Descubrir nuestro momento interior no siempre es fácil. Y el primer obstáculo es no hacernos algunas preguntas sencillas con la suficiente frecuencia como para ayudarnos a evaluar nuestro grado de satisfacción con la vida que llevamos.
Última actualización: 30 de abril de 2020
La felicidad plena no es un estado, sino un camino; y es precisamente este camino el que queremos analizar en este artÃculo. Ser feliz con tu vida implica momentos de alegrÃa, por supuesto, pero se trata más de lo dinámico que de lo estático., ya que es en el movimiento que nos realizamos.
Se trata de levantarse cada mañana con planes e improvisaciones e irse a dormir con la satisfacción de haber aprovechado bien el dÃa, en lugar de con la más común de terminar otro dÃa. Es ese tipo de felicidad donde hay una euforia tranquila y la convicción de saber que las cosas siguen por dentro, más o menos, pero funcionan.
No siempre somos conscientes de nuestro estado interior. Puedes saber si estás contento con la vida que llevas haciéndote algunas preguntas y respondiéndote con sinceridad. Es como revisar el coche. A veces es útil probando nuestro momento emocional para fortalecernos a través de él y para ajustar las velas de nuestro barco de la vida, si en algún aspecto estamos un poco a la deriva.
Preguntas para entender si eres feliz con tu vida (o no)
¿Con qué frecuencia me quejo de mi vida?
Esta es una de las preguntas más importantes que nos podemos hacer con bastante frecuencia. No se trata solo de evitar quejarse, se trata de comprender la causa de una queja que se repite a menudo. Si esta situación se repite, es probable que hayamos caÃdo en un cÃrculo vicioso.
Las quejas surgen de la frustración, la incomodidad o el daño sufrido. Usamos el agravio como medio de desahogo, pero debemos saber que, en lugar de aliviar la tensión, el duelo nos obliga a centrarnos en el aspecto negativo del hecho en cuestión.
El cÃrculo vicioso de la queja tiene dos soluciones: o acepto la situación o hago algo para salir de ella. A veces, incluso la segunda solución no está disponible. Si la única opción es aceptar la situación, analiza el problema, aprende de él y céntrate en otra cosa cuanto antes.
¿Tengo a las personas adecuadas a mi lado?
Es una pregunta difÃcil, ya que no todas las personas que nos rodean han sido elegidas por nosotros. Evidentemente, en el ámbito laboral o familiar no siempre encontraremos o existirán personas que nos puedan enriquecer ya las que nosotros podamos enriquecer.
Aprender a crear filtros emocionales con personas tóxicas es un paso importante. Aprender a ver a los demás a partir del impacto emocional que tienen sobre nosotros es un ejercicio muy saludable que nos ayuda a relacionarnos con ellos sin afectarnos negativamente. Solo tenemos que aceptar que no son las personas adecuadas para nosotros..
Atraer a las personas adecuadas a tu vida o aferrarte a las que ya están ahà es igual de importante.. Las personas que nos hacen sentir bien son aquellas con las que podemos ser nosotros mismos sin necesidad de máscara alguna. Son las personas que nos apoyan en lo que hacemos o decidimos y con quienes nos encanta pasar el tiempo.
¿Cuáles son los placeres de la vida que realmente disfruto?
Una volte nos dejamos llevar por el recuerdo de los momentos felices del pasado. O nos autotransportamos al mundo imaginario del futuro. En cambio, son muchas las cosas que nos ofrece nuestro presente para disfrutar plenamente de los pequeños placeres, que son los que crean recuerdos para el futuro.
Sumérgete en la lectura de un buen libro, pasa una tarde entera cocinando, sal a dar un largo paseo asimilando todos los detalles o siéntate a ver esa pelÃcula que tenÃamos en mente. para cada uno de nosotros los momentos de placer son diferentes y por eso es importante reconocer los tuyos para poder ser feliz con tu vida.
Practicar algunas de las actividades que nos hacen sentir bien, evitando quedarnos estancados en los problemas u obstáculos que tenemos en otros aspectos de la vida es un buen punto cardinal sobre el que orientarnos.
La sonrisa interior poco tiene que ver con el optimismo. Las personas que sonrÃen sin razón lo hacen porque tienen felicidad en su interior. Es una alegrÃa que viene de la paz interior. Saben que no son perfectos, que dan lo mejor de sà mismos, no le temen a la soledad, no se comparan con los demás y, sobre todo, saben ser ellos mismos.