Si necesita perder algunos kilos de más, esta temporada también concéntrese en repollo morado. Aporta muy pocas calorías (30 por 100 g), pero sus nutrientes tienen interesantes propiedades adelgazantes ”, asegura. , nutricionista y homeópata en Livorno, Pisa y Grosseto. Con sus consejos entendemos cómo aprovechar al máximo sus beneficios.
Mejor crudo o al vapor
"De todas las variedades de repollo, el gorro morado es el más eficaz para promover la pérdida de peso porque es rico en antocianinas, es decir, los pigmentos de los que depende su color: estimular el metabolismo y permiten eliminar del organismo la grasa almacenada », explica el experto. Pero ojo: son sustancias termosensibles, por lo que es mejor consumirlas crudas o al vapor ”.
Azúcar en sangre bajo control
Otra ventaja radica en el hecho de que 100 g de la verdura contienen aproximadamente 3 g de fibra. “Estas sustancias también tienen la capacidad de saciar durante mucho tiempo y regular los niveles de azúcar en sangre ”, continúa el Dr. . «Si consume repollo en combinación con carbohidratos como los del pan o la pasta, reduce su impacto sobre el azúcar en sangre. Y esto es fundamental para no ganar peso: los picos de glucemia, de hecho, provocan una mayor secreción de insulina por parte del páncreas, con repentinos ataques de hambre y consecuente acumulación de grasa en las células adiposas ».
Luego prueba el repollo morado en el prescripción propuesto a continuación por Andrea Marzoli, chef de Locanda Girolomoni en Isola del Piano (Pesaro-Urbino).
Espaguetis orgánicos con repollo capucha morada
Ingredientes para 4 personas:
- 280 g de espaguetis de trigo antiguo Senatore Cappelli
- 100 g de col morada
- 10 dientes de ajo
- 5 alcaparras saladas
- 1 anchoa en aceite
- Chile en polvo al gusto
- Aceite de oliva virgen extra al gusto
- Venta qb
Corta finamente la col y remójala en agua helada. Desalar las alcaparras. Limpiar y descorazonar el ajo, cortarlo en tiras, freírlo en una sartén hasta que adquiera un color nuez y, finalmente, colocarlo sobre una hoja de papel absorbente. Cuece la pasta en abundante agua con sal, escurre cuando esté al dente y termina de cocinar echándola en el aceite en el que fritaste los ajos, junto con las anchoas, las alcaparras batidas y una pizca de guindilla en polvo. Por último, decorar con los ajetes y la col crujiente.