Hay acciones significativas al alcance de la mayoría de las personas que son una forma de enriquecernos y prepararnos para enfrentar las consecuencias de un momento difícil.
Última actualización: 11 de junio de 2020
En tiempos convulsos como los que estamos viviendo, muchas personas quieren ayudar a los demás, pero no saben cómo hacerlo o creen que no tienen posibilidades reales de hacerlo. Sin embargo, hay acciones importantes a las que cada uno de nosotros puede contribuir.
La solidaridad es necesaria y no debe estar condicionada por una circunstancia concreta. Tampoco debe medirse como si fuera un remedio para administrar en gotas, en dosis muy controladas.
De hecho, todos lo necesitamos en algún momento de nuestra vida, por el motivo que sea, y Siempre es útil crear un ambiente de bienestar común.
“Uno por uno, todos somos mortales. Juntos somos eternos".
-Apuleo-
Acciones simples para ayudar a otros
1. Lidiando con tu angustia
Uno de los aspectos más difíciles de afrontar en una crisis es la incertidumbre. La falta de certeza, aun cuando las consecuencias y el impacto sobre nosotros sean previsibles, genera preocupación e inquietud.
Todo ello contribuye a una importante acumulación de ansiedad. Por lo tanto, es importante hacerse cargo de este exceso emocional.. Esto significa aumentar nuestra capacidad para hacer frente a los momentos de ansiedad que se presentan en múltiples ocasiones y renunciar a descargar la ansiedad en los demás en forma de agresividad, intolerancia o irritabilidad.
Si nos comprometemos, seguramente podremos encontrar formas de relajarnos y desterrar los pensamientos negativos. También podemos pedir ayuda, que nos escuchen, de forma madura y amable.
2. Evita los conflictos
Uno de los efectos de la ansiedad mal manejada es la necesidad de provocar un conflicto.. Estamos tensos y una discusión acalorada ayuda a liberar parte de esa angustia que llevamos dentro.
Sin embargo, el remedio puede ser peor que la enfermedad, porque estos conflictos dejan huella y alimentan sentimientos y actitudes negativas también en los demás.
No podemos actuar como si fuéramos invulnerables. Es claro que casi todos, de alguna manera, nos encontramos viviendo un conflicto interno en un momento dado..
Lo importante es estar atentos para que no se convierta en una dinámica habitual. Otra acción significativa para ayudar a los demás, por lo tanto, es evitar el conflicto, especialmente por razones triviales que no merecen importancia.
3. Cuídate para ayudar a los demás
No necesitas usar el tiempo de inactividad para sexar tu vida, como a veces se piensa. Cada uno de nosotros debe sentirse cómodo con el tiempo libre disponible. Algunas personas prefieren descansar, sobre todo si hace mucho tiempo que no lo hacen o si se sienten amenazadas por la situación.
Sin embargo, dedicar parte de su tiempo a algo que nos haga sentir útiles puede mejorar nuestro estado de ánimo. Encontrar actividades que nos hagan sentir bien y que nos impulsen a ayudar a los demás es el mejor antídoto para dolor de vivir.
4. Llamar a amigos
¿Por qué no llamar a tus amigos para saber cómo están y hacerles compañía? En realidad, es una forma de recibir nuevos estímulos y superar el pequeño espacio que representan las paredes de la casa.
Cultivar y enriquecer amistades son dos acciones significativas que no solo nos hacen sentir bien a nosotros, sino también a los demás. Nos dan la fuerza moral para saber que no estamos solos.
En este sentido, nuestro deseo de ayudar a los demás debe dirigirse sobre todo a aquellos que pasan sus días solos y para quienes hablar con un amigo tiene un gran valor.
5. Comparte los momentos de paz
Una de las lecciones que podemos aprender de los momentos críticos es que a veces necesitamos aprender a compartir más las alegrías y fomentar un clima de unidad y ayuda mutua. Esta actitud es de gran beneficio para todos.
Después de todo, en muchos casos, el bienestar colectivo depende en gran medida de las acciones individuales. Por eso es bueno que los momentos difíciles nos recuerden que somos parte de la misma especie y que dependemos unos de otros.
Ayudar a los demás ya es una acción significativa, ya que implica adoptar una actitud constructiva. Pensar en los demás y buscar formas de ayudarlos en la mayoría de los casos nos hace sentir más fuertes y optimistas.
