A lo largo de los años hemos conocido a mucha gente. Algunos se transforman en un apoyo precioso, nos apoyan en los momentos más difíciles y nos dan la fuerza para seguir. Otros nos inspiran o asumen el papel de guía y mentor.
Pero también conocemos a personas que encuentran un problema para cada solución, ponen una llave inglesa en las obras y nos contagian de su pesimismo, para asegurarse de que no podamos emprender el vuelo. Estas personas existen y, aunque debemos aprender a convivir con ellas, no debemos permitir que se inmiscuyan en nuestros sueños y planes.
Personas que se interponen en tu camino: su estrategia es sembrar dudas
Puede ser un miembro de su familia, un amigo, un compañero de trabajo o incluso un vecino con el que se encuentre en el ascensor. Al principio, estas personas parecen muy amables, pero gradualmente comienzas a darte cuenta de que tienen opiniones agudas sobre los demás y son muy inflexibles.
Entonces descubres que al hablarles de tu proyecto, hacen lo imposible para intentar sembrar dudas. Puede ser una oración completamente aleatoria, una pregunta aparentemente inocente, un tono de voz más extraño de lo habitual o incluso una simple mirada de incredulidad.
En algunos casos pueden darte el clásico consejo desinteresado de “amigo” con el que te animan a que abandones el proyecto. Las razones varían, pero casi siempre son demasiado generales porque no tienen una base sólida: "creo que no es para ti", "esta idea no tiene futuro" o "ya la has probado sin obtener resultados".
Las personas que se interponen en tu camino son expertas en sembrar dudas, ya sea sobre tus capacidades o sobre la viabilidad de tus proyectos. Y en el proceso te transmiten su visión negativa y alarmista del mundo. Si no los identifica a tiempo y aprende a contrarrestar su influencia, corre el riesgo de abandonar sus sueños sin siquiera intentarlo.
Todos los puntos de vista son importantes
Las personas que nos motivan y alientan son importantes porque fortalecen nuestra autoestima e infunden confianza. Sin embargo, una dosis de negatividad estratégica no hace daño, especialmente cuando se trata de proyectos muy ambiciosos.
Por tanto, también es importante el papel de las personas que intentan señalar cualquier desastre que pueda ocurrir. La clave es tomar una distancia psicológica, escuchar lo que dicen sin dejarnos impregnar por su pesimismo.
Recuerda que la clave del equilibrio en la vida es poder unir los extremos. Muchos proyectos han fracasado por exceso de optimismo o por un optimismo tóxico.
Si quieres volar alto y lejos, no es suficiente quererlo y tener una actitud positiva, también necesitas construir tu propio "avión" y predecir posibles tormentas. En este sentido, las personas que nos obstaculizan son auténticos especialistas.
Todo tiene un limite
Las personas que nos obstaculizan no cambiarán su visión del mundo. Todos tienen su opinión y tienen derecho a expresarla, aunque sea errónea, aunque no sea la más inteligente y sea desmotivante. No puedes cambiar esto. Pero puedes cambiar la forma en que reaccionas a esas opiniones.
Si es alguien cercano a ti que siente la necesidad de expresar continuamente una opinión sobre tus proyectos, es probable que, en el fondo, sienta miedo por ti y no quiera que corras nuevos riesgos, porque solo es capaz de ver los peligros involucrados en su elección.
En estos casos, es importante aprender a tomar la distancia necesaria, para su bienestar psicológico.
Dígale que ha tomado nota de sus opiniones y consejos, pero que usted decidirá. No puedes obligarlo a apoyarse en un proyecto en el que no cree o en el que lo asusta, pero tampoco tiene derecho a obstaculizar tu vuelo.
Pídale amablemente que despeje la pista.