Última actualización: 07 de abril de 2019
En el lugar de trabajo hay que hacer uso de diferentes habilidades para mejorar la motivación, la productividad y la armonía con los compañeros. ser asertivo en el trabajo, por ejemplo, es extremadamente importante.
La asertividad a menudo se confunde con otras actitudes, como la agresión o la hostilidad. En realidad son completamente diferentes, ya que el primero se basa principalmente en el respeto. Significa conocer y defender los propios derechos como individuo y ciudadano, sin perjudicar a los demás. Como veremos, la asertividad es también el polo opuesto de la pasividad, que corresponde en cambio a la tendencia a dejar la decisión en manos de otros.
Ser asertivo en el trabajo trae importantes beneficios tanto para el trabajador como para la empresa. Por eso es importante saber cómo desarrollar y poner en práctica esta habilidad.
Cómo ser asertivo en el trabajo
Defiende tu trabajo
A veces, los superiores tienden a atribuirse el mérito del trabajo de sus empleados., provocando una gran frustración para quienes no ven reconocidos sus méritos.
Imagina que has trabajado mucho en una relación clave para tu empresa, pero que en el momento de la exposición al cliente tu supervisor no te menciona ni siquiera te llama a la presentación.
Ser asertivos en el trabajo nos empuja a no quedarnos callados y mostrar nuestro malestar al superior. Una vez finalizada la reunión, por ejemplo, podemos ir a hablar con él y pedirle que le dé el valor justo a nuestro trabajo. No debemos enfadarnos ni usar un tono desafiante, sino expresar nuestra desmotivación, fruto de un derecho no reconocido.
Da tu opinión con calma, pero sin dudarlo.
Se convoca una reunión de todo el departamento para el que trabaja. Es una reunión clave: se tomarán decisiones importantes para el futuro que te afectan directamente. Para ello, se solicita la opinión de todos los empleados del plan. Ante tal situación, la mayoría de los trabajadores adoptan dos tipos de actitud: agresiva o pasiva.
Imaginemos que el núcleo del debate es este: ¿crees que la empresa debería aumentar el presupuesto dedicado a tu departamento? ¿Cómo responderías?
- Agresión: “Absolutamente sí. Ni siquiera tenemos dinero para la máquina de café".
- Pasividad: “Hace lo mismo. Ahora mismo no me importa".
- Asertividad: “Desde el año pasado hasta hoy ha habido grandes cambios negativos debido al limitado presupuesto disponible. Sería conveniente incrementarlo nuevamente para el adecuado desempeño de las funciones del departamento”.
La primera y la segunda respuesta generan tensión. El tercero sugiere que ser asertivo en el trabajo es una habilidad social que te permite comunicarte de manera más efectiva con los demás.. A través de la asertividad expresamos nuestras necesidades comprendiendo las posibles reticencias de quienes nos escuchan y facilitando una solución intermedia si nuestras peticiones no pueden ser satisfechas.
Valorándote a ti mismo
Si ya eres capaz de dar tu opinión de forma asertiva, no cometas un error de novato: desvalorizar tu mensaje. "No sé si ayudará..."; “Es solo una idea…”; "Tal vez todavía es temprano..."; "Puede parecer una tontería...".
Evita estas aclaraciones: no son buenos aliados, al contrario. Denotan falta de seguridad y baja confianza en uno mismo. Además, sus opiniones difícilmente serán aceptadas si da la impresión de que es el primero en no estar seguro.
comunicación subjetiva
La comunicación subjetiva implica la capacidad de manifestar de primera mano lo que uno piensa o siente. Nos permite hablar sin culpar, juzgar, criticar o buscar la responsabilidad de los demás.
Aquí hay un ejemplo. Dados los resultados que está consiguiendo tu empresa gracias a tu esfuerzo y dedicación, crees que un aumento es lo correcto. Hay dos formas de comunicar esto al jefe de personal: “Me gustaría hablar sobre mi salario” o “tenemos que hablar sobre mi salario”.
El primero es mucho menos agresivo que el segundo, que es más impersonal.. Como vemos, un simple detalle puede aumentar el respeto, la naturalidad y la importancia de lo que estás diciendo.
Sea claro y conciso
Para ser asertivo en el trabajo, es necesario aclarar dos aspectos. Por un lado, los objetivos a alcanzar; por otro, la directriz del mensaje.
Si tienes tus metas en mente, puedes acercarte a ellas gradualmente. De lo contrario, poner en práctica esta habilidad social será mucho más difícil e incluso puede resultar contraproducente. Un error muy común de las personas que intentan ser más asertivas es no saber decir "no" a cualquier propuesta que se les haga.. Niégate a ti mismo cuando algo entre en conflicto con tus derechos.
También evita insistir en ello. Si puedes decir en un minuto lo que dirías en cinco, mucho mejor. Demasiados giros de palabras distraerán a los demás y el discurso perderá su importancia.
De acuerdo con la teoría de los Cinco Grandes de McCrae y Costa, la asertividad se encapsula en el rasgo de personalidad de la extroversión. Nadie es asertivo por naturaleza, más bien es una habilidad social que se puede entrenar; que requiere esfuerzo y conciencia.