Atención y concentración: 10 consejos para desarrollarlos

Atención y concentración: 10 consejos para desarrollarlos "Ten cuidado. Todo depende de la atención. La atención es vital, te ayuda a conectarte con los demás y te ilumina ", dijo la escritora estadounidense Susan Sontag. En cualquier caso, no es una idea completamente nueva. Durante miles de años, el budismo se ha referido a la importancia de la plena atención como uno de los caminos hacia la sabiduría y el bienestar.

La atención plena, que también se puede definir como "conciencia", es la capacidad de concentrarse tanto en el mundo externo como en nuestro universo interno, es la capacidad de estar completamente presente y concentrado en el aquí y ahora. Dicho de esta manera, parece un concepto muy simple, pero en realidad es una habilidad muy difícil de desarrollar ya que todos tendemos a prestar atención hasta cierto punto.



Por ejemplo, si decides dar un paseo y concentrarte en el paisaje natural que te rodea, es probable que muy pronto tu mente se distraiga y piense en el futuro, recuerde algo del pasado o simplemente fantasee. De hecho, a menudo sucede incluso durante una conversación, si alguien nos recuerda una situación en particular, entonces nuestra mente abandona la conversación y sigue otros pensamientos.

En la vida cotidiana, la falta de atención se convierte en un problema crónico, incluso si la mayoría de las personas no se dan cuenta, ya que es "normal" comer mientras ven la televisión o envían mensajes de texto mientras están juntos, en pareja, con amigos o familiares.

Los peligros que encierran las distracciones

La sociedad en la que vivimos se está volviendo más rápida y convulsa y corremos con ella, tratando de adaptarnos. Sin embargo, en esta prisa hacia la nada, las distracciones nos abruman, haciéndonos olvidar que debemos disfrutar de la vida. Cuando intentamos satisfacer cada nuevo estímulo que surge, perdemos el foco y, sobre todo, no apreciamos los detalles.



De esta manera, dejamos de disfrutar de la vida, perdemos el rumbo y nos alejamos cada vez más de la felicidad. Por eso no es de extrañar que problemas como la depresión, la desesperación y la desmotivación sean cada vez más frecuentes. La incapacidad para concentrarse en el aquí y ahora, para implementar la conciencia, es también una de las causas subyacentes de muchos problemas psicológicos.

Además, la falta de atención y concentración no solo perjudica nuestro rendimiento y afecta nuestro bienestar psicológico, sino que también nos impide sintonizarnos con las personas. Cuando estamos demasiado ocupados con otras cosas, cuando no nos centramos en las relaciones interpersonales, estas se deterioran y se vuelven superficiales.

¿Cómo aprender a concentrarse? El arte de aprender a comer una naranja

1. Tómate un descanso. Puede parecer un consejo extraño, pero para mejorar la concentración, el primer paso es dejar de prestar atención, tomar un descanso de la mayoría de los estímulos que nos invaden constantemente y estar a solas con nosotros mismos. De esta forma podremos encontrar la concentración adecuada.

2. Desglose las actividades. La mayoría de las personas pueden mantener su atención centrada en una actividad durante un promedio de 20 minutos. Debe establecer el límite de tiempo durante el cual puede mantenerse concentrado e, inmediatamente después de eso, debe tomar un descanso. Para que puedas recargar tus pilas y volver al ataque con nuevas energías. Planifique pequeños pasos durante un período de tiempo determinado, de modo que note el progreso realizado y la motivación que lo acompaña fortalecerá aún más la atención.


3. Utilice el medio ambiente a su favor. Algunas personas necesitan silencio para concentrarse, otras prefieren poner música de fondo, e incluso hay algunas que afirman concentrarse mejor en un ambiente ruidoso y lleno de gente. Debes identificar el ambiente ideal que mejore tu concentración, y que contribuya a crear todas las condiciones necesarias para que te sientas cómodo.


4. Olvídese de la multitarea (realizar múltiples actividades al mismo tiempo). Probablemente pueda hacer dos cosas a la vez y obtener resultados decentes, pero la verdad es que esto lo someterá a una tensión y una tensión innecesarias. Además, hacer solo una cosa a la vez no solo mejorará su concentración, sino que también garantizará que obtenga mejores resultados, termine más rápido y disfrute más de la actividad.

5. Aprenda a manejar las interrupciones. Durante el día suelen aparecer interrupciones que, como los agujeros negros, se tragan no solo el tiempo sino también nuestra energía. En estos casos se recomienda aplicar la regla de los tres minutos. Si puede completar la tarea en poco tiempo, hágalo; de lo contrario, tome nota y continúe. Recuerda que las interrupciones afectan el ritmo de trabajo y será difícil recuperarte más adelante.

6. Sumérjase en la naturaleza. Un paseo en un entorno natural puede mejorar nuestra memoria y atención. Sin embargo, para aprovechar estos beneficios es conveniente aprender a sumergirse en la naturaleza dejando la tecnología moderna en casa. Hay que empezar la caminata con la mirada de un niño pequeño, prestando atención a los sonidos y los detalles, porque detrás de cada curva hay una nueva maravilla por descubrir.


7. Respira. La respiración nos ayuda a sincronizar todas las funciones de nuestro cuerpo y potencia la atención por completo. Cuando respira profundamente, concentrándose sólo en los movimientos de inhalación y exhalación, entra en contacto cercano con su "yo" y se vuelve consciente de su cuerpo. Entonces, cuando no pueda encontrar el enfoque correcto, tómese unos minutos y comience a respirar.

8. Conoce un estado de fluidez. Puedes forzar tu atención para concentrarte en actividades que no te interesan, pero en última instancia, en estos casos mantendrás una concentración bastante pobre y solo por un corto período de tiempo. Por tanto, lo ideal sería encontrar el estado de fluidez, una experiencia en la que te sumerjas por completo en la actividad y te desconectes de las distracciones externas. La clave está en elegir las actividades que más motiven, aquellas cosas que realmente te interesen y te permitan crecer.


9. Elija sabiamente las distracciones. Nuestra mente realiza un seguimiento de todo lo que sucede a nuestro alrededor, pero eso no significa que todos los estímulos puedan convertirse en distracciones que desvíen nuestra atención. Por ejemplo, cualquier ruido podría distraernos. Sin embargo, siempre podemos decidir si el ruido nos molestará o no. Si se enoja por el ruido, se convertirá en una distracción. Por el contrario, si respiras despacio y te repites: “Escuché el ruido, pero no me molestó, vuelvo a hacer lo que estaba haciendo con calma”, reducirás significativamente el efecto negativo sobre la concentración.

10. Disfrute del aquí y ahora. Es una habilidad que teníamos de niños pero que hemos perdido. Sin embargo, para mejorar la concentración y nuestro bienestar psicológico, aprender a enfocarnos en el presente es fundamental. Imagina que estás sosteniendo una naranja, puedes comerla mientras piensas en otras cosas, mientras hablas con alguien o mientras miras la televisión. Sin embargo, también puedes decidir mirarlo, apreciar su textura y olor, y comerlo lentamente. La experiencia será completamente diferente.

Recuerda que la atención y la concentración son una valiosa herramienta que nos ayuda a conocernos mejor y comprender el mundo y las personas que nos rodean. No permita que el frenesí de la vida cotidiana le robe esta extraordinaria habilidad.

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