Que el mal y la desgracia tienen su encanto no es un secreto para nadie, o al menos no debería ser un secreto para las mentes más agudas. Aunque todos los días suceden cosas maravillosas y pequeñas en el mundo, los titulares y las noticias solo mencionan desgracias. No es que el mundo se esté acabando o que el mal se haya apoderado de repente, es un simple sesgo cognitivo provocado por un mecanismo evolutivo que nos hace enfocarnos en el peligro, más que en las cosas positivas, para que podamos planificar estrategias que nos permitan para evitar tales riesgos.
Ni siquiera los psicólogos han logrado escapar de la fascinación del lado oscuro. En 2002, los psicólogos Delroy Paulhus y Kevin Williams analizaron las mentes de lo que popularmente llamaríamos "malas personas" y descubrieron la "tríada oscura de la personalidad", tres características que subliman la esencia del mal. Desde entonces, el núcleo oscuro de la personalidad, compuesto por narcisismo, maquiavelismo y psicopatía, ha atraído mucha atención.
Concéntrate en el lado oscuro, hasta ahora nadie había considerado la luz para preguntar qué caracteriza a las "buenas personas". No estamos hablando de quienes donan solo para obtener un reconocimiento o que ofrecen ayuda para que se pague el favor o recibir uno a cambio, sino de esas personas que brillan con luz propia, que comparten lo poco que tienen, que mejoran nuestras vidas y transmiten una energía positiva agradable cuando están a nuestro lado.
La tríada luminosa
Un grupo de psicólogos de las universidades de Pensilvania y Hawai se preguntó si existía una tríada brillante que diferenciara a las "buenas personas". En poco tiempo sometieron a 1.518 personas a diversas pruebas de personalidad, además de evaluar otros aspectos como la satisfacción con la vida y los logros.
Luego descubrieron que hay tres características que distinguen y caracterizan a las personas buenas:
1. Humanismo. Implica comprender que cada persona vale, que aporta algo con su propia singularidad y debe ser tratado con la dignidad que se merece, sin desprecio.
2. Cantar. Significa relacionarse con las personas de una manera auténtica, por el placer que la propia relación da, no utilizarlas como un medio para lograr un objetivo personal.
3. Fe en la humanidad. Implica creer en la bondad humana, creer que todos, incluyéndonos a nosotros mismos, tenemos algo bueno y, sobre todo, que tenemos el poder de cambiar y crecer.
Lo positivo y lo negativo de ser una buena persona.
La tríada brillante fue más común en mujeres, personas con un alto nivel de espiritualidad y aquellas que tuvieron una infancia feliz. Los psicólogos descubrieron que estas personas también eran más conscientes de sí mismas, autónomas y competentes. Otras características que acompañan a la tríada luminosa son: compasión, empatía, amabilidad y apertura a nuevas experiencias.
Las buenas personas mostraban una mayor satisfacción en sus vidas, tenían egos más tranquilos, lo que significa que no necesitaban buscar continuamente la aprobación externa, habían desarrollado un apego seguro y sentido más gratitud por la vida.
Pero no todo son "rosas y flores". Las buenas personas también tienden a sentirse más culpables, pueden sentir que no merecen la felicidad o los éxitos que han logrado. También tienden a sufrir lo que los investigadores describieron como "responsabilidad omnipotente", lo que significa que se preocupan mucho por las personas que aman, incluso si aparentemente están bien.
La tríada brillante también está vinculada a una mayor "bondad amorosa", que en algunos casos puede hacer que estas personas sean más vulnerables a la manipulación y explotación por parte de otros, ya que tienden a justificar su comportamiento.
Las luces y las sombras conviven en cada uno de nosotros
Estos psicólogos descubrieron que todos tenemos un lado oscuro y un lado positivo, aunque afirman que la persona promedio es un poco más propensa a la tríada brillante en sus pensamientos, comportamientos y emociones.
Si queremos avanzar en el camino del crecimiento personal, debemos ser conscientes de nuestras luces y sombras abandonando las etiquetas del bien y del mal para entendernos como seres únicos. Si lo desea, puede realizar la prueba de la tríada ligera y averiguar su puntuación en la tríada oscura.