Para los mexicanos es el aojo en cuanto a nosotros, en Brasil lo llaman "olho gordo" mientras que los turcos lo llaman "ojo
de la Medusa ". Independientemente del nombre que se le dé en uno u otro
cultura, todos poseen talismanes que los protegen de este tipo de
maldición.
versión de lo que es el llamado "ojo del diablo" e intentar
luchar contra él utilizando los artefactos más diversos que se convierten en talismanes
magia con enorme poder. Obviamente, la mayoría de nosotros reconocemos que sí
es solo superstición, pero muchos prefieren quedarse con al menos un talismán ... ¿¡por si acaso !? Algunos psicólogos de la Universidad de Tilburg han
se preguntó cuál es el propósito de esta creencia y por qué está tan arraigada
en la naturaleza humana. Se ha especulado que tal vez esta superstición refleje la
precaución del ser humano ante un sentimiento muy destructivo: la envidia. Para combatir esta idea, los investigadores han
reclutó algunas parejas. Posteriormente se recreó un ambiente en el laboratorio.
en el que se manifestó una fortuna verdaderamente envidiable (pero sólo para uno de los
dos personas de la pareja). De esta forma se creó una situación en la que
uno de los participantes podría haber pensado que el otro tenía envidia de la suerte
que había obtenido (aunque el otro participante estaba al tanto de todos
detalles del experimento). Más tarde, los investigadores preguntaron a la gente si
creían que su pareja sentía una envidia malsana hacia ellos.
Además, también evaluaron la actitud desinteresada de los participantes.
contra la persona envidiosa. Para hacer esto, por ejemplo, se crearon ellos mismos
pequeñas situaciones cotidianas en las que la persona en cuestión necesitaba
ayuda del otro. Los resultados fueron sorprendentes: cuanta más gente creía
para despertar una envidia malsana en el otro y cuanto más estuvieran dispuestos a ayudarlo
mientras que cuando pensaban que estaban estimulando la envidia positiva, se mostraban menos cooperativos. De este estudio se puede entender que la
persona teme a quienes sienten una envidia malsana ya que asumen que estos
podría causarle graves daños en un intento de robar lo que tiene
ganado. Este tipo de angustia y miedo no es más que proyección
de lo que sentiríamos si la situación fuera
inversa (es decir, en el caso de que la suerte fuera tocada por el otro). La persona que cree en el mal de ojo considera que el otro
la persona la envidia hasta tal punto que ella también le causa daño físico y por eso trata de
protegerse con amuletos o, en el caso del estudio, mitigar el enfado del otro
ofreciéndole su ayuda. Evidentemente, detrás de todo esto se esconde
sentimiento de fragilidad individual ya que la persona no se siente lo suficiente
fuerte para hacer frente a las supuestas intenciones negativas del otro.