generalidad
La dieta hiperuricemia (o alta en ácido úrico) es una dieta específica para combatir el exceso de ácido úrico en sangre que, si se descuida, puede dar lugar a gota.
El sujeto caracterizado por hiperuricemia se denomina "hiperuricémico", mientras que el que sufre de gota (ataques de gota) se denomina "gotoso".
¿Qué es el ácido úrico?
El ácido úrico es un derivado del metabolismo de las purinas, compuestos nitrogenados que entran en la estructura del ADN.
Normalmente, el ácido úrico se elimina por filtración renal y, en menor medida, por secreciones digestivas.
Los cuerpos de las personas con hiperuricemia y gota tienden a acumular muchas más purinas y ácido úrico de lo normal.
¿Qué es la hiperuricemia?
La hiperuricemia es un exceso de ácido úrico en la sangre, que se basa en una predisposición genética heredada.
Esta tendencia favorece la descompensación metabólica, que puede agravarse en presencia de diversos factores conductuales (incluida la dieta).
¿Cuándo hablamos de hiperuricemia?
Se considera hiperuricémico a la persona que, tras 5 días de dieta hipopurínica y sin tomar fármacos que afecten a la uricemia (vitamina C, vitamina PP, salicílico, diuréticos), presenta valores de ácido úrico en sangre superiores a:
- 7,0 mg / dl si es hombre
- 6,5 mg / dl para mujeres.
Más allá de 9 mg / dl, el riesgo de gota aumenta y se procede a la administración de fármacos específicos (ver fármacos para el tratamiento de la gota).
¿Qué es la gota?
Definición de gota
La gota es una enfermedad metabólica crónica y hereditaria causada por una hiperuricemia grave, que tiende a formar depósitos de cristales en las articulaciones y los riñones.
Estas acumulaciones de ácido úrico en las articulaciones provocan una inflamación aguda, desencadenando síntomas dolorosos que en ocasiones son muy intensos.
Lo mismo ocurre con los depósitos renales que causan cálculos.
Los síntomas de la gota
La enfermedad se manifiesta con artritis inflamatoria aguda recurrente.
Provoca dolor, enrojecimiento e hinchazón de las articulaciones.
La litiasis de ácido úrico, por otro lado, desencadena síntomas similares a otros tipos de cálculos (ver síntomas de cálculos renales).
Causas y factores predisponentes
Como hemos dicho, la hiperuricemia y la gota son trastornos provocados por uno o más defectos genéticos hereditarios, que pueden agravarse por factores predisponentes.
Causar
Los factores genéticos hereditarios de la hiperuricemia severa y la gota pueden intervenir en dos frentes muy distintos:
- Síntesis excesiva de purinas
- Excreción urinaria reducida de ácido úrico; en este caso estamos hablando de pacientes normoproductivos e hipoexcretores.
En última instancia, la hiperuricemia puede ser consecuencia de un aumento de la síntesis de ácido úrico y / o una disminución de la eliminación urinaria.
factores predisponentes
Los factores predisponentes para la hiperuricemia y la gota son:
- Dieta incorrecta
- Exceso de peso
- Nivel bajo de actividad física.
dieta
La disponibilidad actual de fármacos eficaces para combatir la hiperuricemia y la gota ha contribuido a reducir la importancia del régimen dietético tradicional y estricto.
A la luz de esta consideración, y teniendo en cuenta el carácter hereditario de la enfermedad, el aporte de la dieta ahora se considera insignificante.
Fundamentos de la dieta
Los principios básicos de la dieta para la hiperuricemia y la gota son:
- Lucha contra el sobrepeso.
- Reducir la ingesta total de compuestos nitrogenados y nutrientes que empeoran el metabolismo del ácido úrico.
- Aumente la cantidad de agua y nutrientes que mejoran el metabolismo del ácido úrico (ver más abajo).
- Evite una dieta globalmente excesiva (ver más abajo).
Medicamentos asociados a la dieta
Los fármacos más utilizados para la hiperuricemia y la gota tienen como objetivo prevenir el exceso de ácido úrico, su acumulación y la aparición de síntomas articulares y renales.
- Los fármacos utilizados como agentes antigota, en cambio, son principalmente aquellos que favorecen la excreción de ácido úrico (como la colchicina) o que inhiben su síntesis (como el alopurinol).
- La reducción de los síntomas que afectan a una sola articulación, por otro lado, se lleva a cabo mediante la administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINE, como diclofenaco, ketoprofeno, etc.).
NB. No se recomienda tomar ácido acetilsalicílico.
Asesoramiento alimentario
Perder peso
Si es necesario, adelgace.
Este aspecto juega un papel fundamental en el caso de que el índice de masa corporal supere el umbral de obesidad (IMC> 30).
La dieta debe caracterizarse por la moderación calórica, con el fin de evitar, en la medida de lo posible, atracones y excesos.
De hecho, la reducción paulatina del peso superfluo parece traer más beneficios que un régimen dietético que solo está atento a la eliminación de alimentos ricos en purinas. No es sorprendente que las personas con más peso usualmente tengan niveles más altos de ácido úrico.
¡Pero ten cuidado! Es mejor mantenerse alejado del ayuno prolongado y las dietas drásticas o demasiado restrictivas, que tienen la reputación de desencadenar ataques de gota.
Reduce tu ingesta de purinas y proteínas.
Purina
Sobre todo, es importante reducir las purinas y, en menor medida, las proteínas.
Para hacer esto, la dieta debe ser:
- Libre de alimentos ricos en purinas.
- Con pocos alimentos con contenido medio de purinas.
- Al mismo tiempo, prefiere la ingesta de alimentos con bajo contenido de purinas.
La siguiente tabla muestra el detalle del contenido de purinas en los alimentos más consumidos.
Alimentos con alto contenido en purinas (sí 150 a 800 mg / 100 g) |
Anchoas o anchoas, sardinas, arenque, caballa, mejillones, mollejas, hígado, riñón, cerebro, extracto de carne, caza |
Alimentos con un contenido medio de purinas |
Carnes, aves, pescados (excepto aquellos con alto contenido en purinas), ostras, camarones, cangrejos, crustáceos, embutidos y embutidos en general; guisantes, frijoles, lentejas, espárragos, espinacas, coliflor, champiñones, cacahuetes, productos integrales |
Alimentos bajos en purinas |
Leche, huevos, quesos, verduras, hortalizas (excepto los enumerados anteriormente), frutas, pastas y otros cereales (excepto el germen de trigo y los productos integrales) |
proteína
Reducir la ingesta total de proteínas es una solución dietética bastante simple.
Generalmente, es suficiente reducir la cantidad total de: carne, productos de la pasca, huevos, quesos y derivados vegetales purificados (músculo de trigo, seitán, etc.).
Reducir el consumo de alcohol
El alcohol es malo para el metabolismo de las purinas.
Deben evitarse todas las bebidas alcohólicas, especialmente en cantidades excesivas.
En caso de un hábito preexistente e indispensable, es aconsejable limitar su ingesta a muy poco vino bebido con las comidas.
Debido al alto contenido de alcohol, las bebidas espirituosas deben estar prohibidas.
Además, la cerveza no se recomienda particularmente, porque tiene un alto contenido de purinas en comparación con el vino y otras bebidas espirituosas.
Moderar la introducción de fructosa
La fructosa es un azúcar que empeora el metabolismo del ácido úrico y favorece su acumulación.
Está contenido principalmente en ciertos edulcorantes, dulces, bebidas endulzadas y frutas azucaradas (caquis, higos, uvas, mandarinas y plátanos) o en conserva (mermeladas, frutas confitadas, almíbar, etc.).
Previniendo el exceso de grasa
Una dieta alta en grasas parece estar relacionada con un empeoramiento del metabolismo del ácido úrico.
Deben evitarse:
- Demasiadas coberturas
- Carnes, pescados y quesos grasos
- Más de dos o tres yemas de huevo a la semana
- Frutas grasas como aguacate, coco, etc.
- Métodos de cocción que requieren el uso de muchas grasas, especialmente freír.
Asegurar una cantidad suficiente de carbohidratos complejos
Los carbohidratos complejos, cuyo principal progenitor es el almidón, favorecen la excreción urinaria de ácido úrico.
No es necesario exagerar, la ración recomendada típica de la dieta mediterránea se considera suficientemente adecuada (es decir, al menos la mitad de las calorías diarias).
Asegurar una hidratación adecuada
Es muy importante asegurarle al organismo la cantidad adecuada de agua.
Beber mucho puede prevenir los cálculos renales a los que las personas gotosas son particularmente propensas.
Las infusiones de hierbas también pueden ser una buena solución para incrementar la ingesta de líquidos con la dieta; además, algunos tés diuréticos pueden favorecer la excreción del exceso de ácido úrico y reducir la presión arterial.
Es recomendable tomar al menos un mililitro de agua por caloría presente en la dieta.
Una persona normal que sigue una dieta de 2000 kcal debe introducir al menos 2 L de agua al día contenida en alimentos y bebidas; para una persona hiperuricémica o para una persona gotosa, es recomendable beber al menos 2 L de agua (que añadida a la comida puede ayudar a superar los 3 L diarios).
Incrementa el consumo de omega 3
En la dieta para la hiperuricemia y la gota, no pueden faltar al menos dos o tres raciones de pescado rico en omega tres por semana (especialmente los mares azules y fríos).
El omega 3, de hecho, ayuda a modular el estado inflamatorio del cuerpo al reducir la incidencia de enfermedades inflamatorias, incluida la artritis gotosa.
Otras fuentes de omega 3 son: salmón, hígado de bacalao, krill, algas, calamares y ciertos aceites de semillas vegetales (por ejemplo, chía, kiwi, etc.).
La ingesta de pescado debe realizarse evitando especies con alto contenido en purinas como la sardina.
Qué comer
Ver el ejemplo de una dieta para la gota
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