¿Cómo prescindir de la cúrcuma? Es bueno, es bueno, se puede utilizar de mil maneras, como especia, como complemento, entra en nuestras cocinas y en nuestro cajón de remedios naturales para el bienestar del organismo. Averigüemos más sobre sus virtudes.
Existen varias especies de cúrcuma, la que se usa para uso fitoterapéutico es la curcuma longa. Se utiliza cúrcuma rizoma, cuyos componentes principales son aceites esenciales, sesquiterpenos y monoterpenos, curcuminoidi que también connotan su color.
Beneficios de la cúrcuma
Los activos reconocidos de cúrcuma son antiinflamatorio, hepatoprotector, colerético, colagogo, carminativo, hipolipemiante (disminuye los niveles de lípidos en sangre, como el colesterol), antitrombótico, inmunoestimulantes, antioxidantes, antimicrobianos.
La cúrcuma está indicada en casos de dispepsia gástrica y cálculos biliares, enfermedades hepáticas crónicas, meteorismo, resfriados, hipercolesterolemia, enfermedades reumáticas crónicas, artrosis y artritis.
De hecho, encontramos la cúrcuma en muchos suplementos formulados para el dolor articular, en sinergia con la garra del diablo y la boswellia.
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Dosis
Según la Comisión Europea, la dosis diaria recomendada promedio es de 1,5 a 3 gramos de rizoma seco.
Para el extracto seco, por lo tanto estandarizado en 95% de curcumina, la dosis diaria es de 400 mg 2 veces al día después de las principales comidas.
También encontramos en el mercado el extracto hidroalcohólico de cúrcuma, que se puede tomar tanto como aperitivo, antes de las comidas, como digestivo, después de las comidas. La dosis recomendada es de 20 gotas en un poco de agua dos veces al día.
Para promover la biodisponibilidad de la curcumina, el principio activo que connota sus características, ya que su absorción es difícil por nuestro organismo, es bueno usar una cucharadita de aceite de oliva o una pizca de pimienta. En el mercado, los suplementos suelen estar ya formulados con piperina precisamente para no dispersar el principio activo y permitir su correcta absorción.
Advertencias
Cúrcuma precisamente por sus propiedades reductoras de lípidos podría sumarse a la acción de algunos fármacos, como los antiagregantes plaquetarios o los anticoagulantes. Se aconseja a quienes se someten a estos tratamientos farmacológicos que eviten los suplementos a base de cúrcuma.
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