¿Cuáles son las habilidades sociales básicas más importantes?
1. Sonríe másLa sonrisa es una de nuestras armas más poderosas, pero también una de las más subestimadas. De hecho, a todos nos gusta ver una cara sonriente, pero no somos del todo conscientes del impacto que puede tener una sonrisa en las relaciones interpersonales, sonreír relaja la tensión que puede existir en el entorno y hace que la otra persona sea más receptiva a nuestro mensaje. . Cuando nos acercamos a alguien con una sonrisa, le estamos diciendo que no somos una amenaza para él y le estamos transmitiendo positividad. Casi nadie se enoja cuando su interlocutor sonríe. De hecho, algunos psicólogos de la Universidad de Oxford que organizaron un experimento basado en un juego económico, encontraron que cuando la gente sonreía, el nivel de confianza que los demás tenían en ellos aumentaba en un 10%. ellos. Otro experimento desarrollado por Boston College mostró que cuando cometemos un error o rompemos una regla, y luego sonreímos, aumenta la probabilidad de que la otra persona sea condescendiente y nos perdone. Un día con una sonrisa forzada, hay situaciones que no requieren una sonrisa. Sin embargo, trate de sonreír más, verá que acercarse a las personas con una sonrisa en su rostro puede cambiar eso.2. Habla más despacioCuando estamos nerviosos, los latidos del corazón se aceleran y la respiración se vuelve más superficial. En esta situación es difícil mantener la calma, por lo que nuestra conversación también se ve influida y es más rápida. Sin embargo, nuestro interlocutor percibe, aunque de forma inconsciente, que algo anda mal. Por eso, se pone en alerta y adopta una actitud defensiva. En esta situación es difícil convencer a alguien o llegar a un acuerdo, pero hablar despacio y en un tono de voz adecuado, transmite tranquilidad e indica que somos una persona segura, sabemos lo que queremos y tenemos las habilidades para conseguirlo. Cuando todos los que te rodean están molestos y eres capaz de mantener la calma, transmitirás mejor tu mensaje y la gente estará más dispuesta a escucharte. En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de Georgia ha demostrado que hablar rápido es una técnica eficaz solo cuando queremos confundir a nuestro interlocutor, cuando queremos convencerlo de algo pero no tenemos pruebas suficientes a nuestro favor. En cambio, hablar despacio permite la reflexión y promueve un cambio de actitud más duradero, que es justo lo que necesitamos en nuestras relaciones más íntimas, así mismo es importante aprender a dominar los descansos. De hecho, la mayoría de la gente tiene prisa por retomar la conversación porque se siente incómoda, pero el silencio es un arma de comunicación a través de la cual se puede transmitir seguridad y confianza.
3. Pregunte por másAsumir, sacar conclusiones de hechos aislados o generalizar es uno de los mayores errores que cometemos en la comunicación. De hecho, así es como surgen muchos malentendidos. Por tanto, una competencia social fundamental es acostumbrarse a preguntar. En caso de duda, lo mejor es comparar sus ideas, y solo podemos hacerlo hablando con la otra persona. El principal problema de las suposiciones es que nunca se detienen, pero tienen un efecto de bola de nieve, lo que lleva a otras conclusiones falsas o inconsistentes. Así, se generan actitudes negativas o prejuicios hacia la otra persona que acaban dañando la relación, las hipótesis y creencias se convierten en un peligroso arma de doble filo. Un curioso experimento realizado por la Iowa State University reveló lo fácil que es manipular nuestras creencias, tanto que el 50% de los testigos de un presunto asesinato estarían dispuestos a identificar erróneamente a un asesino. Por lo tanto, siempre indague sobre el punto de vista de su interlocutor, tratando de entender sus razones y cuestionando todo lo que no le queda claro. No te dejes llevar por suposiciones, porque muchas veces estas son el resultado de una historia que hemos creado en nuestra mente.