La colecistectomía es la cirugía para extirpar la vesícula biliar, el órgano digestivo mejor conocido como vesícula biliar.
Funciones de la vesícula biliar y la bilis
Las funciones de la vesícula biliar residen esencialmente en la acumulación y concentración de la bilis producida por el hígado entre las comidas, bilis que luego se vierte en el duodeno (parte proximal del intestino delgado) en respuesta a la llegada del quimo gástrico (parcialmente digerido). del estómago).
A su vez, la función de la bilis se expresa principalmente en la actividad emulsionante del quimo, que facilita la digestión y absorción de las grasas y vitaminas liposolubles de la dieta.
Consecuencias de la colecistectomía
Después de la colecistectomía, falta la concentración de bilis operada por la vesícula biliar, pero no la bilis en sí, que fluye directamente al intestino a través del conducto hepático y el colédoco (ver figura).
La actividad del esfínter de Oddi, que tiende a cerrarse durante el ayuno y a abrirse en respuesta a las comidas, aún asegura una mayor liberación de bilis cuando más se necesita.
Como se indicó anteriormente, la vesícula biliar no es un órgano vital.
Además, su presencia no es imprescindible para el buen resultado de los procesos digestivos, que pueden completarse incluso después de su extirpación quirúrgica.
Implicaciones dietéticas
Dada la premisa hecha en la parte introductoria, los pacientes sometidos a colecistectomía pueden seguir una dieta absolutamente normal.
No solo eso, aquellos en los que la intervención está relacionada con episodios recurrentes de cólico biliar asociado con cálculos, pueden incluso ampliar sus opciones de alimentos en comparación con el período preoperatorio.
Sin embargo, es necesario un período inicial de adaptación, durante el cual la dieta debe ser particularmente sobria y baja en grasas.
Inmediatamente después de la cirugía
Qué comer
Al despertar de la anestesia general, el paciente sometido a colecistectomía puede beber unos sorbos de agua según las indicaciones médicas. En ausencia de náuseas, puede volver a comer al día siguiente.
Inicialmente y durante las primeras semanas, la dieta será especialmente sobria y baja en alimentos ricos en grasas, sobre todo cocidos, porque son más difíciles de digerir: quesos, embutidos, fritos y fritos, huevos, mantequilla, grasas animales ( manteca de cerdo, manteca de cerdo, sebo ...) y verduras (margarina), carnes ahumadas, carnes grasas y frutos secos son algunos de los alimentos a evitar en esta primera fase.
La dieta será sobria, hipocalórica y baja en grasas, debidamente dividida en comidas pequeñas y frecuentes, con preferencia por platos sencillos, poco elaborados, favoreciendo los carbohidratos complejos y la fibra, con una drástica reducción de grasas saturadas y colesterol.
EN CASO DE DIARREA
Tras la colecistectomía, un buen porcentaje de pacientes se quejan de evacuaciones líquidas durante unos días, que pueden controlarse con fármacos específicos.
En raras ocasiones, la diarrea, que se considera que es el resultado del efecto laxante de la bilis y los ácidos biliares desbordados hacia el intestino, dura varios días, semanas o meses después de la cirugía.
Alternativamente o en combinación con antidiarreicos, se pueden tomar medicamentos como colestiramina o hidróxido de aluminio, que alteran la absorción de ácidos biliares.
La dieta en presencia de diarrea asociada a colecistectomía será baja en grasas y alimentos irritantes, como café, chocolate, especias y alcohol; También se moderará el consumo de productos lácteos y alimentos que aumentan los gases intestinales, como batidos y bebidas carbonatadas, mientras que se fomentará el consumo de fibra, plátanos y cereales secos, como bizcochos y galletas saladas, arroz, pasta y tostadas (ver artículo específico sobre la relación entre dieta y diarrea).
EN CASO DE ESTIPSIS
En otros pacientes, la toma de analgésicos opiáceos para aliviar el dolor determina la aparición del estreñimiento, que debe corregirse con una dieta rica en fibra (verduras, en general, crudas o cocidas, legumbres, cereales integrales, frutas) y posiblemente a través de emolientes fecales.
Regresar a una dieta normal
Tras el postoperatorio inmediato, el paciente sometido a colecistectomía puede volver a seguir una dieta normal, según sus preferencias.
La reintroducción de alimentos ricos en grasas debe ser progresiva, teniendo en cuenta que después de atracones o comidas hiperlipídicas aumenta el riesgo de dispepsia, reflujo gastroesofágico y esteatorrea.
Por ello, recomendamos el consumo de comidas pequeñas y frecuentes, comprobando la tolerabilidad de los distintos alimentos: como siempre en la dieta, la nutrición poscolecistectomía es muy subjetiva: algunos sujetos son capaces de digerir cualquier alimento sin problemas, incluso en grandes cantidades. cantidad, otros se quejan de mayores problemas.
suplementos
En caso de dificultades digestivas después de la colecistectomía, el paciente puede discutir con el médico la oportunidad de combinar la dieta con complementos alimenticios útiles para depurar y estimular el hígado, también en términos de secreción de bilis, como alcachofa, boldo, cardo mariano y silimarina.