En estos tiempos, la creatividad es fundamental para
emprender cualquier negocio. En un mercado enormemente inflado de
cantidad de información y objetos, sólo lo que se destaca realmente logra
ser recordado y tener cierto éxito. Por eso no es extraño
que mucha gente se pregunta cómo pueden hacer desarrollar la creatividad.
ofrecen un nuevo enfoque que puede ayudarnos a desarrollar y mejorar
nuestra creatividad: aprender a ponernos en la piel de los demás. Según estos investigadores, seríamos más creativos si
actuamos o pensamos como personas completamente ajenas a nosotros mismos. Enfatizamos
que esta idea no es del todo nueva, ya se había demostrado previamente
a nivel experimental que, si bien cuanto mayor es la distancia física y temporal que
asumimos del problema en cuestión, es más probable que se desarrolle
un pensamiento abstracto y resolviendo así el mismo resultado. Ahora, Polman y Emich,
han demostrado que si tomamos una cierta distancia social del problema, tendremos
más probabilidades de encontrar una solución creativa. Específicamente, los investigadores encontraron que el
Las personas involucradas en el experimento fueron mucho más creativas en sus diseños cuando
tenían que representar una historia que no les preocupaba mientras sus ideas
eran menos originales cuando ellos mismos habían escrito la historia. En el
Asimismo, los asistentes eligieron obsequios más originales cuando se trataba de ellos.
pidió dárselos a un extraño en lugar de cuando se tratara de ellos
pidió dárselos a una persona que nació bajo su propio signo
zodiacal. Este efecto continuó manifestándose en otros
actividades en las que participaron. Por ejemplo, se les preguntó qué
imaginó una forma de escapar de una torre; vino un grupo de ellos
Dijeron que pensaron que era otra persona en la que estaba encerrada.
esta torre mientras que a un segundo grupo se le preguntó qué imaginaban
ser los que quedaron atrapados ellos mismos. Curiosamente, en el grupo que
imaginaba estar atrapado solo el 48% logró encontrar una solución
creativo para escapar, mientras que hasta el 66% del otro grupo encontró una salida
escape original. Los investigadores consideran que al imaginarnos en el lugar
de otra persona nos permite tomar una distancia psicológica del problema
de tal manera que podamos evaluarlo desde diferentes perspectivas liberándonos de
emociones que pueden actuar como límite para nuestra creatividad. Por otra parte,
imaginarnos a nosotros mismos como otra persona nos permite abandonar parte del
nuestros estereotipos y prejuicios para que sea mucho más fácil que la creatividad
puede fluir libremente.