¿Cómo concentrarse en lo que realmente importa?
1. Descubra cuáles son sus malos hábitos. Entramos en el limbo de la atención provocado por nuestros malos hábitos, incluso si no nos damos cuenta. Sin embargo, nuestro día a día está lleno de patrones que se repiten una y otra vez, como por ejemplo: revisamos continuamente nuestro teléfono móvil, revisamos las redes sociales varias veces, pasamos demasiado tiempo charlando con los compañeros en horario laboral o vamos al trabajo a domicilio en el forma de preocupaciones que nos impiden disfrutar de nuestra familia. Todos estos hábitos no solo le roban tiempo, sino también energía, por lo que el primer paso es identificarlos y luego reemplazarlos con hábitos más efectivos que realmente pueden mejorar su vida.2. Aplica la rutina de recuperación del estrés. Se trata de crear esa curva de concentración y relajación que te permita alternar periodos de atención plena con fases de descanso total. De hecho, las personas que han aplicado esta rutina afirman ser más productivas y estar menos cansadas al final del día. En este sentido, los periodos de descanso completo sirven para recargar las pilas y también para que nuestro inconsciente genere nuevas ideas. ¿Cómo conseguirlo? Primero, determine un objetivo claro. Por ejemplo, no significa que deba agregar más presión, sino simplemente sea objetivo y proponga lo que desea lograr en las próximas horas. Este objetivo se convertirá en un punto de referencia en tu mente y te ayudará a mantenerte concentrado. En segundo lugar, usa un temporizador. Uno de los riesgos de estar demasiado concentrado es ignorar el resto y seguir trabajando. Por tanto, se recomienda utilizar un temporizador para saber cuándo es el momento de hacer una pausa. En ese momento, lo más importante es intentar desconectarte por completo de lo que estabas haciendo.
3. Controle las distracciones, no deje que ellas lo controlen a usted. Pronto te darás cuenta de que alternar momentos de máxima productividad con fases de descanso absoluto revolucionará tus días. Pero también notarás que será difícil mantener ese ritmo, pues a lo largo del día siempre intentarán llamar la atención numerosos estímulos. Por lo tanto, es importante tener cuidado de eliminar todos los factores que pueden distraerte y reducir tu productividad; por ejemplo, si estás en una familia, puedes apagar tu teléfono y si estás en el trabajo, puedes desconectarte de Internet. . Al mismo tiempo, se recomienda que aplique la regla de los dos minutos: si una tarea inesperada se puede hacer en dos minutos, hágalo ahora, si demora más, póngala en su lista de tareas pendientes.
4. Utilice un detonador emocional. Hay días buenos y algunos días malos. Hay días en los que sientes que puedes afrontar cualquier cosa, pero hay otros en los que ni siquiera tienes la fuerza para pensar y, por tanto, te resulta más difícil mantener la fuerza de voluntad. En cualquier caso, dado que luchar contra las distracciones es fundamental para perseverar, una buena idea para mantener la motivación es utilizar un detonador emocional, un detonante es aquello que genera el flashback de una persona, situación que hemos vivido en el pasado. Cada persona tiene diferentes desencadenantes dentro de sí, pueden ser sonidos, olores, imágenes o sabores. Lo que sucede en este caso es que nuestro cerebro ha creado un fuerte vínculo entre la sensación que experimentamos y el elemento desencadenante. Por tanto, es deseable generar elementos detonantes de un estado de ánimo más positivo. Por ejemplo, puedes empezar el día leyendo una frase motivadora que tenga un gran significado para ti o escuchando una canción que te llene de energía. Se trata de identificar lo que te motiva y te da fuerza.
5. Practica la atención plena. Pocas cosas pueden ayudarlo a mantenerse concentrado y alejado de las distracciones, como la meditación de atención plena. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de California reveló que después de solo dos semanas de meditación, la capacidad de las personas para concentrarse y la memoria a corto plazo mejoran cualitativamente. Este resultado no es sorprendente si se considera que la meditación es básicamente aprender a enfocar sus pensamientos en un objeto o idea, y esta práctica provoca cambios duraderos en el cerebro. Otra investigación realizada en la Universidad de Harvard reveló que la meditación consciente puede afectar ciertas estructuras en el cerebro. Después de ocho semanas de práctica, se encontraron cambios positivos en el hipocampo, una estructura que gestiona el aprendizaje y la memoria, así como una disminución de la actividad en la amígdala, el área responsable del miedo, la ansiedad y el estrés. Otro estudio realizado en la Universidad de Yale encontró que la meditación disminuye la actividad de red predeterminada en el cerebro, la que salta de un tema a otro y genera preocupaciones. Por lo tanto, la meditación de atención plena es una gran herramienta para eliminar las distracciones y aprender a concentrarse en lo que realmente importa.