Sin embargo, también hay personas que nos halagan con malas intenciones solo para obtener algo a cambio. La mayoría de las veces ni siquiera creen lo que dicen, pero se enfocan en nuestras fortalezas para hacernos bajar la guardia y sucumbir a sus deseos. Es la trampa del manipulador-adulador.
¿Cómo reconocer a un manipulador-adulador?
- Quieren recibir un favor a cambio del cumplido. A menudo se utiliza la adulación como antesala para convencernos de comprometernos en determinados asuntos y, en definitiva, si somos buenas personas, acabaremos cediendo y haciendo ese "pequeño favor" que se nos pide. En estos casos, los piropos más habituales son los que se le hacen a nuestra forma de actuar y pensar, y esta es la mejor forma de generar un sentimiento de culpa en caso de que queramos negarnos.
- Quieren nuestra aprobación. A veces el halago esconde la necesidad de aprobación, tanto en lo que respecta a un proyecto como a nivel personal. No es un favor en sí mismo, sino que estas personas esperan que usted se ponga de su lado. Obviamente, después de que alguien nos diga lo fabulosos que cree que somos y lo buenos que cree que es de nosotros, será muy difícil decirle que no estamos de acuerdo con su punto de vista.
- Proponen una reconciliación. Si te has encontrado con alguien, no hay nada como un elogio por intentar acercarte a ti y bajar la guardia. De hecho, esta es una forma de mostrar arrepentimiento y tratar de obtener su perdón. Sin embargo, tenga cuidado porque generalmente este tipo de personas no están interesadas en recuperar la relación, sino que se preocupan por los beneficios que pueden obtener de la misma.
- Ocultan la traición disfrazada detrás del cumplido. A veces los halagos no usan el elogio para obtener algo a cambio, pero el objetivo es ganarnos nuestra confianza y luego darnos un golpe bajo que nos hará colapsar por completo. Es una estrategia que suelen utilizar algunas personas sin vergüenza y sin principios, que lamentablemente a veces nos encontramos en nuestro camino. Es el peor tipo de adulación, ya que suele tener consecuencias negativas para nosotros.
¿Cómo lidiar con los aduladores?
Arturo Graf dijo una vez que "el hombre de la adulación fácil es un hombre indefenso". Por tanto, el primer paso es mirar dentro de nosotros mismos para deshacernos de la necesidad de recibir cumplidos continuamente. Cuando no necesitamos algo, estaremos menos apegados emocionalmente y podremos reaccionar de manera más objetiva, evaluando diferentes aspectos de la situación sin desatar una tormenta en un vaso de agua.
El adulador empuña dos espadas: el ego y la culpa. Si eres una persona segura, no necesitarás halagos y, como resultado, te sentirás menos comprometido en el momento en que los recibas. Recuerde también que la principal estrategia de los aduladores suele ser generar culpa. Por lo tanto, no dejes que te dejen caer en su red.
Si notas que te están haciendo un cumplido para recibir algo a cambio y eso no es sincero, simplemente responde: "Aprecio tu opinión sobre mí, pero aparte de eso, simplemente no puedo ayudarte". Casi siempre, ser honesto es la mejor estrategia.
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