5 pasos para aprender a aceptar el cambio
1. Imagina el peor escenario posible La expectativa a menudo no es un buen consejero, especialmente cuando no es realista. Por eso, cuando te enfrentes a un cambio, no repitas frases como: “no es nada, será fácil de manejar”, porque probablemente no será así, sino imagina el peor escenario posible. Da rienda suelta a tu pensamiento catastrófico por unos minutos, cuando vuelvas a la realidad te darás cuenta de que no todo fue tan malo como pensabas. De hecho, un estudio ha demostrado que existe una tendencia a exagerar las consecuencias emocionales de los eventos negativos, minimizando sus lados positivos.Con este truco podrás equilibrar tus expectativas y el cambio será menos abrumador de lo que pensabas y por tanto generará menos resistencias. .2. Sea consciente de la resistencia emocional Uno de los principales problemas que ha generado nuestra sociedad es sin duda la represión de las emociones. Se supone que no debemos sentir enfado, enfado o tristeza, debemos estar siempre de buen humor y disponibles. Esto hace que reprimamos nuestras emociones y nos neguemos a identificarlas. Sin embargo, el hecho de que no les demos un nombre no significa que no existan, para evitar la resistencia al cambio es importante aprender a reconocer lo que sentimos. Es normal que sintamos algunas molestias los primeros días y que nos sintamos impotentes o molestos. Son reacciones perfectamente comprensibles frente a la caja de cambios. Si se esconden, solo aumentará la resistencia al cambio, pero si lo aceptan, podrán avanzar más rápidamente adaptándose a las nuevas circunstancias.
3. Cambia tus pensamientos Durante las primeras etapas es normal tener dudas. Es como zambullirse en una piscina de agua fría, el cambio es tan drástico que nos preguntamos qué estamos haciendo y tendremos tendencia a salir. Sin embargo, si resiste y supera la resistencia inicial, después de un tiempo se sentirá cómodo. No es que el agua esté más caliente ahora, pero somos nosotros los que nos hemos acostumbrado, para vencer la resistencia al cambio no basta con reconocer tus emociones, también es importante estar atento a tus pensamientos. Por ejemplo, en lugar de pensar: "Quiero huir, no me gusta esta situación", piensa en cambio: "Tengo miedo porque es una situación nueva, pero eventualmente me acostumbraré". Recuerde siempre que sus pensamientos tienen una gran influencia en sus emociones, por lo que es importante tener pensamientos más pacíficos y coherentes con la realidad.
4. Explore nuevas situaciones A menudo, la resistencia al cambio surge porque no queremos cambiar los viejos modelos establecidos anteriormente, pero también porque no conocemos bien la nueva situación. Por lo tanto, una excelente manera de evitar la resistencia al cambio es asegurarse de experimentar gradualmente nuevas circunstancias. Intenta acercarte a ellos con actitud de niño, con curiosidad y sin prejuicios. Si lo necesitas, no dudes en apoyarte en personas que hayan vivido la misma situación antes, pregúntales qué hicieron y qué estrategias les resultaron más útiles.
5. Céntrese en los aspectos positivosCada nueva situación tiene aspectos positivos y negativos. Cuando las emociones nos cegan, a menudo somos incapaces de ver ambos, pero aprender a enfocarnos en los aspectos positivos del cambio es esencial. Si es necesario, anótelos en una hoja de papel. Muy pronto se dará cuenta de que existe una oportunidad de crecimiento.