Maximizar el aumento de masa metabólicamente activa es el resultado de comer en exceso, de un estímulo adaptativo y del tiempo necesario para realizar esta adaptación.
La reducción del porcentaje de grasa es consecuencia de un déficit calórico o en todo caso de un balance energético negativo. Es habitual que el período de invierno se dedique al primer objetivo (período de acopio o acopio) y el período de verano al segundo (período de definición o de corte).
Evidentemente si compites en fisicoculturismo estas dos fases siguen el único criterio de preparación para la competición. El resultado de esta alternancia de "abultamiento" y "corte" son los desequilibrios hormonales, la insatisfacción con la propia apariencia en los meses de masa y la disminución del rendimiento en los meses de definición.
Quizás haya una solución mejor que le permita explotar el funcionamiento del organismo.
Conceptos de fisiología
Durante una hiperdieta, el aumento de energía permite producir hormonas anabólicas que maximizan la entrada de nutrientes a las células musculares, una mayor velocidad de los procesos reparadores y un anabolismo generalizado.
Todos los diversos procesos metabólicos también se benefician. Sin embargo, este cuadro se establece en un primer período, luego el cuerpo desencadena una especie de adicción al estímulo y los nutrientes son "robados" de las células grasas a medida que las musculares pierden afinidad por el sustrato energético.
Las células grasas producen hormonas nocivas y la acumulación de grasa conduce a la supresión de la producción de hormonas sexuales. Además, el exceso energético ya no se convierte en una situación de estímulo sino en una constante y para inducir el estímulo anabólico es necesario incrementar este excedente.
Durante un déficit de energía, el cuerpo comienza a explotar el sustrato energético acumulado (glucógeno y lípidos) para satisfacer la demanda metabólica. La reducción del tejido adiposo va acompañada de una no producción de mediadores nocivos en favor de hormonas "beneficiosas".
Sin embargo, esta imagen se establece durante un período muy corto, después del cual el cuerpo se adapta al déficit de energía cortando los diversos procesos metabólicos para reducir el gasto de energía.
El cuerpo está hecho para sobrevivir y por tanto se establece una especie de autoconservación que obliga a una reducción energética cada vez más drástica para obtener la misma oxidación lipídica; el perfil hormonal también empeora.
De todo esto se desprende que los beneficios de los dos estilos de alimentación se expresan solo mientras el cuerpo no se adapte al estímulo, reconociéndolo como una constante. La adaptación a comer en exceso es más lenta que el déficit energético.
Masa y definición por periodos cortos
Una buena solución podría ser alternar períodos de volumen y definición por períodos de tiempo más cortos. Esto permite aprovechar el beneficio del estímulo sin introducir los efectos negativos de la adicción.
En concreto, se pueden alternar periodos de sobrealimentación que duran 7 o 10 días seguidos de un déficit energético que dura 2 o 5 días. Estos datos son orientativos y deben adaptarse a
características particulares del sujeto. este esquema también promueve el anabolismo al minimizar la acumulación de grasa.
Formación específica
El cuerpo es una unidad, no es posible desvincular el poder del tipo de actividad física. Esto debe estar de acuerdo con el balance energético. Estos dos estímulos combinados permiten maximizar el anabolismo y reducir al máximo la grasa.
En concreto, cuando estás en Bulking es más útil centrarte en entrenamientos de mayor duración (sin exagerar el concepto) y de mayor intensidad; estos deberían estar respaldados por el aumento de los ingresos energéticos.
Al mismo tiempo, es posible aumentar las cargas utilizadas. Durante los periodos de corte tiene más sentido entrenar que tenga como objetivo una mayor oxidación del sustrato y de menor duración. este período “menos intenso” permite al organismo recuperarse del período “más estresante” y al mismo tiempo establecer un perfil para la recepción de estímulos óptimos y oxidar el sustrato energético.
En periodos de hipernutrición es útil hacer entrenamientos tradicionales de musculación incluyendo repeticiones básicas enfocadas en la fuerza mientras que en el periodo de déficit energético es útil favorecer actividades como HIIT y entrenamientos más cortos con un enfoque en una buena "mente?" Conexión muscular ".
En ambos periodos es necesario maximizar el descanso lo que siempre resulta en tener un efecto beneficioso sobre la salud de todo el organismo en general.
Este estilo de entrenamiento y nutrición se adapta muy bien a sujetos que entrenan con un propósito puramente estético y de recomposición corporal. No ocurre lo mismo con los atletas centrados en el rendimiento, como nadadores, futbolistas, etc.