Reinventarnos cuando no tenemos otra opción nos obliga a salir de nuestra zona de confort para poder sobrevivir. Pero, ¿y si pudiéramos prever este momento?
Última actualización: 15 de febrero de 2021
¿Qué hacemos cuando la vida no va como queremos? Reinventarse es una gran solución. Este paso puede ser alentado por una crisis (en muchos casos lo es), pero no es necesario para lograr un gran cambio. Reinventarse uno mismo fuera de los momentos críticos en realidad ayuda a prevenir situaciones de ansiedad y estrés severos.
Imaginemos que llevamos cinco años trabajando en una empresa en la que nos encontramos muy bien. Durante este tiempo no hemos tomado ningún curso de actualización ni hemos aprendido nada nuevo. Nos "establecimos" y nos contentamos con ir a trabajar y cobrar a fin de mes. Aquí llegamos un día y nos echaron. La empresa había estado perdida durante algún tiempo y tuvo que reducir el personal. De repente nos encontramos frente a un enorme abismo.
En esta situación, el estrés y la ansiedad pueden abrumarnos con gran intensidad. Podemos entrar en una espiral que nos arrastre tan bajo que acabemos en una profunda depresión. Así, no pudiendo hacer otra cosa, es hora de reinventarse para sobrevivir: las necesidades básicas (alimentación, hogar, higiene, etc.) deben ser satisfechas. ¿Pero no podíamos haberlo previsto?
Sal de tu zona de confort
La zona de confort es extremadamente tranquila, por lo tanto, tentadora.. Nos sentimos seguros hasta que un día descubrimos que hemos perdido nuestro trabajo o incluso nuestra pareja. Entonces sentimos la necesidad de actuar y buscar alternativas que nunca antes habíamos pensado.
Esta es una situación bastante desagradable, pero es sobre todo una oportunidad para abrir los ojos. Llevábamos mucho tiempo viviendo en piloto automático, concepto que se describe en el artículo publicado en la revista Psicoperspectivas.
Sin embargo, salir de la zona de confort solo cuando las circunstancias lo requieren no es aconsejable. En estos momentos, a la ansiedad que provoca la urgencia por encontrar una solución se suma la que provoca la idea de tener que explorar territorios desconocidos. Lo ideal, por tanto, es actuar de forma preventiva creando nuevas oportunidades incluso antes de que las necesites.
Reinvéntate para crear oportunidades
Reinventarse no significa cambiar la propia esencia. En lugar de buscar soluciones a un problema que ya ha surgido (encontrar un nuevo trabajo porque nos han despedido), nunca debemos dejar de movernos ni en los momentos más halagüeños, o lo que parezcan. Esto nos permitirá encontrar alternativas válidas e incluso anticiparnos al cambio.
- Entrenar te hace crecer. Continuar nuestra formación nos permite adquirir conocimientos que nos otorgarán no solo títulos y certificaciones, sino también habilidades que serán útiles para la empresa en la que estamos trabajando o para las futuras.
- Obtener nuevos conocimientos ofrece sus recompensas. Especializarse o aprender algo nuevo (preferiblemente relacionado con su ocupación) puede llevarnos a conseguir un ascenso o encontrar un mejor trabajo.
- No necesariamente tenemos que tocar fondo para buscar. Podemos consultar semanalmente si hay nuevas vacantes o qué pisos se han puesto a la venta. De esta manera no perderemos las mejores oportunidades, con la seguridad de seguir navegando en aguas tranquilas.
Plan B
Reinventarse tiene una gran ventaja: tendremos un plan B, sin mencionar que C, D y E. Con la capacitación, los conocimientos adquiridos o las oportunidades aprovechadas, nos quedará claro que estamos creando alternativas a las que aferrarnos en caso de que nuestra situación actual cambie.
De hecho, podemos iniciar este cambio jugando por adelantado. Por ejemplo, podríamos ir a una entrevista para un nuevo trabajo, aunque con un salario similar al actual; o podemos desarrollar otras habilidades que nos interesen o contactos con profesionales que puedan ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.
Reinvéntate: ¡los que tienen tiempo no esperan el tiempo!
Cuando las circunstancias lo dictan, podemos encontrarnos frente a momentos difíciles con pocos recursos disponibles. Por otro lado, si nos quedamos quietos, no valoramos nuestro trabajo dentro de la empresa y estamos satisfechos con el salario y la rutina aburrida que llevamos a cabo todos los días, nunca sucederá nada nuevo. En otras palabras, si repetimos todos los días las mismas acciones, siempre obtendremos los mismos resultados.
Anticiparse a lo que pueda ocurrir, por tanto, siempre es una buena estrategia. Podemos tomar caminos paralelos a la ocupación actual, lo que nos permitirá tener una alternativa y un salvavidas en caso de despido.
¿Cuántos de nosotros nos hemos reinventado alguna vez para sobrevivir? ¿Cuántas veces lo hemos hecho por el gusto de aprender, especializarnos o tener más opciones? Ciertamente no toma cuatro horas al día. A veces, con media hora al día, puedes dominar un nuevo idioma o adquirir una nueva competencia. No espere, comience de inmediato.