La lectura puede ser una herramienta muy útil para gestionar las emociones. Hablaremos de qué libros pueden ser útiles para este fin y los ingredientes que los distinguen.
Última actualización: 28 de febrero de 2020
La lectura es una actividad de vital importancia para el desarrollo integral del ser humano. En el caso de la lectura para niños, podemos utilizarla como herramienta de gestión emocional; como un recurso a través del cual pueden aprender a gestionar su inteligencia emocional.
La lectura va mucho más allá de la capacidad de descifrar palabras. Además de interpretar su contenido, la lectura estimula la formación de redes neuronales, que se vuelven cada vez más complejas a medida que el niño aprende.
Es decir que mientras el niño lee, estimula una actividad más rica en variables y detalles, mientras interpreta mensajes que quedan fijados en su memoria emocional. Es por ello que estimular la lectura de un buen libro es de vital importancia para que los más pequeños adquieran una escala de valores positiva.
La lectura para niños como fuente de gestión emocional.
Los padres, al igual que el tutor o los maestros, son figuras indispensables para el aprendizaje del niño. Son para la adquisición de conocimientos formales o teóricos, pero también para los conocimientos más prácticos, como el manejo de las emociones.
Según los expertos, si los padres hacen los deberes que los pequeños ya pueden estar haciendo, es probable que estos últimos desarrollen un cierto sentido de inferioridad, inutilidad e incapacidad para ciertas tareas que deberían ser simples y rutinarias.
Este detalle del refuerzo del sentimiento de inferioridad puede hacer que persista en el niño cierto sentimiento de angustia. En consecuencia, es importante tomarse un momento y hacerles saber a los niños que ellos también son muy capaces.
Pero, ¿cómo hacer entender a los niños que ellos también son importantes y que valen? Con Excelente manejo de las emociones. Sin duda, la lectura es una herramienta vital en este sentido.
¿Qué libros leer?
Aunque cualquier lectura para niños puede contribuir a una correcta gestión emocional, optar por algunas obras supone favorecer un adecuado desarrollo de la inteligencia emocional de los más pequeños.
Los cuentos y obras se centraban en la filosofía para niños y jóvenes, en la psicología para los más pequeños, etc. son las lecturas más interesantes. Los jóvenes lectores pueden fortalecer sus habilidades personales y aprender a canalizar sus sentimientos, especialmente en etapas difíciles y pasajeras, como entre los 6 y 8 años o en la etapa adolescente.
De hecho, haciendo una mente local y mirando hacia el pasado, todo cuento clásico esconde una enseñanza en sí mismo, que siempre se ha conocido como moralidad. Cada una de estas píldoras de conocimiento pertenecen, en cierto sentido, al mundo de la filosofía.
Sin embargo, hoy en día encontramos muchos libros de filosofía dirigidos a niños. Textos escritos por filósofos especializados en el mundo de la infancia, y revisados por pedagogos y expertos, exploran el mundo de manera crítica para fomentar la gestión y la inteligencia emocional.
¿Cuáles son los contenidos de los libros infantiles que ayudan a gestionar las emociones?
Estas lecturas suelen contar historias agradables en las que los protagonistas tienen vivencias que les obligan a hacer uso de la interpretación de sus emociones. A partir de esta experiencia, los protagonistas reciben interesantes consejos prácticos para gestionar sus sentimientos.
Las enseñanzas que adquieren los protagonistas de los cuentos y libros especializados en gestión emocional pasan de las páginas de la obra a la mente de los más pequeños, que reciben, en este sentido, una lección válida.
“Una persona con una nueva idea no es creíble hasta que la idea tiene éxito”.
-Mark Twain
Precisamente estas lecturas también son aptas para adolescentes, dado que en esta fase los jóvenes pueden sentirse desorientados al dejar atrás su propia identidad infantil, en el tránsito de la infancia a la edad adulta. Esta es una etapa vital en la que los niños deben aprender a comprender e intensificar sus emociones y su propia inteligencia emocional.
De esta manera, los jóvenes fortalecen sus valores. Así, al llegar a la adolescencia, ya tendrán una buena experiencia emocional, junto con herramientas útiles para prolongar de forma autónoma esta experiencia, y todo gracias al hábito de leer obras de especial interés para ellos y diseñadas para ellos.
Tenga en cuenta el poder de la lectura como fuente para manejar las emociones también en los niños. aprovechar todo el potencial de los libros y los niños para formar personas satisfechas, felices y responsables.