Ni ganar la lotería ni conseguir un ascenso ni encontrar pareja nos hará felices como pensamos. Te invitamos a descubrir cómo se relaciona la adaptación hedonista con la felicidad.
Última actualización: 16 de junio de 2022
Probablemente en algún momento de la vida habrás pensado “seré feliz cuando tenga…”. En esos momentos, la meta deseada parece ser la solución para alcanzar el bienestar total. Sin embargo, una vez logrado, su impacto positivo es de corta duración. ¿Por qué pasó esto? Se debe a un fenómeno conocido como adaptación hedonista..
Es importante saber que no es una enfermedad, sino una un mecanismo que funciona en todas las personas. La adaptación es esencial para nuestra supervivencia; sin embargo, si no tenemos cuidado, puede conducir a una insatisfacción permanente. Te explicamos por qué.
¿Qué es la adaptación hedonista?
La adaptación hedonista es la tendencia en los humanos a volver a la felicidad básica poco después de experimentar un cambio. Por ejemplo, muchas veces pensamos que al ganar la lotería nuestra vida mejoraría exponencialmente y seríamos extremadamente felices. O, por el contrario, que al tener un accidente y perder una extremidad seríamos profundamente infelices para siempre.
Sin embargo, la evidencia no apoya este pensamiento. En realidad, es normal volver a un nivel estable de felicidad relativamente rápido. A la luz de esto, ni la lotería ni el accidente provocan cambios duraderos en el estado de ánimo general.
Esto puede ser muy positivo cuando enfrentamos eventos dolorosos como la pérdida de un ser querido, un desastre natural o un despido. Somos capaces de recuperarnos y seguir adelante.
Sin embargo, ante eventos placenteros como un aumento de sueldo, la compra de un auto nuevo o una boda, la adaptación hedonista hace que la felicidad sentida se desvanezca rápidamente.
¿Por qué pasó esto?
La adaptación hedonista juega un papel importante. Pero, ¿cómo funciona realmente? Hay varios factores que explican este rápido descenso de la felicidad y te los presentamos a continuación.
Hábito
La razón principal por la que se produce la adaptación hedónica es porque nos acostumbramos a la presencia del elemento positivo. Cuando es nuevo, nos da felicidad; sin embargo, al verlo, tenerlo y disfrutarlo todos los días, su impacto en nosotros pierde fuerza.
Es un proceso similar al de las adicciones. Con el tiempo, nos acostumbramos a los picos de dopamina y a la sustancia o evento pierde su potencial vigorizante; tenemos una necesidad creciente de sentir esa euforia.
Adaptación hedonista porque no te comprometes
Curiosamente, no todos los cambios se ven igualmente afectados por la adaptación hedonista. Se ha comprobado que las que se producen de forma circunstancial, sin ningún esfuerzo por nuestra parte, tienen muchas más probabilidades de perder rápidamente la capacidad de generar placer.
Por ejemplo, comprar una camisa nueva puede hacer que nos sintamos eufóricos por un tiempo, pero ese sentimiento pronto desaparecerá.
Sin embargo, los cambios que requieren esfuerzo o acción, que nos suponen un desafío constante, suelen hacernos felices por más tiempo. Sería pues oportuno empezar a escribir un libro o matricularte en ese curso que tanto te apetece hacer.
Necesidad de autorrealización
Por otro lado, cuando finalmente conseguimos lo que queríamos, nuevas metas y deseos surgen en nosotros inmediatamente. Pensamos que recibir un aumento de sueldo nos haría felices, pero ahora deseamos tener más tiempo libre.
Pensamos que al encontrar un socio obtendríamos todo lo que necesitábamos, pero ahora que tenemos uno, queremos un auto nuevo, una mejor apariencia o un círculo social más amplio.
Por supuesto, esta búsqueda constante de mejora es natural. los seres humanos establecen metas y trabajan para alcanzarlas. Es el camino de la autorrealización y es una necesidad fundamental compartida por todos.
¿Cómo lidiar con la adaptación hedonista?
El hecho de que este mecanismo exista y se active automáticamente en nosotros no significa que no podamos hacer nada para minimizar sus efectos. Algunas opciones incluyen lo siguiente:
- Prueba a variar algunos parámetros para que la estimulación no sea siempre la misma y así evitar la adicción. Por ejemplo, si tienes pareja, evitamos caer en la rutina organizando diferentes planes y actividades, teniendo conversaciones gratificantes y variadas que van más allá de lo mundano.
- Fijar metas Attivi (como aprender una nueva habilidad) en lugar de pasivos (como adquirir bienes materiales).
- Ser agradecido. Muchas veces cometemos el error de dar por sentado todo lo que tenemos y hemos logrado, privándonos así de poder sentir orgullo y alegría todos los días. Para evitar esto, tomemos unos momentos para enumerar y recordar todas las cosas buenas que tenemos en la vida.
- No hagas depender la felicidad de los grandes eventos. Aprendemos a apreciar las pequeñas cosas y construimos nuestro bienestar en la vida diaria. No tienes que esperar ese gran cambio para sentirte bien, trabajemos para ser felices hoy.
Conclusiones
El ajuste hedónico nos devuelve al nivel de felicidad que precedió a una novedad. La mejor opción es subir ese "punto fijo" al que tarde o temprano volveremos.
Si ya te sentías realizado antes de comprar una nueva casa, conseguir un trabajo o encontrar pareja, cuando el ajuste hedónico surta efecto, aún volverás a niveles saludables de felicidad.