Limpia el jengibre en tres pasos
Lo jengibre es una raíz sana y beneficiosa para el organismo. Comprarlo fresco es lo mejor que puede hacer, incluso si a menudo se desanima a la hora de limpiarlo.
Nodoso e bitorzoluto, debido al jengibre y la falta de habilidades manuales en la cocina, también puede cortarse.
Ecco algunos consejos prácticos para evitar accidentes y acostumbrarse a limpiar esta raíz sin dificultad.
Para limpiar bien el jengibre fresco, es importante seguir los siguientes pasos:
> Para lavar. Separe las distintas partes del rizoma para simplificar la limpieza. Lavar bien el jengibre con un cepillo de verduras, para eliminar las impurezas y los restos de suciedad, añadiendo por si acaso una cucharadita de bicarbonato disuelto en el agua.
> Sbucciare col Pelapatate. Con un pelador de patatas, pélala suavemente, cuidando de quitar solo la parte superficial y más fina de la cáscara, para no desperdiciar la preciosa pulpa. Trate de mantener su mano ligera.
> Refinar con un cuchillo pequeño. Usar un cuchillo afilado para pelar las partes más "nudosas" o para quitar cualquier residuo sería lo ideal, quizás el de gancho que usan los chefs.
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Pelar el jengibre con una cuchara.
Según el video del Chef Gab, el jengibre también se puede pelar de manera muy efectiva con un cucharadita, basta con tener un poco de habilidad manual y práctica, pasándola suavemente sobre la cáscara con la parte cóncava hacia abajo.
En ambos casos, ya sea que elija el cuchillo o la cuchara, la cáscaras de jengibre los que quedan no se tiran: puedes conservarlos para preparar detergentes naturales o detergentes, pero también infusiones o infusiones.
Una vez pelado, el jengibre puede cortar en cubos más o menos grandes, en rodajas finas, tiras o rallar, dependiendo del uso previsto. Son muchos los platos que llaman jengibre: desde platos exóticos y orientales, sobre todo indios, hasta las famosas y suculentas tartas del norte de Europa.
Guarda el jengibre
El jengibre fresco hace guardar bien en el cajón del frigorífico, manteniendo la raíz sin usar con la cáscara dentro de una bolsa de papel o envuelta en un poco de papel de hornear durante unas tres semanas.
También puede optar por congelar jengibre limpio y picado. ponerlo en el congelador, o dejarlo así durante un máximo de diez días en el frigorífico.
Foto: arte de la foto de archivo