Vivir al máximo es lo único urgente
Con demasiada frecuencia nos dejamos abrumar por cosas que no son importantes y permitimos que arruinen nuestro día, que es verdaderamente el mejor regalo que podemos recibir. ¿Cuántas veces se ha sentido deprimido porque no pudo comprar algo que no necesitaba? ¿Cuántas veces se ha estresado pensando en problemas que nunca ocurrieron? ¿Cuántas veces has dejado de disfrutar el presente porque estabas reflexionando sobre algo que sucedió en el pasado? No podemos cambiar el mundo, pero podemos cambiarnos a nosotros mismos. Vivir plenamente depende solo de nuestra actitud. Por supuesto, esto no significa que debamos agregar estrés adicional al pensar que estamos perdiendo el tiempo, sino que debemos hacer lo que podamos para vivir de manera más consciente, lo que significa estar completamente presente y con la mente abierta para disfrutar de la experiencia que se nos da todos los días.¿Cómo lo conseguimos?
1. Cada momento cuenta, aprovéchaloUna hermosa frase del músico nigeriano Babatunde Olatunji nos da una pista: “El pasado es historia, el mañana es un misterio. Hoy es un regalo. Por eso lo llamamos presente ”. Siempre ten en cuenta que todo lo que tienes, la única certeza que tienes es el momento presente. Por lo tanto, no lo desperdicie viviendo en algún lugar entre un pasado que ya no existe y un futuro que no sabe si llegará. Disfrute de las pequeñas alegrías cuando lleguen. Eres tú y tu presente, usa bien este regalo.2. Sea quien realmente esOscar Wilde dijo: “Sé tú mismo, los otros lugares ya están llenos”. Para vivir plenamente es fundamental que seas auténtico y, sobre todo, coherente contigo mismo. No te dejes influenciar por las presiones de la sociedad porque muchas veces te alejan de tu esencia y distorsionan tus necesidades reales. Cada persona es diferente, no solo genéticamente, sino también y sobre todo en sus vivencias. Estas son las experiencias que te moldean, aprovéchalas y úsalas para ser feliz. Descubra lo que realmente le satisface y no tenga miedo de ser diferente. Sé diferente y disfrútalo.
3. Elige la felicidad, siempreHace más de dos siglos, Benjamín Franklin dijo: "La felicidad no se logra con grandes golpes de suerte, que rara vez suceden, sino a través de las pequeñas cosas que suceden todos los días". La cuestión es que la felicidad no es una meta sino un estado, una elección que hacemos todos los días. Y no es un destino, sino la forma en que viajamos. Entonces, no esperes a alcanzar tu meta de ser feliz, aprende a disfrutar el viaje, porque si recorres este camino con amargura y frustración o reprimes tus deseos, encontrarás que no valdrá la pena.
4. Deja atrás tus miedosDaniel Defoe dijo: "El miedo al peligro es diez mil veces más terrible que el peligro mismo". De hecho, los miedos son nuestro principal obstáculo, una barrera que nos impide salir de nuestra zona de confort y descubrir en qué podríamos convertirnos. Por eso, para vivir plenamente, es fundamental poder deshacerse de los miedos. De hecho, si algo te excita lo suficiente como para hacerte sentir esas pequeñas mariposas volando hacia tu estómago, probablemente valga la pena correr el riesgo. Recuerde que solo cuando salimos de nuestra zona de confort crecemos y descubrimos hasta dónde somos capaces de llegar.
5. Busque el significado de su vida“La clave para una vida feliz es lograr metas de las que te sientas orgulloso y tengas un propósito que cumplir”, dijo una vez el novelista estadounidense Jeff Lindsay. De hecho, vivir al máximo no siempre implica buscar emociones fuertes que disparen la adrenalina, sino aprovechar al máximo cada momento. Por eso debemos encontrar el sentido de nuestra vida, porque solo entonces nos sentimos plenamente satisfechos. En ese momento es como si todas las piezas del rompecabezas encajaran, todo tiene sentido. No permitas que las fórmulas sociales te limiten. Formula tu propia ecuación de felicidad y ten el coraje de perseguir esos sueños, aunque sean diferentes a los de los demás, pero quizás la clave para vivir plenamente es mucho más simple y se puede resumir en una frase: "Deja de pensar en la vida y vive".