Hay problemas que no se pueden solucionar en un momento determinado y la mejor decisión es esperar. Sin embargo, a veces poner estos problemas en espera no es una tarea fácil.
Última actualización: 02 de enero de 2022
Ante un problema o una inquietud, es inevitable pensar en ello para encontrar una solución. Sin embargo, a veces tendemos a sobreanalizar lo sucedido y, contrariamente a lo que podamos creer, esto no es ni beneficioso para el problema ni para nuestro bienestar. Para ello debemos aprender a dedicarle el tiempo necesario, así Cómo aprender a dejar de analizar demasiado los problemas que por el momento no podemos resolver.
Si esto no ocurre, se puede caer en lo que se denomina síndrome de parálisis por análisis. Este fenómeno se da cuando, después de haber analizado una situación durante mucho tiempo sin actuar, uno también se atasca en otros campos o iniciativas.
Este bloqueo puede provocar una pérdida de motivación y concentración, aumento del miedo, disminución de la autoestima y retraso en la consecución del objetivo.
Para evitar llegar a este punto y dejar de analizar demasiado, presentamos un conjunto de pautas que ayudarán a manejar los pensamientos repetitivos.
¿Cómo dejar de analizar demasiado?
Uno de los pasos principales es comprender por qué tendemos a sobreanalizar las situaciones. Puede haber varias causas. En un lado, puede ser el miedo a fallar o cometer errores. Esa emoción nos lleva a imaginar escenarios peligrosos para nuestro equilibrio emocional.
“¿Qué pasa si algo sale mal? ¿Qué pasa si me arrepiento? ¿Y si los demás sufren?”. El miedo desaparecerá después de tomar acción y solo con la experiencia podemos responder y aprender de ella.
También puede ocurrir que pienses mucho tiempo en una pregunta en una búsqueda inagotable y estéril de la perfección. Querer hacer las cosas bien es totalmente positivo y legítimo.
Sin embargo, el perfeccionismo puede hacer que caigamos en un bucle, lo que también nos hace sentir más inseguros sobre lo que estamos haciendo y tolerar menos el fracaso.
Además de analizar las posibles causas, otro paso fundamental es ser conscientes de que, cuando pensamos, procesamos la información a través de filtros mentales que distorsionan la percepción.
Unos sencillos ejercicios para despejar la mente y contrarrestar los patrones que no te permiten ver con claridad son ideales para dejar de analizar demasiado.
1. Deja de pensar
Cuando nos sentimos agotados porque nos hemos detenido en pensamientos durante mucho tiempo, optamos por esta estrategia. Simplemente consiste en decir "¡basta!". Así que establezcamos una contraseña para cuando nos demos cuenta de que hemos pensado demasiado.
Acompañamos este discurso interior con una actividad que nos distraerá. Por ejemplo, dar un paseo, llamar a un amigo y hablar de otra cosa, escuchar algo de música.
2. Hora de pensar
Si tiende a obsesionarse con los problemas, pero no se limita a ellos, puede establecer un horario. Establecer tiempos para pensar puede evitar que las preocupaciones lo contaminen todo.
Por ejemplo, puedes dedicar media hora cada tarde a pensar y analizar, posponiendo pensamientos que aparecen en otro momento.
Este tiempo limitado te ayudará a descansar la mente durante el día y ver todo con más claridad cuando llegue el momento. Es importante que el tiempo para pensar no coincida con sentimientos como la ansiedad, la tristeza o la ira.
3. Habla con alguien para dejar de analizar demasiado los problemas
Hablar con otra persona acerca de sus inquietudes puede ser muy útil. Servirá de desahogo y será de utilidad recibir el consejo y la opinión de alguien ajeno al problema. Esa persona pensará más clara y objetivamente sobre el asunto, y también estará dispuesta a escuchar.
Sin embargo, no debemos dejar que el otro haga todo el razonamiento, así como no podemos esperar que él decida por nosotros.
Aunque está feliz de saber de nosotros, no puede decidir por nosotros. Por lo tanto, es recomendable no abusar de esta estrategia y usarla solo cuando necesite un apoyo real.
Recuperar la espontaneidad y la capacidad de decisión
Tienes que ser espontáneo y decidir por tu vida. Si tienes tendencia a sobreanalizar, mejor permítete la oportunidad de saborear el placer de improvisar, dejar que las cosas fluyan y tomar decisiones.
No importa cómo se analice, las decisiones generalmente se toman más en base a las emociones, lo que hace que sea menos probable que nos arrepintamos más tarde.
Dejar de analizar demasiado crea un círculo positivo en el que decidir será más fácil y menos gravoso; eso es aumenta la confianza en uno mismo y la capacidad de toma de decisiones en el futuro. Pensar demasiado solo nubla la mente, así que empecemos a adoptar las estrategias correctas para liberarnos de cargas innecesarias.