El tema "supersticiónYa se ha tocado anteriormente en este blog, haciendo referencia a los orígenes o para comentar la realidad del viernes 13.
Desde la antigüedad, la superstición se ha relacionado con creencias religiosas, pensamientos místicos e ideas irracionales, siempre asociadas a buenos y malos augurios. Aunque muchos piensan que es algo relegado al pasado, actualmente son muchos los alumnos que se presentan a un examen con su objeto de la suerte o deportistas que compiten con su camiseta de la suerte. El hecho es que supersticiones simples como cruzar los dedos, respetar una determinada rutina o traer contigo un objeto considerado amuleto de la suerte (sin tener que creer necesariamente en lo paranormal), puede ayudar a aumentar la confianza en sí mismo y mejorar el rendimiento de una persona, o al menos eso es lo que afirman algunos investigadores de la Universidad de Colonia en Alemania. El experimento que llevaron a cabo tenía como objetivo analizar si las supersticiones más simples, como cruzar los dedos o desear buena suerte, podrían tener éxito en mejorar el rendimiento físico y mental de una persona. En este sentido, los participantes en el experimento se encontraron frente a algunos juegos (rompecabezas, anagramas, juegos de baloncesto), algunos de ellos se animaron a realizar algunos gestos supersticiosos antes de iniciar la actividad (cruzar los dedos, empezar con la pierna derecha, desearse unos a otros). buena suerte). Los resultados fueron sorprendentes: uno de cada cuatro de los que se motivó al inicio de su actividad con un gesto supersticioso, mejoró mucho su rendimiento físico y memoria, y también logró mejores resultados en juegos con anagramas. Además, todos los participantes que habían iniciado su negocio con un gesto supersticioso o el deseo de buena suerte, mostraron una mayor constancia y persistencia en la actividad que estaban realizando. Los investigadores afirman que los resultados obtenidos se deberían en realidad a cambios en la percepción de la eficiencia personal. Por supuesto, esto indica que la superstición no posee intrínsecamente el poder de mejorar nuestro desempeño, sino que transmite una sensación de seguridad, lo que provoca un aumento de la confianza en uno mismo y, por lo tanto, hace que las personas sean más persistentes. Esto significa que acometeremos tareas cada vez más difíciles, obteniendo siempre mejores resultados. De hecho, no se debe descuidar la perspectiva fisiológica; el aumento de la confianza en uno mismo y la percepción de la eficiencia personal puede conducir a un estado de relajación de la tensión durante la actividad, lo que le permite utilizar las emociones de manera positiva para enfrentar las situaciones más diversas que intenta resolver. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿Contribuyen todas las supersticiones a mejorar nuestro desempeño? Probablemente la mayoría de supersticiones mejoran nuestra confianza en nosotros mismos, nuestra autoestima, nuestro compromiso con las actividades diarias y nos liberan de miedos inútiles, pero… ¡cuidado! No es el caso de permitir que las supersticiones determinen el rumbo que tomará nuestra vida, porque en este caso en lugar de fortalecernos podríamos convertirnos en esclavos de ellas.