la colocan en otros. Es un comportamiento común, el más puro reflejo de la irresponsabilidad y la inmadurez.
Siempre es más fácil culpar a los demás o asumir que el destino nos ha jugado una mala broma.. No tengo éxito en los negocios porque hay una crisis; Empecé una relación con un narcisista nuevamente, porque el mundo está lleno de ellos. ¡No soy responsable de nada!
Conclusiones
Situaciones como las descritas abundan mucho más de lo que pensamos. Pocos aspectos son más relevantes para nuestra existencia que detectar el fracaso, admitir la culpa, error y tener la audacia, la inteligencia y la sensibilidad para admitirlo y ponerle remedio. Esto no solo nos ennoblece, sino que también promueve el crecimiento de la especie humana.