Vivimos en un momento de gran incertidumbre y una de las dimensiones que tenemos que enfrentar es el miedo a perder el trabajo. Es un miedo que debemos abordar sin perder de vista la verdadera prioridad: proteger nuestra salud y contener la propagación del Covid-19.
Escrito y verificado por el psicólogo. ObtenerCrecimientoPersonal.
Última actualización: 15 2021 noviembre
Entre las muchas dimensiones a abordar en este momento, se encuentra el miedo a perder el trabajo como efecto del Covid-19. Ciertamente no es un pensamiento irracional y no se trata de ser catastrófico o demasiado negativo. Es una posibilidad, un tsunami que engulle al mundo entero. ¿Qué podemos hacer ante esta situación?
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) anunció hace unos días que la crisis actual podría provocar el desempleo de 25 millones de personas en todo el mundo.
Ante una emergencia de esta magnitud, solo existe una respuesta que podría amortiguar los daños: la acción coordinada, decidida e inmediata de todos los Estados. En la actualidad, todos los países están tomando medidas para brindar protección social. Aparentemente, sin embargo, eso puede no ser suficiente.
En un artículo publicado en el New York Times se teme que, de seguir con las estrategias actuales, nuestra economía muera de Coronavirus. Se insta, por tanto, a actuar de forma concertada y rápida para dar forma a la renta básica universal (que también podría aplicar el gobierno de Donald Trump). El segundo paso es formular un plan para revitalizar la economía y frenar la hemorragia de los despidos.
Sin embargo, como señalan Paul Romer, premio Nobel de economía 2018, y Alan M. Garber, economista médico y rector de la Universidad de Harvard, todo esto pasa, en primer lugar, por nuestra capacidad para frenar el avance del Coronavirus.
¿Cómo? A través de la fórmula conocida: confinamiento, dispositivos de protección para los sanitarios y el estudio de una vacuna que se dará a conocer lo antes posible.
Miedo a perder el trabajo por la pandemia. ¿Qué hacer?
Muchos están viviendo este período de cuarentena con el temor de perder sus trabajos debido a la pandemia. Ciertamente no es un buen compañero de cuarto. El miedo, la preocupación, puede tomar dimensiones descomunales y convertirse en el epicentro de nuestros días.
Si al miedo a enfermar oa la preocupación de estar ya luchando contra la enfermedad le sumamos la ansiedad laboral, el impacto psicológico se vuelve difícil de sobrellevar. Por ello es necesario conocer algunas estrategias o elementos de reflexión.
Recuerda las prioridades en este momento
El miedo a quedarse desempleado por el Covid no es infundado. Algunos tenemos acceso a mecanismos de protección laboral o hemos tenido, aunque sea entre mil incertidumbres, la posibilidad de acceder al trabajo inteligente.
Estos son temores comprensibles. En este momento, sin embargo, vale la pena recordar cuáles son nuestras prioridades.
- Usando una expresión muy común, la prioridad en este momento es protegernos de la enfermedad. El distanciamiento social y tomar medidas preventivas cada vez que salimos de casa debe ser nuestro principal objetivo.
- Estar constantemente preocupados nos lleva a bajar la guardia y exponernos a nosotros mismos y a los demás a un mayor riesgo.
- Debemos mantenernos enfocados en la realidad inmediata y en lo que se requiere de nosotros de vez en cuando. Perder el trabajo es preocupante, por supuesto, pero no podemos por ello desviar la atención de nuestros seres queridos, de nuestros mayores, de nuestros hijos...
Preocupación constructiva y preocupación negativista
Tenemos derecho a tener miedo de perder nuestro trabajo, a preocuparnos, a dejar que esa sombra ocupe nuestra mente de vez en cuando. Es comprensible. Hay, sin embargo, dos tipos de preocupación, pero solo uno puede ayudar en esta circunstancia.
La preocupación negativista es inútil en este momento: nos bloquea y alimenta el fuego de la ansiedad. No lo alimentes. Aparece en nuestra mente con ideas como: “Esta crisis nos va a dejar a todos en el suelo”. “Cuando esto termine, nada será igual, todos nos quedaremos sin trabajo”. "Nunca saldremos de eso, es un desastre mundial".
La preocupación constructiva, por otro lado, tiene un enfoque más constructivo y estratégico. No afirma, hace preguntas:
- ¿Cuál es la probabilidad de perder mi trabajo? ¿Será una parada temporal o definitiva?
- En mi industria, ¿seguiré siendo necesario cuando salgamos de la cuarentena?
- Soy una persona con una larga experiencia. ¿Tengo que tener miedo de que me despidan o de que ya nadie me contrate? ¿Es un temor fundado?
- ¿Qué me dijeron en el trabajo? ¿Qué posibilidades objetivas tengo de ser reconfirmado?
- Si pierdo mi trabajo, ¿qué puedo hacer? Podría ser una oportunidad para mejorar mi situación.?
Miedo a perder el trabajo: cuidado con las fuentes que alimentan el estrés
Mantener las fuentes de estrés bajo control es una forma esencial de reducir este miedo. Por ejemplo, los grupos de trabajo en WhatsApp pueden ser el foco de una buena cantidad de ansiedad en este momento. La preocupación es contagiosa y suele circular información errónea o sobredimensionada que tendemos a filtrar por nuestro lado alarmista y negativo.
Identificamos qué situaciones, fuentes o personas intensifican nuestra preocupación. Es importante mantener una actitud realista sin caer en el catastrofismo. Aprendemos a preocuparnos de una manera constructiva y no derrotista. En situaciones de dificultad e incertidumbre, nuestra mente debe ser siempre nuestro mejor aliado.
