Usar una mentalidad más flexible nos ayuda a responder a las dificultades diarias de manera más efectiva. Al fin y al cabo, la vida es cambio. Cada reto nos ayuda a tener una mente elástica, dinámica y creativa.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Albert Einstein dijo que el verdadero potencial de nuestra inteligencia radica en la capacidad de cambiar. Poder asumir nuevas perspectivas e ideas, liberándonos de conceptos que no necesitamos es una de nuestras mayores virtudes. Por lo tanto, no es extraño que dentro de la psicología, al igual que el arte, es Recientemente ha surgido con fuerza un nuevo concepto: el de elasticidad mental.
Hace unos años, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, acogió una exposición sobre la elasticidad mental. Nuestra sociedad y nuestra especie están viviendo un momento de profundo cambio. La ciencia y la tecnología tienen un peso cada vez mayor en nuestra forma de elaborar la realidad, de trabajar, de relacionarnos e incluso de entender el mundo.
En Design and the elastic mind, libro escrito por la arquitecta y directora de investigación del MoMA Paola Antonelli, hablamos de necesidad de desarrollar un pensamiento más elástico. Solo así podremos sobrevivir y dar lo mejor de nosotros en un entorno en constante evolución. Un entorno en el que ahora estamos casi obligados a improvisar, a reaccionar rápidamente para resolver varios desafíos.
Desarrollar una mente elástica no es fácil. El cerebro suele ser muy resistente al cambio y tiende a vivir anclado en sus zonas de confort. Sin embargo, enseñar a nuestra mente conservadora a ser más innovadora y flexible puede ayudarnos a fomentar un cambio positivo.
"El progreso es imposible sin cambio y aquellos que no pueden cambiar de opinión no pueden cambiar nada".
-George Bernard Shaw-
Elasticidad mental: ¿qué significa?
Cuando hablamos de un cualidad mental que todos deberíamos entrenar, desarrollar y aplicar en nuestra vida diaria, estamos hablando sin duda de la flexibilidad cognitiva.
Por el contrario, tendemos a tener una mentalidad estática que se culpa a sí misma cada vez que las cosas no salen como queremos. Una mentalidad que no nos haga admitir la crítica, que no nos haga gestionar las decepciones o los errores y que trate de evitar los retos por miedo al fracaso.
Deberíamos reformular el concepto de talento a partir de aquí. Aunque una persona puede tener una predisposición natural hacia ciertas habilidades (arte, música, ingeniería), es un talento que difícilmente le permitirá tener éxito si no tiene además una mente elástica. Significa poder abrirse a nuevos paradigmas y saber aplicar una serie de estrategias que marcan la diferencia.
Acostúmbrate a la ambigüedad
Las cosas nunca son blancas o negras. Nuestra realidad se desarrolla en torno a una gama de grises poco atractivos a los que tenemos que acostumbrarnos. Solo así la elasticidad mental podrá acostumbrarse a la incertidumbre propia de muchas de las cosas que nos envuelven: el trabajo que tenemos hoy y que mañana podemos perder, esa persona que nos apoya pero que mañana ya no lo hará, etc.
Elasticidad mental, más allá del pensamiento convencional
Convencional es ese espacio seguro al que es fácil acostumbrarse. Nos da una sensación de permanencia, tranquilidad y plenitud. Sin embargo, si hay algo que tenemos que aprender, es que la vida no es estática, sino fluida, variada, cambiante y, a menudo, muy rápida en su movimiento. Para sobrevivir a estos cambios, debemos aprender a innovar, a ir más allá de lo convencional.
Para desarrollar un pensamiento innovador, debemos comenzar a confiar en nuestra creatividad e intuición. Esto solo es posible observando, mirando más allá, percibiendo necesidades, nuevas perspectivas y aplicando una conducta proactiva.
Tolerancia a la derrota: equivocarse es aprender
La tolerancia a los errores y cómo los tratamos dice mucho de nosotros. Mientras que la mentalidad fija permanece atascada y tiende a evitar situaciones en las que no se siente preparada, la mente resiliente aplica un enfoque completamente diferente. Entiende, por ejemplo, que una derrota no es un motivo válido para cojear en determinadas situaciones. Que una derrota es una oportunidad de aprendizaje y que un paso atrás es a menudo una forma de hacer una mejor carrera.
Un cerebro que nunca deja de preguntar y se alimenta de la curiosidad.
Si hay que mencionar a una persona que ha sabido aplicar una gran elasticidad mental a lo largo de su vida, esa es sin duda Leonardo da Vinci. El hombre simbólico del Renacimiento exploró el mundo del conocimiento como nadie antes que él a través de la observación y la experimentación.
Leonardo fue un pionero de su tiempo en muchos temas. gracias a ese don que todos tenemos y que suele brillar especialmente en la infancia: la curiosidad. La mente elástica no sólo no teme al cambio, sino que lo busca movida por una constante sed de conocimiento.
En conclusión, como señala el psiquiatra Robert Cloninger, si somos receptivos a las noticias y cambios en nuestra vida diaria, y si los aceptamos sin miedo y con creatividad, nuestra personalidad emergerá fortalecida. La mente flexible que trata de ir más allá de su zona de confort nunca volverá a ser la misma.