Tres ideas fundamentales sobre el desorden y el caos que debemos hacer nuestro
1. Caos no significa necesariamente ausencia de ordenTendemos a pensar que el caos significa ausencia de orden. Sin embargo, José Saramago rompió con este estereotipo al decir: “el caos es un orden aún por descifrar”. De hecho, el orden y el desorden pueden ser conceptos muy relativos; un escritorio aparentemente desordenado, por ejemplo, puede ocultar un sistema de acceso y prioridad muy eficiente. En estos escritorios, por lo general, las cosas más urgentes están cerca de la persona y en lo alto, de modo que no se pueden ignorar. En otras palabras, el hecho de que no sepamos cómo organizar el flujo de trabajo de una persona no significa que haya desorden.2. Un poco de desorden fomenta la creatividadUn estudio realizado por investigadores de la Universidad de Minnesota encontró que los entornos saturados de cosas estimulan la creatividad. En un experimento, estos psicólogos pidieron a los participantes que encontraran nuevas formas de usar una pelota de ping pong. A la mitad de ellos se les pidió que pasaran tiempo en una habitación ordenada, mientras que el resto pasó tiempo en una habitación desordenada. Ambos grupos presentaron la misma cantidad de ideas, pero la más original vino de las personas que habían estado en la habitación desordenada. Todo parece indicar que tener un poco de confusión a nuestro alrededor nos recuerda que el mundo no está tan bien estructurado y preciso y que romper las reglas y pensar de manera diferente no es tan malo. De esta forma el cerebro es libre de hacer nuevas asociaciones y desarrollar ideas poco convencionales, es como si el trastorno nos animara a dejar de controlar nuestros pensamientos con tanta fuerza, dejando fluir nuevas ideas.
3. El desorden solo indica que hay diferentes prioridadesHace unos años, las fotos tomadas por el fotógrafo Ralph Morse en la casa de Albert Einstein se publicaron poco después de su muerte. Uno de ellos dejó al mundo sin palabras al mostrar el desorden en su oficina. Por supuesto, Einstein no fue el único genio creativo que trabajó rodeado de desorden - Mark Twain lo superó, por ejemplo. A menudo, el desorden simplemente muestra a personas que no se molestan en seguir el status quo, personas que aprecian la espontaneidad y son capaces de captar la imagen completa, sin preocuparse por los detalles. Estas personas prefieren invertir su tiempo en otra parte en lugar de preocuparse por ordenar a su alrededor.