¿Por qué aceptación?
Porque normalmente detrás de cada cambio; al menos en la mayoría de los casos y para los más importantes, siempre hay un problema o algo que quieres dejar atrás. Sin embargo, hasta que no aceptemos este problema no podremos seguir adelante, si intentamos hacer un gran cambio sin antes aceptar el problema que lo generó, al final solo nos frustraremos y sentiremos la necesidad constante de mirar atrás. , como si lo tuviéramos Utilizamos una metáfora para comprender mejor el valor de la aceptación: imaginemos que somos el capitán de un velero y queremos zarpar para conocer nuevos mares, estamos cansados de estar en el puerto y queremos un cambio de escenario. Entonces abrimos las velas al viento y nos preparamos para cruzar el mar, pero por mucho que lo intentemos, el barco no se mueve. Entonces nos sentimos frustrados, sentimos que algo anda mal. Lo que está mal es que todavía estamos anclados al fondo del mar; es el lastre que representan todos nuestros problemas, prejuicios y creenciasque nos impiden avanzar. Así que el primer paso para cambiar es aceptar nuestro pasado y el problema en sí. Dado que no se trata de huir sino de afrontar el problema con una actitud madura, conviene recordar que aceptar no significa resignarse a la situación, significa comprenderla en toda su plenitud (incluyendo pros y contras) y continuar avanzar. Eso sí, para aceptar una situación primero debemos analizarla, sumergirnos en ella y evaluarla con actitud crítica, tomar la posición de un observador externo para apreciar todos sus perfiles. Es difícil de hacer, especialmente si estamos demasiado involucrados emocionalmente. En este caso, podemos pedir ayuda a un amigo o familiar cercano que conozca en profundidad nuestra situación. Su punto de vista será útil; sin embargo, comprender una situación no significa aceptarla. Comprender las causas del problema y sus implicaciones significa estar en un nivel racional. Entonces tienes que pasar a la siguiente etapa: la aceptación emocional. Esto significa que es necesario comprender y aceptar las emociones, incluso cuando son negativas. Sabrás que has superado esta etapa cuando pensar en el problema no sufra una fuerte repercusión emocional. Al mismo tiempo, la aceptación emocional te abrirá nuevas perspectivas que te permitirán evaluar el problema de manera más adecuada y lógica.
En este punto, estará listo para continuar su viaje. Ahora puedes pedir ayuda, afrontar una decisión importante y dejar atrás el problema.
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