A veces no tenemos una sola vocación, sino muchas. Otras veces, no sabemos lo que realmente queremos porque estamos más inclinados a complacer a los demás o cumplir con ciertas expectativas sociales. ¿Es posible salir de este callejón sin salida? Seguramente. Hablamos de ello en este artÃculo.
Última actualización: 24 de junio de 2021
Hay personas a las que no les gusta especialmente lo que hacen, pero ni siquiera pueden entender lo que realmente aman. No saben cómo encontrar su vocación. y no tienen idea de lo que pueden hacer para averiguarlo. En estos casos, pronto surgirá la desmotivación y el desinterés.
A la hora de elegir una profesión u oficio, muchas veces nos vemos influenciados por factores externos, que ejercen una presión indebida sobre nuestras decisiones. A veces esta presión es tan fuerte que la persona no puede distinguir entre lo que realmente quiere y lo que piensa o hace sólo para satisfacer el deseo o el juicio de los demás.
En estas situaciones, la propia vocación queda inhibida. Tanto es asà que uno no puede encontrarlo ni siquiera explorando dentro de uno mismo, no es posible reconocerlo. Por eso muchos acaban pensando que no hay nada que les apasione, que nada les satisfaga lo suficiente.
Lo malo es que continúan su vida sin hacer los cambios necesarios, entendiendo el trabajo como una carga de la que no pueden deshacerse. ¿Qué hacer cuando no encuentras tu vocación? ¿Cómo comportarse cuando no te gusta ningún trabajo? A continuación te damos algunos consejos para salir de este callejón sin salida.
"Tienes que amar las cosas que haces, no las consecuencias secundarias".
-Ayn Rand-
Piensa en el presente y no en el futuro para encontrar tu vocación
Uno de los factores que más nos influyen a la hora de elegir un oficio o profesión es la expectativa de futuro. Generalmente se piensa que hay actividades con futuro y otras que están abocadas al desastre. Sin embargo, es imposible que alguien pueda predecir ciertas cosas.
Todo lo que tenemos es el presente. Tomar decisiones basadas únicamente en el futuro es un error, porque no podemos controlar lo que sucederá, ni en qué circunstancias. Para descubrir tu vocación necesitas hacer lo que queremos hacer hoy y no lo que pasará mañana.
Piensa en ti mismo para encontrar tu vocación
Las decisiones importantes que nos afectan nunca deben tomarse para complacer a alguien. Esta falta de autonomÃa, tarde o temprano, crea grandes lagunas. Uno de ellos es llegar al punto en que no te gusta nada y no sabes qué hacer al respecto.
A veces la presión ni siquiera viene de una persona especÃfica, sino de ciertas ideas generalizadas a nivel cultural. Nos dicen, por ejemplo, que para tener éxito es necesario graduarse y comenzar una carrera en la que ocupar un puesto de prestigio. Otra idea popular es que solo aquellos que estudian medicina o ingenierÃa son inteligentes.
AsÃ, muchos acaban convirtiéndose en mediocres ingenieros o profesionales desmotivados en lugar de maravillosos cocineros o excelentes artesanos. Después de todo, muchas personas saben cuál es su vocación, pero la ignoran porque están influenciados por lo que piensa la gente. Pero, ¿quién se ve afectado? ¿Nosotros o los demás?
El mito de que solo hay una vocación es falso
Otro factor que te impide encontrar tu vocación es la idea de que una vez que hayamos elegido una profesión tendremos que hacerla de por vida. No es tan. Son muy pocos los casos en los que alguien se apasione por una profesión desde temprana edad y luego se dedique a ella durante toda la vida con total convicción.
También hay personas con muchas pasiones: tienen diferentes intereses al mismo tiempo y todos tienen el mismo peso para ellos. Sin embargo, piensan que, al ejercer una profesión, automáticamente deberÃan descartar el resto de las cosas que aman hacer.
Es una verdadera lástima, porque hay una forma mucho más inteligente de combinar estos intereses sin tener que firmar renuncias absolutas. Asimismo, a veces elegimos una profesión basándonos en expectativas equivocadas.
Nos damos cuenta de que no estamos satisfechos, pero nos atascamos porque no queremos parecer inestables. Si lo hacemos, estamos pagando un precio demasiado alto por un error que muy bien podemos reparar.
La vocación no se encuentra de la noche a la mañana
Generalmente tenemos que decidirnos por un oficio o profesión cuando somos muy jóvenes. Es una edad en la que en realidad solemos saber poco del mundo profesional y en la que las opiniones de los demás ejercen una gran influencia en lo que hacemos. En muchos casos, solo más tarde nos damos cuenta de que esa decisión fue un error.
La empresa trata de inculcarnos la idea de que lo "normal" es optar temprano por una determinada profesión, dedicarse a ella y luego intentar crecer profesionalmente en el mismo campo. Sin embargo, no necesariamente tiene que ser asÃ. Muchas personas encuentran su vocación a los 40 o 60 años.
No deberÃas escuchar a nadie que te diga que llegas "atrasado". El miedo no es una buena razón para no iniciar un cambio que nos puede hacer mucho más felices.
En realidad, muchas veces son solo los paradigmas culturales los que nos llevan a confundirnos ya no reconocernos quiénes somos y qué queremos realmente de nuestra vida.