A veces tenemos una idea un poco retorcida del respeto. Una palabra que deberÃamos escribir con mayúsculas si nuestro objetivo es hacer una contribución real al mundo en el que vivimos.
Última actualización: 15 de abril de 2021
Que el mundo en el que vivimos se puede mejorar es la creencia que mueve a millones de personas en el intento de dejar un planeta mejor para las generaciones futuras. El cuidado de los demás y del planeta parte principalmente del respeto por uno mismo.
Cuando una persona se respeta a sà misma es capaz de reconocer el valor más intrÃnseco de esta palabra. Toma conciencia de su propia importancia y de su papel en el entorno que le rodea. Cuando nos respetamos a nosotros mismos, es más fácil respetar a los demás y al planeta.
Tener una actitud positiva abre las puertas para acceder a la cadena del respeto. A menudo sucede que las personas sienten que no tienen poder sobre lo que sucede a su alrededor. En realidad nuestro impacto puede ser enorme, para bien o para mal, aunque a veces no lo pensemos.
Respeto a ti mismo
Respetarse a uno mismo significa valorar la propia persona reconociéndola como única e irrepetible. Esto está estrechamente relacionado con la autoestima, la comprensión y la apreciación de los rasgos de carácter. Si no empiezas por respetarte a ti mismo, difÃcilmente tendrás la oportunidad de respetar a los demás.
El respeto por uno mismo no debe confundirse con el ego, la máscara de aquellos que muestran al mundo solo algunos aspectos positivos, a veces distorsionados. El respeto que una persona debe exigir y realizar por sà misma contempla la autenticidad. El desarrollo y la práctica de conductas asertivas pueden mejorar este aspecto de nosotros mismos.
Todas las decisiones y elecciones que la vida nos pone delante dependen de la calidad del respeto que cultivemos por nosotros mismos. Poner lÃmites en todos los aspectos de la vida es una forma de cultivar este preciado valor.
Aprender a decir no es un ejercicio muy saludable de autoestima.
Sé agradecido con los demás
El respeto por los demás, por sus derechos, sus ideas, su estilo de vida y sus creencias se ha convertido casi en una paradoja moderna. Globalizar el mundo en términos económicos es mucho más fácil que difundir el respeto entre sociedades y culturas distantes.
Para algunos, es extremadamente difÃcil respetar lo que está más allá de su comprensión o valores. Todo esto se vuelve aún más complicado cuando no se ha cultivado el respeto por uno mismo. Implementar un ejercicio de respeto por las ideas y valores de los demás es como dar un primer paso en medio del camino.
Puede parecer obvio, pero la consideración de los demás comienza mostrando gratitud y siendo cortés en las situaciones más simples de la vida. La amabilidad es un elemento que, lamentablemente, en algunos entornos sociales se está perdiendo a una velocidad aterradora.
Hablar con respeto a los demás, dar las gracias, pedir permiso, son hábitos maravillosos que dicen mucho de una persona.
Enfrentarse al mundo cada dÃa con una sonrisa no es sÃntoma de falsa felicidad. ES una muestra de respeto por aquellos que pueden no estar en el mismo estado de ánimo que nosotros. Este y otros hábitos son la base del comportamiento cÃvico, basado en el respeto por uno mismo y por los demás. Algunos lo llaman nobleza de la mente.
Las palabras, cuando revelan respeto, se vuelven mágicas. Ser y comportarse de forma agradecida y generosa mejora mucho nuestras relaciones interpersonales. La cortesÃa nos hace mejores con nosotros mismos y con los demás, y es la mejor manera de enseñar respeto también a nuestros hijos.
Respetar el planeta
Afortunadamente, el respeto es altamente contagioso. Cuando se conoce su valor, se puede transmitir. El tamaño de la Tierra en la que vivimos va mucho más allá de los seres humanos que la pueblan. Comprender que no somos más que una parte infinitesimal de las maravillas del planeta es el primer paso para aprender a vivir en armonÃa con lo que nos rodea y de lo que nos alimentamos.
De todas las habilidades que nos enseña la psicologÃa para mejorar nuestra vida, quizás el respeto por uno mismo, por los demás y por el planeta sea una de las más importantes.
Es un término que debe contextualizarse para que se entienda en su totalidad. Nuestra vida cotidiana ofrece muchas ideas para aprender.
Dejemos de lado la idea del respeto como concepto abstracto, comencemos a usarlo para las cosas más simples y cotidianas. Es uno de nuestros mejores recursos para dejar una huella positiva en este planeta nuestro.