Algunos abrazos tienen el poder de animarnos, otros de calentarnos, otros de calmarnos y algunos de sofocarnos. Pero, ¿cómo se diferencian entre sí? Hablamos de ello en este artículo.
Última actualización: 31 de enero de 2021
Dentro de la comunicación humana, el lenguaje no verbal ofrece más de la mitad de la información que recibimos. En este sentido, los abrazos son un elemento importante en nuestras interacciones sociales: nos permiten estrechar lazos afectivos y expresar mucho con poco. Pero ¿Sabías que existen al menos 4 tipos de abrazos?
Cuando hablamos de abrazos, generalmente tendemos a pensar en un intercambio emocional íntimo, pero en realidad pueden afectar a los contextos más dispares con significados muy diferentes.
Los beneficios de abrazar a alguien varían considerablemente de un caso a otro. Si te interesa profundizar en el tema y conocer más sobre los 4 tipos de abrazos mencionados, sigue leyendo.
Los 4 tipos de abrazos
abrazos amistosos
Los abrazos amistosos pueden incluir aquellos que denotan amistad, compañerismo o simpatía. El contacto físico no es excesivo ni el nivel de intimidad. En este sentido, las emociones que se transmiten son de mutuo aprecio, apoyo o simpatía.
Tales abrazos a menudo incluyen algún tipo de componente "agresivo", como agarrar al otro por el cuello o darle palmaditas en la espalda. Es especialmente común entre los hombres. También se incluyen en este caso los llamados "abrazos laterales" en los que uno apoya el brazo sobre los hombros del otro mientras mira a ambos en una misma dirección.
abrazos cariñosos
Los abrazos son fundamentales para expresar afecto fraternal o amor romántico. En este sentido, el contacto físico es mucho más estrecho, más íntimo e intenso. Por lo general, los cuerpos de ambos se unen y las cabezas se colocan una al lado de la otra. Los brazos se agarran fuertemente y la duración del intercambio es mayor que en el caso anterior.
Este tipo de abrazo se reserva para las relaciones más importantes, que tienen un componente afectivo. Transmiten amor, complicidad y cariño genuino. Incluso los abrazos desde los hombros entran en esta categoría que, además de lo que se acaba de mencionar, también denotan el deseo de proteger y cuidar al otro.
Abrazos eróticos
Dada la cercanía física y corporal que se manifiesta en el abrazo, es parte de las interacciones sexuales que se dan entre personas que sienten atracción mutual. Aunque son los besos los que más se asocian al erotismo, mientras que los abrazos se asocian a manifestaciones de amor, en realidad estos últimos también juegan un papel importante en este sentido.
Un buen ejemplo es el abrazo entre una persona sentada en una superficie elevada y otra de pie. O cuando uno sostiene al otro con sus brazos, rodeando con sus piernas las caderas de su compañero. Son contactos íntimos que expresan pasión, deseo e incluso lujuria..
abrazos incomodos
Los abrazos no siempre son buenos. En algunos casos, esta interacción ocurre por deber, de mala gana o incluso con una sensación de aversión. Por ejemplo, cuando saludas a alguien que no conoces o cuando abrazas a una persona por la que sientes rencor o ira.
Este tipo de abrazo tiene características bastante evidentes, ya que, aunque la parte superior del cuerpo está cerca, la distancia de cintura para abajo es generalmente considerable. O, por el contrario, uno de los dos recibe el abrazo de forma pasiva y desinteresada mientras el otro le rodea con sus brazos.
Beneficios de los 4 tipos de abrazos
Los abrazos son sumamente beneficiosos para las relaciones interpersonales. Cuando conocemos a una persona nueva, nos ayuda a “romper el hielo” para iniciar un contacto más amistoso. Cuando abrazamos a un ser querido oa alguien que es importante para nosotros, el vínculo se fortalece y la cercanía afectiva aumenta. De igual forma, las relaciones de pareja se enriquecen gracias a los frecuentes abrazos entre los socios.
Pero también a nivel personal, dar y recibir abrazos tiene un impacto positivo en la salud. Se ha demostrado que abrazar ayuda a reducir la presión arterial y la frecuencia cardíaca (efecto calmante). Reduce los niveles de cortisol en el cuerpo, aumenta la secreción de oxitocina y ayuda a reducir el estrés y el miedo. Al mismo tiempo, aumentan los sentimientos de placer, autoestima, generosidad y sentido de pertenencia.
Los abrazos también son capaces de calmar el dolor, mejorar el sistema inmunológico e incluso las capacidades cognitivas. En resumen, es un recurso tan sencillo como potente y al alcance de todos. Hagamos un buen uso de ella.