El filósofo alemán Arthur Schopenhauer era un pesimista extremo, pensaba que vivíamos en el peor de los mundos posibles y que la felicidad era solo una ilusión. Es famosa su frase: “la vida se balancea como un péndulo de un lado a otro, entre el dolor y el aburrimiento”.
Sin embargo, tras su muerte, se encontró entre sus notas personales un manuscrito titulado "Die Kunst, glücklich zu sein", que podría traducirse como "El arte de ser feliz". En ese manuscrito enumeró un conjunto de reglas para evitar sufrimientos innecesarios y ser más feliz.
Estos son algunos de los consejos más valiosos de este filósofo para ser feliz, o al menos intentarlo.
Las claves de la felicidad, según Schopenhauer
1. Evite la envidia y la confrontación
“Nada es implacable o cruel como la envidia”, dijo Schopenhauer. La envidia es una de las emociones más negativas que podemos sentir porque nos condena a un estado de insatisfacción permanente, alejándonos de la felicidad. Compararnos con los demás implica dedicar tiempo y energía a una tarea fallida en la que casi siempre perdemos, porque solemos confrontar a quienes creemos que son más ricos, más capaces o más felices. Por eso, el primer paso para ser feliz es dejar de compararnos y entender que la envidia no tiene sentido porque todos somos diferentes.
2. Deja de preocuparte por los resultados
Schopenhauer dijo que antes de embarcarnos en cualquier proyecto o tomar una decisión importante, debemos pensarlo detenidamente pero, una vez que damos el paso, debemos dejar de preocuparnos obsesivamente por los resultados. El filósofo nos anima a dar lo mejor de nosotros mismos y a quedarnos con la satisfacción interior de haber hecho nuestro mejor esfuerzo, sin estar demasiado ansiosos por los resultados obtenidos, porque muchas veces ni siquiera dependen exclusivamente de nosotros.
3. Sigue tus instintos
Schopenhauer pensaba que había personas muy creativas y otras más lógicas, personas llevadas a la acción y otras a la contemplación. Por eso, uno de sus consejos para ser feliz es dejarse llevar por el instinto y no ir en contra de nuestra naturaleza. Según el psicólogo Mihály Csíkszentmihályi, significaría encontrar nuestra auténtica pasión y seguirla, entrar en ese estado de fluir que provoca una enorme satisfacción interior.
4.Haz que tu felicidad dependa solo de ti
Este filósofo fomentó la autosuficiencia. Explicó que si nuestra felicidad depende de los demás, entonces no es la nuestra. Consideró que "la felicidad pertenece a quienes son autosuficientes, porque todas las fuentes externas de felicidad y disfrute son, según su especie, inseguras, imperfectas, fugaces y sujetas al azar". Por eso, nos animó a buscar motivos para ser felices por dentro, no por fuera.
5. Limita tus deseos
Schopenhauer, profundamente influenciado por la filosofía budista, pensó que para ser felices debemos limitar nuestros deseos. Pensaba que desear continuamente nos sumerge en una espiral de insatisfacción que nos lleva a perseguir cosas que nunca dejarán de satisfacernos, porque generarán nuevas necesidades y deseos. Por lo tanto, estaba profundamente convencido de que uno de los secretos para ser feliz es querer mucho menos.
6. Verifique sus expectativas
Este filósofo no solo nos anima a limitar nuestros deseos, sino también nuestras expectativas, porque estas suelen ser la causa de la infelicidad. Cualquier expectativa incumplida es un caldo de cultivo para la frustración. En efecto, afirmó que "en lugar de especular sobre posibilidades favorables, inventar cientos de ilusiones esperanzadoras, todas cargadas de decepción si no satisfechas, deberíamos centrarnos en todas las posibilidades adversas, lo que nos llevaría a tomar precauciones". En otras palabras, nos anima a desarrollar una visión más realista que nos permita afrontar obstáculos, en lugar de albergar falsas expectativas que nos hacen infelices.
7. Evalúe lo que tiene como si lo fuera a perder mañana
Mucho antes de que se hicieran los estudios modernos sobre la gratitud, Schopenhauer ya hablaba de la importancia de valorar lo que tenemos, desde la salud, la familia y los amigos hasta las cosas materiales. Nos advirtió que “rara vez pensamos en lo que tenemos; pero siempre en lo que nos falta ”. Por lo tanto, debemos aprender a mirar la vida con lentes más positivos, sintiéndonos agradecidos por esos "dones" y aprovechándonos de ellos tanto como podamos. Empezar el día dando gracias por lo que tenemos es una excelente manera de cultivar la felicidad.
8. Sea compasivo consigo mismo
Podemos convertirnos en jueces muy despiadados con nosotros mismos. Al analizar nuestra vida y los errores que hemos cometido, podemos exagerar la culpa, generando un profundo sentimiento de culpa e insatisfacción que a su vez genera amargura. Por eso, Schopenhauer dijo que "la bondad es como una almohada, que aunque no tenga nada en su interior, al menos amortigua los estragos de la vida". El filósofo nos anima a ser más amables y comprensivos con nuestros defectos y debilidades, lo que no quiere decir que no debamos intentar mejorar, pero sin autoflagelarnos.
9. Equilibrar la atención entre el presente y el futuro.
Schopenhauer pensaba que un desequilibrio entre la atención que le damos al presente y la que le damos al futuro puede hacer que uno arruine al otro. Básicamente, nos urge a desarrollar proyectos, pero con los pies en la tierra, disfrutando del aquí y ahora, sin posponer la felicidad a un futuro que quizás nunca llegue. Su idea era que no deberíamos hipotecar nuestra felicidad para una meta futura, pero tampoco deberíamos estar demasiado nublados por la adversidad presente como para pensar que el futuro no nos traerá nada positivo. La clave está en avanzar con fluidez en el tiempo, para encontrar en cada momento lo que necesitamos para seguir adelante.
10. Emprende y aprende, siempre
Schopenhauer dijo que "no hay viento favorable para quien no sabe a qué puerto se dirige". Por ello, siempre dio mucha importancia a los planes y proyectos de futuro, que dan vida a una buena dosis de ilusión. Cuando nos quedamos en nuestra zona de confort, sin aprender nada ni planificar nuevos desafíos, nos apagamos poco a poco todos los días. Por eso, para ser felices hay que seguir adelante continuamente, aprendiendo siempre algo nuevo y planteándonos nuevos retos que nos permitan crecer como personas.
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