No importa si estamos rodeados de personas: cuando perdemos el sentimiento de unidad, empezamos a sentirnos confundidos, perdidos y vulnerables.
Última actualización: 18 septiembre, 2021
¿Te sentiste solo, aislado y desconectado en algún momento de tu vida? Es una de las sensaciones más desagradables, pero también una de las más frecuentes. No importa si estamos rodeados de gente: cuando perdemos el sentimiento de unidad, comenzamos a sentirnos confundidos, perdidos y vulnerables.
Empezamos a dejarnos llevar por el miedo, la envidia o el rencor, enfatizamos lo que nos divide y olvidamos lo que nos une. ¿Por qué pasó esto?
El sentimiento de unidad y pertenencia es una de nuestras necesidades básicas. Nos vinculamos con familiares, amigos y compañeros de trabajo para dar forma a nuestra identidad y, en más de una ocasión, percibimos a los que están fuera de estos grupos como extraños o enemigos.
Sin embargo, el problema crece cuando nos sentimos distantes de nuestros seres queridos, cuando nuestro dolor y vivencias se nos presentan como únicos y nadie parece ser capaz de entendernos.
El sentimiento de unidad hacia los demás varía en las distintas etapas de la vida. Sin embargo, es fundamental para nuestro bienestar emocional. En esta ocasión enumeramos los importantes beneficios que ofrece y te animamos a desarrollarlo de nuevo si sientes que lo has perdido.
¿Cómo es beneficioso el sentimiento de unidad?
El sentimiento de unidad es personal y socialmente beneficioso. Mejora nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad para hacer frente a los obstáculos y la calidad de nuestras relaciones.. A continuación exploramos los principales efectos positivos.
Nos recuerda que no estamos solos
Cuando nos enfrentamos a situaciones adversas de sufrimiento, fracaso o dificultad, la mente puede jugarnos una mala pasada y llevarnos a pensar que somos los únicos en esta situación.
Aunque a nivel lógico sabemos que no es así, de alguna manera podemos sentir que nadie sufre de miedos tan irracionales como los nuestros, que nadie tiene tanta mala suerte en el trabajo o en las relaciones; En breve, pensamos que otros son más válidos, capaces y exitosos.
Si cultivamos el sentimiento de unidad, recordaremos nuestra humanidad común. Podemos entender que todos sentimos miedo, ira, tristeza y frustración.; que muchas personas han tenido experiencias similares y que nuestros errores y vulnerabilidades son, de alguna manera, de todos.
Esta posición nos permite aliviar el dolor emocional, la angustia, la culpa y el sentimiento de victimismo: ya no somos imperfectos, sino simplemente humanos. Es más, nos es mucho más fácil expresar lo que sentimos, conectar emocionalmente con los demás y busca apoyo y consuelo en ellos.
Promueve la comprensión en lugar del juicio.
El sentimiento de unidad también es muy útil para prevenir conflictos y promover la armonía en las relaciones interpersonales. Cuando nos sentimos diferentes, divididos y desconectados, tendemos a juzgar quién es diferente, para atacarlo y generar enfrentamientos.
No escuchamos para entender, sino para rebatir, porque no tratamos de alimentarnos de la opinión de los demás sino de demostrar que tenemos razón.
Recordando que todos somos uno, descartamos la rivalidad y el deseo de imponer nuestra perspectiva, nos abrimos a la escucha para entender al otro. De esta forma nos permitimos validar sus emociones, aunque no las compartamos, porque podemos entenderlas.
Nos hace más empáticos.
Finalmente, cultivar el sentimiento de unidad nos hace más sensibles a las realidades de los demás. A pesar de las muchas diferencias, teniendo en cuenta nuestra humanidad compartida, es mucho más fácil y natural que seamos empáticos con las emociones de los demás.
No necesitamos ser tocados personalmente por la lucha de otros para posicionarnos y ofrecer apoyo. El individualismo competitivo se empaña para dar paso a la solidaridad, la generosidad y la justicia.
Personas con un fuerte sentido de unidad. son más propensos a involucrarse en comportamientos prosociales, movimientos sociales y defender los derechos de las minorías. El cariño y el respeto no se limitan al grupo más cercano, sino que se extienden a toda la humanidad e incluso a todas las formas de vida.
Desarrollar el sentimiento de unidad para ser más felices
Este sentimiento nos ofrece grandes beneficios como individuos y como grupo., pero no siempre es fácil de mantener. Por ello, mostramos algunas conductas útiles para desarrollarlo en la vida cotidiana:
- Sea compasivo y amable con los que nos rodean. Si puedes evitar el sufrimiento de otra persona, no dudes en hacerlo.
- Evita las críticas y los juicios.. Más bien, trata de entender por qué cada persona se comporta de la manera en que lo hace.
- Pedir disculpas. Todos cometemos errores; Por lo tanto, trata de no guardar rencor a quienes te han lastimado o decepcionado.
- Descartar la envidia. Regocíjate en los logros y éxitos de los demás., porque su felicidad no determina la tuya.
- Permítete abrirte a los demás. y conectar emocionalmente con ellos. No tengas miedo de mostrarte vulnerable, todos enfrentamos desafíos y daños similares a lo largo de nuestras vidas.
- Tratar a los demás como nos gustaría ser tratados.
Por simples que parezcan las pautas anteriores, adoptarlas es difícil; Para lograrlo, es necesario luchar contra los patrones de pensamiento que nos han acompañado durante décadas.
Aun así, los beneficios que se pueden obtener superan con creces el esfuerzo requerido. Por lo tanto, no duden y comiencen a cultivar el sentimiento de unidad hoy.