El autocontrol no tiene misterio. Es simplemente una cuestión de aplicar el sentido común y llevar una vida en la que la mente y el corazón no estén constantemente estimulados y excitados.
Última actualización: 14 de diciembre de 2020
Si bien a todos nos gusta mantener la calma en los momentos difÃciles y enfrentar los problemas con serenidad, no siempre lo logramos. A veces es imposible alcanzar el estado de tranquilidad necesario. Quizás porque no hemos desarrollado las herramientas para controlar los impulsos o quizás porque no conocemos las estrategias para mantener la calma. En estos casos, las estrategias de autocontrol según el budismo tibetano pueden sernos de gran ayuda.
Nuestros instintos nos llevan a reaccionar impulsivamente cuando nos sentimos amenazados. En principio, si esperamos diez minutos antes de reaccionar, multiplicamos por diez las posibilidades de afrontar correctamente una situación. Este deberÃa ser el primer principio del autocontrol, pero es más occidental que tibetano.
"Tratar de controlar nuestras reacciones y fallar es el guión que conduce a la esclavitud del miedo".
-Giorgio Nardone-
El budismo tibetano nos muestra caminos de sentido común para lograr nuestro equilibrio interior. Estos caminos requieren una preparación previa y un estilo de vida que los haga posibles. En este artÃculo presentamos cinco estrategias de autocontrol transmitidas por los orientales.
5 estrategias de autocontrol según el budismo
1. Meditación
No podemos vivir confiando en el azar y esperar que este estilo de vida nos lleve a la templanza. Uno de los objetivos de la meditación es precisamente moldeando la mente para que sea más resistente a los ataques de las tormentas emocionales.
Para los budistas tibetanos, la meditación es una gran herramienta para el autocontrol. Por supuesto, no tienes que convertirte en monje budista.
Solo encuentra cinco minutos al dÃa para concentrarte en tu respiración y las sensaciones que sientes. Esto aumenta la autoconciencia y drena la energÃa de los impulsos negativos que surgen de repente.
2. comer
Muchos se sorprenderán al ver la dieta entre las estrategias de autocontrol. Aún asÃ, lo es. Cuando el cerebro no tiene suficientes reservas de glucosa, es más probable que el pensamiento se nuble. Por la misma razón, mantener el control es un ejercicio extenuante que requiere altas reservas de glucosa.
Quedó demostrado que aquellos con niveles bajos de azúcar en la sangre son más propensos a exhibir un comportamiento compulsivo. La solución, sin embargo, no es comer siempre azúcar, ya que esto provocarÃa un minishock glucémico que podrÃa ser contraproducente.
Lo mejor que se puede hacer es introducir proteÃnas en el organismo a través de la carne, el pescado o los frutos secos y no ayunar durante mucho tiempo.
3. Súbete a la ola
Las emociones humanas no son estáticas, cambian todo el tiempo. Si fuera posible representar gráficamente su tendencia, podrÃamos representarlos como las olas del mar. Y tal como se comportan las olas del mar: comienzan a subir, alcanzan un pico y luego disminuyen gradualmente hasta desaparecer.
Es importante ser consciente del curso de las emociones. Cuando una emoción fuerte se apodera de ella, lo más adecuado no es reprimirla, sino dejar que siga su curso.
Lo ideal es esperar diez minutos para que el enfado, la ira, el miedo o cualquier otra emoción negativa tenga tiempo de alcanzar su punto máximo y luego decrecer en intensidad hasta desaparecer.
4. Practicar deporte entre las estrategias de autocontrol según el budismo tibetano
Otra estrategia de autocontrol según el budismo tibetano es practicar deportes. La actividad fÃsica siempre es buena para ti porque ayuda a mantener el cuerpo y la mente saludables. También nos ayuda a combatir el estrés haciéndonos sentir una sensación de bienestar.
El ejercicio permite la liberación de un neurotransmisor llamado GABA que genera una sensación de serenidad. Por eso, cuando te sientas enojado o tu mente esté llena de pensamientos invasivos, no es mala idea salir a caminar. En general, le recomendamos que hacer al menos diez minutos de actividad fÃsica al dÃa.
5. Dormir
Dormir garantiza una buena salud mental. El cansancio, en sà mismo, nos vuelve irritables e intolerantes. Una persona que no ha dormido bien tiene muchas más probabilidades de experimentar emociones negativas que no puede controlar.
Sumado a esto, dormir poco y mal minimiza los niveles de glucosa, razón por la cual quienes duermen poco sienten la necesidad de ingerir alimentos particularmente azucarados. Sin embargo, nada puede reemplazar el efecto de un sueño profundo y reparador. Podemos decir que el sueño es la base de nuestra salud mental.
De nada sirven las herramientas de autocontrol que os hemos presentado si no se ponen en práctica. Perder el control no es sinónimo de franqueza o de tener carácter, todo lo contrario. La mayorÃa de las veces lo único que obtenemos es decir o hacer cosas de las que luego nos arrepentiremos.